"El riesgo de impago está aumentando progresivamente para los gasolineros"
Riesgo de impago
Según un estudio de Insight View, el 19% de las empresas dedicadas al suministro de combustible se encuentra en riesgo máximo o elevado de incumplir sus pagos, lo que supone una mejora de un punto respecto a los valores de hace un año. Sin embargo, este porcentaje varía según la antigüedad, la localización y el tamaño de las gasolineras, siendo más elevado entre las situadas en provincias como Madrid, Málaga, Granada o Valencia.
A este respecto, Julio López, presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes), señaló que “efectivamente el riesgo de impago está aumentando progresivamente para los gasolineros. En los últimos años, las estaciones de servicio hemos empleado la liquidez que teníamos para aguantar malos años de tesorería y perdidas, hasta llegar al punto en el que nos encontramos en la actualidad”.
El estudio de Insight View señala que los peores comportamientos financieros se registraron entre las gasolineras fundadas durante la última década.
El informe también revela que el sector trabaja con un plazo medio de aprovisionamiento de once días y un margen sobre ventas en torno al 2%, lo que muestra una mejora en la estabilidad desde el año 2016. No obstante, estos datos pueden verse afectados por la evolución de las cotizaciones internacionales del crudo y los productos derivados, que han experimentado un fuerte incremento desde enero de 2021.
Por su parte, Nacho Rabadán, director general de CEEES, indicó que “cuando observamos el estado del sector todo depende del marco de referencia que tomemos para realizar el análisis. Si nos comparamos con cómo estábamos hace un año, la situación ha mejorado, pues no nos vemos obligados a hacer de banqueros de la Administración con la famosa bonificación de 20 céntimos que hicimos las estaciones de servicio. Si tomamos como vara de medir la situación de 2007, cuando las ventas medias por estación eran de 3,5 millones de litros —frente a los 1,8 millones actuales—, la situación ha empeorado considerablemente”.
Además, el director general de la CEEES expresó que “el análisis se corresponde en gran medida con lo que detectamos desde la confederación, si bien es cierto que en determinados territorios o ciertos modelos empresariales la situación es peor que en otros”.
Asimismo, el documento señala que los peores comportamientos financieros se registraron entre las gasolineras fundadas durante la última década. El riesgo de impago se eleva hasta el 27% de las empresas en este segmento, según los datos de Insight View. Entre las gasolineras entre los diez y los 25 años de antigüedad esta ratio se sitúa en el 15% y cae hasta el 13% en aquellas con más de 25 años.
Para Nacho Rabadán, “las empresas más maduras saben exactamente en qué consiste su negocio y no entran en este segmento de actividad económica para especular. Además de esa profesionalidad demostrada a lo largo de décadas, lo normal es que en la mayoría de estos casos las estaciones de servicio cuenten con la ubicación ideal para garantizar la movilidad de los automovilistas”.
“Esta es una situación que está afectando sobre todo a las gasolineras más pequeñas ubicadas en los espacios rurales o en la España vaciada. Además, los negocios de distribución de carburante que han empezado a operar más recientemente todavía arrastran la amortización derivada de la financiación inicial, que en este negocio supone un desembolso muy importante. En este punto, las estaciones de servicio más antiguas tienen una fortaleza grande por su carácter histórico y, además no deben afrontar esas inversiones iniciales”, explica Julio López
Otro factor que puede influir en el riesgo de impago es el uso de nuevos métodos de pago en las estaciones de servicio, como las aplicaciones móviles o las tarjetas ‘contactless’. Según un estudio de UniversalPlay, en 2022 más de la mitad de los conductores españoles (54%) optaba por este método de pago. Este contexto supone un reto para garantizar la seguridad y la fiabilidad de los cobros. “La gente está utilizando mucho los sistemas pagos digitales o con tarjeta y esto afecta directamente a nuestra liquidez porque aplaza el cobro para los gasolineros”, explicó Julio López.
“Estamos ante un negocio operado en un sector muy maduro en el cual sólo se sobrevive si se tiene mucha experiencia y se es muy flexible. Con ese perfil, el sector continúa siendo rentable, pero la madurez ha hecho disminuir mucho la rentabilidad”, recordó Nacho Rabadán.
