Entrevista a Ángel Zamorano, expresidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Cádiz
Ángel Zamorano, nacido en 1939, se inició muy pronto como empresario. En su larga trayectoria empresarial ha tocado diversos palos, puesto que ha impulsado negocios en sectores como el de las estaciones de servicio, el de las bodegas, el agrícola y el de la construcción. Una variada y diversificada actividad empresarial en la que su formación le ha sido de gran ayuda. Y es que Zamorano, profesor mercantil, ejerció como profesor ayudante de Economía y Estadística en la Escuela Profesional de Comercio de Jerez, una labor que tuvo que abandonar para atender sus negocios.
Su experiencia en el mundo de las estaciones de servicio arrancó en 1966, cuando con 27 años puso en marcha “la primera estación de servicio dentro de Jerez”, aunque su relación con los hidrocarburos es anterior, ya que unos años antes instaló un punto de venta en el cual se comercializaba queroseno, que sustituyó al carbón como fuente energética utilizada en las cocinas. En aquellos años, recuerda, “se formaban colas en los surtidores en los que vendíamos ese producto que las amas de casa transportaban en latas de cinco litros de capacidad”.
En la actualidad Zamorano posee dos estaciones de servicio y gestiona una tercera, todas ellas en Jerez, cuya población supera los 212.000 habitantes. El empresario, madrileño de nacimiento, está “casado con una jerezana” y tiene tres hijos, ninguno de los cuales continuará su actividad empresarial, que ha desarrollado durante 56 años. Uno de ellos ejerce como arquitecto, mientras que los otros dos “ocupan puestos importantes en instituciones internacionales fuera de España”.
Entre sus aficiones, Zamorano cita la navegación, el campo y la cría de caballos árabes, actividad que desempeñó “durante muchos años”. En este terreno, y corroborando su apuesta por el asociacionismo, nuestro protagonista fue uno de los impulsores, a finales de los años 80, de la Asociación Andaluza de Criadores de Caballos de Pura Raza Árabe.
Durante los 29 años durante los cuales ha estado al frente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Cádiz, relata nuestro interlocutor, “he intentado transmitir a los asociados toda la información que he recibido de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES); de la Federación de Asociaciones de Empresas de Estaciones de Servicio de Andalucía (Fedaes); de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz; de la Cámara de Comercio…, ya que -debido a todo lo que se legisla y los continuos cambios en nuestro sector a todos los niveles- es necesario tener informados al día a los compañeros para evitar sorpresas y sanciones y además actualizar nuestras gasolineras en la aplicación de toda la normativa que de forma continua nos afectan”.
Zamorano destaca que los integrantes de la asociación gaditana “formamos la gran familia de gasolineras”, y añade que “los contactos personales que he tenido con los asociados han sido continuos. Todos los años celebramos nuestra asamblea anual y una comida de hermandad donde participan, invitados por la asociación, los asociados y sus familiares. Se trata de afianzar una convivencia fundamental para mantener viva la unión de los asociados y, además, vernos personalmente para comentar las novedades, cambios e incidencias de cada uno”. El empresario remarca que “la comunicación e información son fundamentales y muy necesarias (…), máxime en los tiempos de dificultad como los actuales”. En este sentido, Zamorano apunta que la gestión de “la tragedia del coronavirus es un ejemplo”, puesto que desde el colectivo provincial se ha enviado “toda la información que recibimos de CEEES”, lo que permite que los asociados valoren “lo importante que es pertenecer a una agrupación profesional que les ayuda a resolver muchos problemas que de forma individual -al carecer de medios que permitan estar al día de todo aquello que deben conocer y aplicar en sus empresas- no resolverían con la misma agilidad y certeza”.
En los 29 años en los que nuestro protagonista ha estado el frente la asociación, "ningún socio se ha dado de baja de la misma por estar en desacuerdo con el funcionamiento del colectivo", subraya, para añadir que “me marcho muy satisfecho de mi labor durante tantos años y, además, con el reconocimiento de los compañeros”.
¿Cuáles son los principales avances que se han logrado en el sector durante las casi tres décadas en las que ha estado al frente de la asociación gaditana?
En los últimos años nuestro sector ha dado un giro de 180 grados. En el año que inicié mi presidencia (1992) se produjeron dos acontecimientos importantísimos para el sector gaditano: la desaparición del monopolio en el sector y la celebración Expo de Sevilla, para la que se construyó la autovía Sevilla-Madrid.
Al pasar nuestros contratos del monopolio a firmarlos con petroleras cambió el concepto, y se pasó de gasolineras a estaciones de servicio, puesto que los negocios se transformaron y se modernizaron las existentes, dando como resultado una red en la que se ofrece a los clientes otros servicios y productos: áreas de lavado, tiendas, cafeterías, restaurantes… Se abrieron así nuevas fuentes de ingresos y se crearon miles de puestos de trabajo. España consiguió en pocos años la red de estaciones de servicio más moderna de Europa.
La lectura negativa a esta transformación es que pasamos de seis mil a once mil puntos de venta, lo que ha provocado un exceso de puntos de suministro y la consiguiente caída de ingresos, así como de una profunda caída en la rentabilidad de nuestros negocios.
