Acea publicó un comunicado sobre la votación del Parlamento Europeo, el 9 de noviembre, respecto a la nueva normativa de emisiones de vehículos de carretera
“Euro 7 debe encontrar el equilibrio entre las preocupaciones ambientales y la competitividad industrial”
La Asociación de Fabricantes de Automoviles de Europa (Acea, por sus siglas en inglés) reconoció que la nueva Euro 7 tienen un enfoque más realista, en comparación con la propuesta del la Comisión Europea el año pasado. Sin embargo, desde la entidad advirtieron que “la normativa aun conlleva un costo elevado y en un momento crítico para la transformación industrial”.
“El hecho persiste en que la Euro 7 representa una inversión significativa para los fabricantes de vehículos, sumándose a sus enormes esfuerzos de descarbonización”, afirmó Sigrid de Vries, directora general de Acea. “Además, llega en un contexto geopolítico y económico extraordinariamente desafiante, caracterizado por el aumento de los precios de la energía, escasez en la cadena de suministro, presiones inflacionarias y una demanda del consumidor rezagada. Europa necesita una Euro 7 proporcionada que equilibre las preocupaciones medioambientales y la competitividad industrial”, añadió.
“No puede haber dudas sobre el compromiso de la industria con la mejora de la calidad del aire. Por eso, el sector automotriz ya ha destinado recursos extensivos a los últimos estándares de contaminantes Euro, Euro 6/VI”, explicó de Vries. “Estas inversiones han dado sus frutos, ya que las emisiones de escape son apenas medibles hoy en día”, aseveró.
Acea considera lógico “abordar las emisiones de frenos y neumáticos con la Euro 7, ya que también son relevantes para los vehículos eléctricos y serán la principal fuente de emisiones contaminantes en las carreteras en el futuro. Sin embargo, dado que los métodos de prueba para las emisiones no relacionadas con el escape son completamente nuevos y no probados, se debe garantizar la viabilidad técnica de estos nuevos objetivos”.
Por último, la asociación instó a los responsables políticos a asegurar que prevalezca el realismo durante las negociaciones y "a no permitir que una Euro 7 desproporcionada descarrile el progreso ya logrado por los fabricantes".