Repsol prolonga hasta el 15 de septiembre el descuento de hasta 30 céntimos por litro
Repsol, “en un contexto de tensión en las cotizaciones internacionales de la gasolina y el gasóleo −principal variable a la hora de determinar el precio de los combustibles, junto con los impuestos−, ha decidido continuar apoyando a sus clientes y mantendrá los descuentos en sus más de 3.300 estaciones de servicio en España”. Los clientes particulares que usen la aplicación gratuita Waylet continuarán beneficiándose a partir del 1 de julio y durante todo el verano −período en el que se concentra un gran número de desplazamientos vacacional− de un descuento añadido mínimo de 10 céntimos de euro por litro, que se suma a la bonificación de veinte céntimos ofrecida por el Estado.
Fuentes de la compañía presidida por Antonio Brufau remarcan en una nota de prensa que “la rebaja del precio total en las estaciones de servicio de Repsol alcanza de este modo los 30 céntimos de euro por litro de combustible, un descuento al que se suman otros habituales”.
Por otro lado, los clientes que acudan a las estaciones de servicio de Repsol y no utilicen Waylet sumarán cinco céntimos de descuento a la bonificación de veinte céntimos, por lo que en estos casos el descuento total se mantendrá en veinticinco céntimos de euro por litro.
Para el colectivo de transportistas, la multienergética mantendrá durante todo el verano su descuento mínimo de diez céntimos de euro por litro a los profesionales que cuenten con la tarjeta Solred, a los que también hay que sumar los veinte céntimos de bonificación ofrecidos por el Estado, por lo que el descuento mínimo será de treinta céntimos de euro por litro. “La oferta es compatible con otras que ya reciben habitualmente los transportistas y autónomos a través de esta tarjeta”, añaden desde Repsol.
Asimismo, los transportistas y profesionales que no utilicen Solred tienen una rebaja adicional de cinco céntimos de euro por litro de combustible sobre la bonificación estatal de veinte céntimos. Por tanto, la rebaja del precio en estos casos será de veinticinco céntimos de euro por litro en total también a partir del 1 de julio.
“Compromiso con los clientes”
“Estos descuentos se están aplicando a costa de los márgenes comerciales de la compañía y han reducido prácticamente a cero el resultado del negocio de estaciones de servicio de Repsol en España en abril y mayo −los dos primeros meses completos de puesta en marcha de estas medidas de apoyo a los clientes en un entorno internacional excepcional−”, en un entorno “de aumento de los costes en general y de mantenimiento de la carga fiscal que se aplica a la gasolina y el gasóleo”.
En este sentido, Repsol se hace eco de las declaraciones realizadas el pasado viernes en los cursos de verano de la UIMP de la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, quien declaró que “los márgenes se han contenido y han disminuido sensiblemente en muchas estaciones de servicio”. Fernández añadió que el organismo regulador sigue “muy de cerca” la evolución de los márgenes afirmó que, en general, no se ha detectado “efecto de absorción” de estos descuentos.
Repsol fue el primer operador que estableció voluntariamente, tanto a particulares como a transportistas, descuentos adicionales a otros habituales que ya vienen disfrutando sus clientes desde hace años y, desde el 1 de abril, adicionales también a la bonificación estatal, aseguran las mismas fuentes.
“Desde el 16 de marzo y hasta el 30 de junio, Repsol cifra en 150 millones de euros el ahorro total ofrecido a sus clientes a razón de los diez o cinco céntimos de euro por litro de descuento, que, sumados a los habituales, alcanzan los 215 millones de euros. Este esfuerzo, que está en línea con el compromiso de Repsol con la sociedad, ha sido asumido íntegramente por la compañía y no incluye la bonificación de veinte céntimos de euro por litro del Estado”, remarca Repsol.
“Excepcional contexto internacional”
El aprovisionamiento y refinado de petróleo, así como el suministro de combustibles a los clientes, está atravesando en Europa un momento complicado. Al impacto sobre los precios derivado de la subida del dólar frente al euro y del aumento de las cotizaciones en los mercados internacionales de crudo, gasolinas y gasóleos, se añade el efecto derivado de la guerra en Ucrania, del veto parcial a la importación de materias primas y productos acabados, especialmente diésel, procedentes de Rusia, y de la reducida capacidad de refino existente en el continente.
En la última década han cerrado 24 refinerías en la Unión Europea, más del 10% de la capacidad de refino del continente, principalmente por un entorno de escasa rentabilidad e incertidumbre regulatoria. Por el contrario, el consumo de gasolina, diésel y queroseno ha aumentado en el mismo período un 1,3%. Este desajuste entre la oferta y la demanda ha provocado un encarecimiento de los precios de referencia mundiales, basados en cotizaciones internacionales que se rigen por dinámicas globales que van más allá del propio incremento del coste de la materia prima, el crudo.
Pérdidas de explotación en refino durante 2020 y 2021 de 857 millones de euros
En España, cualquier operador puede comprar y vender gasolina y gasóleo en el mercado internacional. Repsol, por ejemplo, una vez cubierta la demanda en España, exporta gasolina a Estados Unidos y gasóleo a Francia. Producir combustibles en España evita la incertidumbre actual de encontrar suministros para importaciones alternativas a las rusas, que sí sufren otros países europeos. Por este motivo, si no existiese actividad de refino en España, los precios de los combustibles serían iguales o superiores.
La ausencia de un sistema de refino nacional tendría efectos muy negativos en la balanza comercial y el empleo industrial del país, del que dependen en la actualidad directamente unas 200.000 familias. Esta actividad industrial, considerada esencial para la economía española, se ha mantenido en un entorno de márgenes bajos o incluso negativos, como durante los peores meses de la pandemia por coronavirus.
Las compañías españolas de refino del grupo Repsol, durante 2020 y 2021, tuvieron unas pérdidas de explotación de 857 millones de euros. Como principal operador de refino de España, Repsol ha invertido desde 2008 aproximadamente 1.000 millones de euros al año en sus instalaciones para mantener su competitividad, incrementar su eficiencia y añadir nuevas unidades de combustibles renovables, como los biocombustibles avanzados que se empezarán a producir en su refinería de Cartagena, Murcia, el próximo año.