Un reto gigantesco
El pasado 29 de septiembre la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) celebró una jornada en la que se abordaron “las distintas opciones que las estaciones de servicio tienen a su alcance para jugar un papel protagonista en la inevitable transición energética que nuestro sector está llamado a protagonizar”. El evento contó con el patrocinio de Etecnic, edp, Framatome e Iberdrola y con la colaboración de AOP, Auren, CEOE y la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas.
Como ya es costumbre, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, CEEES, organizó una jornada que bajo el título ‘El papel de las estaciones de servicio en una transición energética sostenible, justa e inclusiva’ se celebró el 29 de septiembre y en la que participaron, entre otros ponentes, Clara Arpa, presidenta de la Red Española del Pacto Mundial; Zoilo Ríos Torre, asesor del presidente y responsable de Nuevas Energías en CEEES, y Carlos Martín, director Técnico y de Medio Ambiente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
Durante la jornada representantes de Etecnic, Framatome Spain, edp, Iberdrola y Auren ofrecieron a los asistentes un breve resumen de su oferta de productos y servicios dirigidos a facilitar la adaptación de las estaciones de servicio a la futura movilidad o, en el caso de Auren, cómo acceder a ayudas destinadas a facilitar esos cambios.
La transición energética “ya está costando dinero”
La presentación de la jornada corrió a cargo del presidente de CEEES, Jorge de Benito, quien señaló que la Ley de Cambio Climático y de Transición Energética “se ha hecho de espaldas a todos los sectores”. Asimismo, De Benito denunció que “no se han escuchado las alegaciones de los profesionales del sector (…) y eso no es sostenible, ni justo ni inclusivo”. No obstante, añadió, “a pesar de las dificultades vamos a seguir trabajando para que esa transición energética sea realmente sostenible, justa e inclusiva para todos”.
El máximo responsable de CEEES también hizo referencia a la necesidad de que se respete la neutralidad tecnológica, y advirtió que la transición energética “ya está costando dinero, un dinero que vamos a pagar a través de impuestos que se van a cobrar en las estaciones de servicio”. En cuanto al incremento del PVP de los carburantes, explicó que a la subida de la cotización del petróleo hay que añadir el encarecimiento, “de manera alarmante”, de los biocombustibles. En este sentido, el progresivo aumento del porcentaje de biocombustibles en gasolinas y gasóleos será un factor que empujará al alza el precio de venta al público de los combustibles.
El empresario cántabro también hizo referencia al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, al que las principales operadoras del mercado aportarán durante este año más de mil millones de euros, una cantidad, dijo, que se obtendrá incrementando los precios de gasolinas y gasóleos, entre otros.
El presidente de CEEES reiteró el papel que está jugando la confederación como interlocutor ante distintas administraciones, y recordó el dinamismo de la patronal que lidera, que participa de forma habitual en foros de debate y jornadas formativas en las que colabora con organizaciones de sectores cercanos al de la distribución de carburantes, así como de otras zonas geográficas.
De Benito, quien agradeció su asistencia a las más de doscientas treinta personas registradas en la jornada, recordó una vez más el papel que juega el asociacionismo, más aún en un momento como el actual, en el que todos los grupos interesados en la movilidad están jugando sus cartas para presionar a las administraciones con el objetivo de beneficiar los intereses que representan.
Clara Arpa, presidenta de la Red Española del Pacto Mundial, se dirigió a los asistentes en un corto vídeo en el que remarcó que las estaciones de servicio continuarán jugando un rol fundamental para asegurar la movilidad del futuro.
En este punto recordamos que la Red Española del Pacto Mundial reúne a las entidades españolas adheridas al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social corporativa (RSC) empresarial a nivel mundial.
Arpa, quien animó a las estaciones de servicio a que alcancen “esa transición que necesitamos en el menor tiempo posible”, instó a las estaciones de servicio a que “se vean como verdaderas protagonistas” en el cambio de modelo energético en el que está inmersa Europa.
Un “patente” compromiso con la movilidad sostenible
El asesor de Nuevas Energías de CEEES, el empresario aragonés Zoilo Ríos, fue el siguiente en intervenir en la jornada. Ríos, quien describió como “apasionante” el momento que viven el sector energético y el de la movilidad, señaló que el compromiso de la confederación por la movilidad sostenible “es patente”. En su opinión, las estaciones de servicio deben de ampliar su foco y no centrarse exclusivamente en los carburantes tradicionales, sino en la movilidad. “Tenemos que dejar de ser gasolineras para ser estaciones de servicio orientadas a la movilidad”, remarcó, para añadir que es necesario aprovechar las oportunidades que puedan surgir en esta transición.