Subida de precios
De acuerdo con los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el precio medio de venta al público del barril Brent en enero de 2022 fue de 86,4 dólares, lo que supone un aumento del 35,5% respecto a enero de 2021. El precio medio de venta al público de la gasolina en enero de 2022 fue de 1,571 euros/litro, lo que supone un aumento del 23,8% respecto a enero de 2021. El precio medio de venta al público del gasóleo en enero de 2022 fue de 1,448 euros/litro, lo que supone un aumento del 26,9% respecto a enero de 2021.
Por otra parte, según el informe de “Mercado del petróleo y los biocarburantes” de la CNMC, el precio medio de venta al público del gasóleo de automoción en España en la semana del 27 de junio al 3 de julio de 2023 fue de 1,661 euros/litro, lo que supone un aumento del 14,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Estas subidas fueron provocadas por varios factores, como la recuperación de la demanda tras el impacto de la pandemia, las tensiones geopolíticas, los recortes de producción por parte de la OPEP+ y sus aliados, o el efecto del tipo de cambio euro-dólar.
Estas subidas fueron provocadas por varios factores, como la recuperación de la demanda tras el impacto de la pandemia, las tensiones geopolíticas o los recortes de producción por parte de la OPEP+.
Estas variaciones en las cotizaciones internacionales se trasladan al precio final que pagan los consumidores en los surtidores, aunque no de forma proporcional ni inmediata. Esto se debe a que el precio final está compuesto por otros elementos además del coste del combustible al por mayor, como los impuestos (que representan más del 50% del precio final) y los márgenes de distribución y comercialización (que dependen de factores como la localización geográfica, las relaciones entre compañías petroleras y estaciones de servicio, o las políticas de marketing empresarial).
En este punto, Nacho Rabadán aseveró que “actualmente los precios son sensiblemente más bajos que los que teníamos hace un año, cuando alcanzamos máximos históricos, pero siguen siendo inasumiblemente altos para negocios que, como el nuestro, viven del volumen. La demanda ha demostrado ser elástica con respecto al precio y tenemos el PVP medio del gasóleo 18 céntimos por encima de hace dos años y 39 céntimos por encima de hace tres años. En el caso de la gasolina, el precio por litro es 20 céntimos más caro que en julio de 2021 y 44 céntimos más caro que en el mismo mes de 2020”.
Otro de los factores que ha contribuido a la subida de los precios internacionales ha sido el recorte voluntario de producción anunciado por la OPEP+, que agrupa a los países miembros del cártel petrolero y otros productores externos. En abril de este mismo año, esta alianza acordó reducir su oferta conjunta en 1,6 millones de barriles diarios. Esta medida, que busca apoyar la estabilidad del mercado y contrarrestar el exceso de oferta, ha sido criticada por Estados Unidos, que aboga por unos precios más bajos para favorecer el crecimiento económico y limitar los ingresos de Rusia.
Por otra parte, Desde Riyadh señalaron que “las reducciones eran una medida de precaución destinada a apoyar la estabilidad del mercado”. Asimismo, en octubre de 2022, cuando se vivió una situación similar, el ministro de Estado de Recursos Petroleros de Nigeria, Timipre Sylva dijo que el grupo “busca precios alrededor de los 90 dólares el barril”.
Mejora la rentabilidad en verano
El verano es una época favorable para las estaciones de servicio, ya que se produce un aumento de la demanda de combustible debido al incremento de los desplazamientos por carretera. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), este 2023 se prevé que durante los meses de verano se produzcan 95 millones de desplazamientos en España, un 1,75% más que los movimientos registrados en verano de 2022.
Este mayor consumo de carburante se traduce en una mejora de la rentabilidad de las gasolineras, que pueden aprovechar para compensar los meses de menor actividad o para realizar inversiones en sus instalaciones. Además, las gasolineras pueden incrementar sus ingresos por la venta de otros productos y servicios asociados al combustible, como tiendas, cafeterías, lavaderos o talleres. Estos negocios complementarios pueden suponer hasta el 40% del beneficio bruto de explotación (EBITDA) de una estación de servicio, y su demanda también se ve favorecida por el aumento del tráfico en verano, según el informe elaborado por Gesvalt.
En esta misma línea, Julio López apuntó que “hemos experimentado una pequeña subida en las ventas aprovechando el verano y la operación salida, pero esto es algo cíclico. En la época estival nuestras cifras siempre mejoran mucho y también lo hace nuestra liquidez, aunque rápidamente volverá el invierno y debemos estar preparados”.
