Incorpora la tecnología de fabricación aditiva de Renishaw

La elección del proveedor no es trivial. Con el apoyo de los Centros de Soluciones, Renishaw facilita la creciente competencia de sus clientes en áreas que superan más allá de la formación en el uso de la máquina. Renishaw proporciona ayuda técnica en campos como el diseño de la pieza, el desarrollo del material y la caracterización de las piezas. La gama de máquinas de fabricación aditiva de Renishaw ya consiste de 3 sistemas complementarios: 2 sistemas multimaterial, como el AM250 y el AM400, y el nuevo RenAM 500M, dedicada a la producción industrial.

Christophe Tisserand, Product Manager de Additive Manufacturing para Renishaw Francia (izq.), y Jean-Baptiste Péjoine, presidente de la empresa i3D Concept (dcha.), junto a la máquina de fusión por láser AM250.

La fabricación aditiva de polvo metálico es un proceso complejo en el que se crea una masa fundida de material. La densidad, el tamaño de partícula, el acabado superficial y las propiedades mecánicas dependen de estrategias de optimización que gobiernan el espesor de las capas de polvo, el tamaño del haz de láser y la calidad de la pieza. El diseño y las colocaciones de la pieza de trabajo también son factores muy importantes.

Comparativa entre la pieza impresa en 3D y la producida mediante proceso convencional.

La impresión 3D de metal debería ser considerada como un paso de un proceso, y no un fin. En este punto, los señores Péjoine y Tisserand, Product Manager de Additive Manufacturing para Renishaw Francia, comparten una visión común: la máquina no crea el mayor valor, pero lo que ha sido logrado confirma la realidad de realizar proyectos concebidos con la fabricación aditiva. Sin ser exhaustivos, puede conseguir algunas ventajas notables con esta tecnología en comparación a los procesos tradicionales de fabricación: la reducción del número de componentes de un conjunto, las reducciones de la masa, la creación de formas complejas internas.

Un equipo de Moto2, TransFIORmers, se enorgullece del hecho de que ha conseguido en el desarrollo de un sistema de suspensión delantera que es radicalmente diferente en comparación con cualquiera otra pieza utilizado en este sector: un sistema de suspensión ‘impreso’ utilizando la tecnología de la Impresión 3D metálica. Entre otras ventajas, hay mejoras en el manejo de la motocicleta, lo que permite mejorar la estabilidad.

La compañía i3D Concept, usuario de la máquina AM250 de Renishaw, desarrolló y optimizó el diseño. El componente, fabricado en titanio, es un ejemplo de la consolidación efectiva de piezas. Anteriormente compuesta de varias piezas de aluminio mecanizadas y soldadas, ahora se ha consolidado en un solo componente. Esta optimización topológica resultó en un ahorro de masa de aproximadamente el 40%.