Ríos mostró sus dudas sobre la sostenibilidad económica que para una estación de servicio actual supone ofrecer todas las energías que se pueden aplicar a la movilidad. El empresario enumeró los distintos carburantes y diferentes energías, así como otros consumibles, como la urea, que hoy en día pueden encontrarse en una estación de servicio, confirmando que el abanico es amplio, pero la demanda pocas veces acompaña las inversiones necesarias para ofrecer tantas alternativas.
En España, según los últimos datos suministrados por la AOP, señaló Ríos, operaban a finales del pasado año 11.248 puntos de venta de combustibles para automoción. De ellos, en 741 se suministra autogas, en 95 gas natural comprimido (GNC), en 63 gas natural licuado (GNL) y en 8.040 se ha instalado algún punto de recarga de baterías eléctricas.
Ríos aportó datos que revelan cómo el cambio de modelo energético aplicado a la movilidad se enfrenta “a una realidad tozuda”. Así, a finales de 2019 el parque móvil español estaba integrado por 15.134.743 vehículos alimentados por gasolina y 18.633.588 por gasóleo, mientras que otros 178.637 vehículos recurrían a otras energías y/o carburantes. Con esas cifras, cada estación de servicio tiene una ratio de potenciales clientes de tres mil vehículos con motores de combustión interna; de 120 alimentados por autogas (GLP) y gas natural vehicular en sus dos versiones (GNC y GNL); y de seis vehículos eléctricos.
El asesor de Nuevas Energías de CEEES remarcó una evidencia que es la base de la supervivencia de cualquier empresa: el margen comercial, la rentabilidad, que debe existir si se quiere preservar la sostenibilidad del negocio y de los empleos que genera. “Si no se obtiene rentabilidad en el punto de recarga o en el de suministro de hidrógeno o de cualquier otro combustible alternativo, esto no va a funcionar”.
En sus conclusiones, Ríos solicitó a la clase política que el proceso de descarbonización cuente con una estrategia estable en el tiempo, y que se permita aprovechar todas las posibilidades tecnológicas para alcanzar ese objetivo, por lo que apeló al respeto de la neutralidad tecnológica, ligando este concepto a la necesidad de modernizar el parque rodante que en la actualidad en España sigue envejeciendo. Asimismo, se mostró partidario de aprovechar la actual red de estaciones de servicio. Al hilo de esta afirmación, apuntó que entre el 60 y el 70% de los vehículos que circulan por las calles y carreteras españolas duermen en la vía pública. Además, subrayó que “lo verde es caro” e insistió en que es necesario establecer un equilibrio entre producción, distribución y consumo de fuentes energéticas dirigidas a asegurar la movilidad de bienes y personas.
Labor divulgativa de CEEES
El director técnico y de Medio Ambiente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos, AOP, Carlos Martín, agradeció a Rabadán y De Benito el papel que está desplegando la confederación en representación de los intereses del sector, un sector “tan importante para asegurar la movilidad” de buenes y personas. Asimismo, destacó las jornadas y eventos que CEEES está celebrando en los últimos meses, “en los que se comparten inquietudes y conocimientos relacionados con la descarbonización de la movilidad”.
Martín explicó que los ecocombustibles “suponen la espina dorsal, la columna vertebral, de nuestra visión sobre cómo podemos y cómo debemos lograr la neutralidad climática a mitad de este siglo”. El director técnico y de Medio Ambiente de la AOP señaló que el colectivo empresarial, integrado, tras la incorporación de Gunvor, por siete empresas, ha plasmado sus propuestas en la denominada ‘Estrategia para la evolución hacia los ecocombustibles’, en la que se recogen las distintas rutas tecnológicas que propone AOP para alcanzar ese equilibrio climático. Algunas de esas tecnologías son ya maduras, como la eficiencia energética, y otras son todavía embrionarias, como la producción de hidrógeno renovable, la captura y almacenamiento de CO2 o la incorporación de nuevas materias primas con menor densidad de carbono para obtener combustibles que, en su ciclo de vida, sean neutros desde el punto de vista de la emisión de CO2. El objetivo, dijio, es lograr que tanto los procesos como los productos de las empresas integradas en AOP sean neutros en dióxido de carbono.
“El transporte supone más de una cuarta parte de las emisiones de CO2 en España, en concreto del 27%, de las cuales más del 90% son imputables al transporte por carretera, por lo que es ineludible que el transporte por carretera se sume al esfuerzo colectivo de todos los demás sectores y del resto de ámbitos de actividad económica para conseguir la neutralidad en las emisiones”, declaró Martín. No obstante, añadió, “no es cierto que no se haya hecho nada, no partimos de cero. Un turismo matriculado hoy en España lanza un 30% menos de emisiones de CO2 que un turismo equivalente lanzado al mercado hace quince años”, afirmó. Martín aportó otro dato que avala el esfuerzo de la industria del refino en mejorar sus registros medioambientales. “En los últimos diez años hemos conseguido dejar de emitir 42 millones de toneladas de CO2”. Frente a los 82 millones de toneladas que emite anualmente el sector del transporte en España, apuntó Martín, el sector del refino lanza a la atmósfera 11 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Las refinerías del futuro aprovecharán diferentes corrientes de materias primas secundarias para reducir las emisiones de CO2.