Tras la crisis económica provocada por la quiebra de Lehman Brothers en 2008, nuestro sector perdió un 40% de las ventas, que no recuperó. Y sobre lo que quedó hemos vuelto a perder un 20% con el coronavirus, por lo que la situación actual es muy complicada. Esperemos salir de ella con la recuperación de las ventas.
¿Cuáles serán, en su opinión, los cambios más importantes que vivirán las estaciones de servicio en la próxima década? ¿Serán muy diferentes las estaciones urbanas y las que esten ubicadas en zonas rurales?
Los cambios en las estaciones de servicio para la próxima década son un enigma, puesto que se plantea la descarbonización de la economía europea y la supresión del uso de los combustibles fósiles.
(…) El coche eléctrico tiene unos costes de fabricación muy elevados y, por tanto, una clientela limitada. Más adelante, parece que el hidrógeno puede ser una solución, pero todo ese abanico de posibilidades aún se encuentra en periodo de debate y aún no hay decisiones finales sobre cuáles serán las energías que permitirán el funcionamiento de los vehículos.
No podemos pasar por alto que el parque automovilístico de España es de los más viejos de la Unión Europea (según los datos publicados, 13,11 años de media) y esto es debido, por un lado, al bajo poder adquisitivo de los ciudadanos y, por otro, a la incertidumbre del comprador, que no tiene claro qué vehículo adquirir. El resultado es que la caída de las ventas en los concesionarios es manifiesta.
Con esta situación, para los empresarios del sector es muy difícil tomar una decisión y saber qué camino seguir, ya que no podemos esperar años para que las inversiones que se nos piden sean rentables. Y no podemos implantar todas las soluciones energéticas que existirán en el futuro debido a sus elevados costes y, por ahora, nula rentabilidad.
En cuanto a las estaciones de servicio urbanas y aquellas que están ubicadas en zonas rurales, creo que las segundas, si tienen cerca una cooperativa que venda carburantes a no socios lo tendrán muy difícil. Desde mi punto de vista, las urbanas tendrán que esperar a que se definan y consoliden los productos que tendremos que comercializar.
Es evidente que las estaciones de servicio no estamos pasando por nuestro mejor momento, tanto por nuestra rentabilidad como por el hecho de que desconocemos qué tipo de productos vamos a vender para que nuestras gasolineras sigan siendo rentables y podamos mantener los puestos de trabajo.
¿Qué destacaría de su pertenencia al Comité Ejecutivo de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio?
Mi experiencia en CEEES me deja unos recuerdos imborrables, desde la aprobación de la Ley 19/1977, que reguló el derecho de asociación y que dio forma a las asociaciones profesionales, ya formaba parte activa en la confederación.
He convivido con todos los presidentes y participado activamente en todos los debates y acuerdos. Nuestra confederación ha tenido y tiene un gran peso como asociación sectorial y su trabajo hace que la gran mayoría de las asociaciones de estaciones de servicio estén integradas en CEEES, lo que le otorga un gran peso a nivel nacional en la firma de acuerdos, y gracias también a que mantiene una buena relación con las organizaciones sindicales, con las petroleras, con el mundo de los proveedores, etcétera.
La forma de trabajar de CEEES ha ido evolucionando para adaptarse a las necesidades que hemos tenido en nuestros negocios. Y somos reconocidos por ser una institución que en el día a día transmite a sus asociados toda la información y legislación que nos puede afectar, como demuestra la colaboración que mantenemos desde hace años con un despacho de abogados que nos presta una gran ayuda. Me gustaría destacar que en las asambleas trimestrales que celebramos debatimos y alcanzamos acuerdos sobre todo aquello que va surgiendo y que afecta a nuestros negocios.
Me he marchado con la satisfacción de haber trabajado y colaborado con compañeros que me han dado mucho cariño y apoyo en mi trabajo en CEEES. He formado parte en cuatro Comités Ejecutivos con Manuel Amado, Juan Prats, Javier Bru y el actual, Jorge de Benito, a los que desde aquí les doy las gracias por haber contado con mi colaboración.
¿Quiere transmitir algún mensaje a los empresarios del sector?
Quiero transmitir a todos los compañeros que ser empresario no es fácil y más en un sector como el nuestro, en el que vendemos productos que están sujetos a normativas especiales. En todos los años que llevo en el sector, que son muchos, ha habido momentos de mucha preocupación por todas aquellas situaciones imprevisibles que tenemos que resolver y otros de satisfacción y alegría.
Estamos en un momento muy delicado en nuestro sector y es difícil tomar decisiones sobre las transformaciones que tendremos que asumir y que, al no haber antecedentes, ignoramos cuál será mejor ni los costes que conllevarán, pero igual que hemos resuelto anteriormente situaciones y grandes problemas, con la experiencia que arrastramos sacaremos adelante nuestras estaciones de servicio para poder mantenerlas activas y rentables con nuestro personal, que tanto nos ayuda.
¿A qué va a dedicar el tiempo libre que le dejará haber cedido el relevo en la asociación de Cádiz?
Creo que la mejor medicina para los mayores es el trabajo, así que seguiré en activo y, si por fin podemos salir de nuestras casas, volver a viajar.