En esta misma línea, el director general de la CEEES expresó: “Esperamos que la demanda repunte algo en este periodo, pero somos conscientes de que la situación económica general sigue sin ser especialmente boyante. Ello, unido a los elevados precios que comentábamos anteriormente, nos hace ser cautos en nuestras previsiones”.
Transición energética
Además, el sector de las gasolineras en España se enfrenta al reto de adaptarse a la transición energética hacia una movilidad más sostenible y descarbonizada, que implica una mayor penetración de los vehículos eléctricos e híbridos, así como el desarrollo de otras alternativas como el hidrógeno, el biogás o los biocombustibles. Estas opciones suponen una oportunidad para diversificar la oferta energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero también plantean desafíos para garantizar la rentabilidad y competitividad del sector.
En este contexto, las gasolineras deberán afrontar inversiones, en muchos casos muy importantes, para adaptar sus infraestructuras y servicios a las nuevas demandas de los consumidores, así como para cumplir con la normativa ambiental y fiscal. Del mismo modo, deberán hacer frente a una mayor competencia por parte de otros agentes que pueden establecer puntos de recarga eléctrica o suministro de otros combustibles alternativos.
Uno de los aspectos clave para impulsar la movilidad eléctrica es el despliegue de una red suficiente y accesible de puntos de recarga.
Según el mapa elaborado por Electromaps, en España hay actualmente 11.517 puntos de recarga públicos, lo que supone un 5% del total europeo. Sin embargo, desde el sector se reclama una red mínima de aproximadamente 70.000 puntos en 2023, 120.000 en 2025 y 340.000 en 2030. Para ello, se prevé que las estaciones de servicio jueguen un papel importante, ya que el Gobierno les ha impuesto la obligación de instalar puntos de recarga rápida o ultrarrápida en función de su volumen de ventas.
Otra vía para fomentar la movilidad sostenible es el desarrollo del hidrógeno y los combustibles verdes, que pueden aprovechar la infraestructura existente de las gasolineras para su distribución. El hidrógeno es un vector energético que se puede obtener a partir de fuentes renovables y que es capaz de alimentar vehículos eléctricos con pila de combustible. Por otra parte, los combustibles verdes son aquellos que se obtienen a partir de biomasa o residuos orgánicos y que pueden sustituir parcial o totalmente a los derivados del petróleo. Ambas opciones tienen un gran potencial para reducir la dependencia energética y las emisiones contaminantes, pero también requieren superar barreras técnicas, económicas y regulatorias.
“La misión de CEEES es defender los intereses de sus asociados y su visión es continuar garantizando la movilidad de empresas y particulares, independientemente de la energía que propulse sus vehículos. Recientemente nos adherimos a Mobility City como punto de referencia fundamental para el ecosistema de la movilidad y las estaciones de servicio. La distribución de carburante resulta eslabón imprescindible de esta cadena, estamos llamadas a jugar un papel protagonista en este espacio de divulgación y transferencia de conocimiento”, recordó Nacho Rabadán.
"La misión de la confederación es defender los intereses de sus asociados y continuar garantizando la movilidad de empresas y particulares, independientemente de la energía que propulse sus vehículos", aseguró Nacho Rabadán, director general de la CEEES.
“Desde la confederación estamos lanzando una potente campaña de apoyo a asociados que bajo el título ‘Un café con CEEES en…’ recorrerá diferentes puntos de la geografía española dando soporte a las organizaciones que conforman la confederación y explicando a las pymes del sector la labor que nuestros socios hacen por ellas”, adelantó el director general de la CEEES.
“Adicionalmente, coincidiendo con la presidencia española del Consejo de la UE, a finales de septiembre organizaremos un interesante evento en Bruselas en el que analizaremos qué opciones reales tenemos para llevar a cabo la transición energética que Europa merece y necesita. Estoy seguro de que la revista Estaciones de Servicio informará puntualmente de todo ello a sus lectores”, añadió Nacho Rabadán.
Por todo ello, el sector de las estaciones de servicio y la distribución minorista de combustible en España se encuentra ante un escenario de incertidumbre, que requiere una gestión eficiente y una visión estratégica para afrontar los cambios que se avecinan en el mercado energético y de la movilidad.