Pacto Verde Europeo, un reto gigantesco
El Pacto Verde Europeo, que es el nuevo marco político y social de la Unión Europea, implica que de aquí a mitad de siglo el transporte debe reducir en un 90% sus emisiones contaminantes a la atmósfera. “Y esto es brutal, sobre todo para España”, alertó Martín, puesto que el parque de turismos nacional es uno de los más envejecidos de Europa, con una media de edad que supera los trece años.
Martín explicó que hay varias rutas tecnológicas, que pueden llegar a ser complementarias, para producir ecocombustibles y que tienen como nota distintiva que se obtienen combustibles líquidos que presentan bajas o nulas emisiones de CO2 en su ciclo de vida.
Así, se pueden producir biocarburantes sostenibles (biodiésel y bioetanol, entre otros) que deben cumplir los estrictos criterios de sostenibilidad de la Directiva de fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables. Otra posibilidad es la obtención de combustibles sintéticos a partir del hidrógeno renovable producido en las refinerías y de un CO2 capturado directamente de la atmósfera o bien de alguna de las unidades de las refinerías “y, por tanto, con claras sinergias con las rutas tecnológicas recogidas en la Estrategia para la Evolución hacia los Ecocombustibles de la AOP. En este caso se trataría de combustibles sintéticos con emisiones netas cero”, destacó Martín.
En tercer lugar, prosiguió el director técnico y de Medio Ambiente de AOP, “también entendemos como ecocombustibles los ecocombustibles avanzados que tienen como elemento común que se producen a partir de materias primas secundarias, de residuos que pueden ser integrados en los procesos que se llevan a cabo en las refinerías”.
En cuarto lugar, “también consideramos muy prometedora la ruta de los combustibles de carbono reciclado producidos a partir de residuos, por lo que entronca con los objetivos de la Estrategia Nacional de Impulso de la Economía Circular, pero en este caso se trata de residuos que no tienen un origen biológico, una ruta que está avalada por normativa comunitaria que pretende impulsar la descarbonización del transporte”, explicó Martín.
Ventajas ambientales, económicas y geoestratégicas
“Las ventajas de los ecocombustibles son varias”, remarcó Martín. En primer lugar, permiten la descarbonización muy significativa de la intensidad de emisiones. Martín señaló que por cada punto porcentual de ecocombustibles que se añaden a los carburantes tradicionales se ahorra la emisión de 800.000 toneladas de CO2 al año.
El director técnico de la AOP aseguró que, a mitad de este siglo, cada litro de combustible producido en las refinerías españolas tendrá emisiones netas cero, y puso otro ejemplo: “un vehículo nuevo matriculado hoy propulsado por combustibles con emisiones netas cero es tan climáticamente neutro como un vehículo eléctrico alimentado con energía renovable”.
La segunda gran ventaja de los ecocombustibles es su densidad energética (un parámetro fundamental en la movilidad: la cantidad de energía por unidad de volumen) que, a día de hoy, es imbatible: cuatro veces superior a la densidad energética de los carburantes gaseosos y entre quince y veinte veces superior a las baterías de litio.
La tercera ventaja de los ecocombustibles, agregó Martín, es la disponibilidad de materia prima, puesto que existe suficiente biomasa sostenible para su transformación, no solo para usos relacionados con la movilidad, sino también para el resto de usos, ya sean térmicos o de generación eléctrica en condiciones de no competencia y sin impacto en la biodiversidad, tal y como corroboró un reciente estudio el Imperial College.
Martín destacó que esta reducción de emisiones de CO2 en la movilidad “puede ser proporcionada de manera inmediata, ya que los ecocombustibles son compatibles con la actual infraestructura de distribución y transporte representada por la red de estaciones de servicio, una red que la Agencia Internacional de la Energía ha calificado de las más eficientes de distribución energética del mundo”. La inmediatez de la aplicación de los ecocombustibles contrasta con la necesidad de implantar una red que dé respuesta a las necesidades de recarga de los vehículos eléctricos. Además, no sería necesario esperar a que se produzca una lenta renovación del parque de vehículos, afirmó Martín.
Martín, quien mostró un mapa con las iniciativas que ya están impulsando en territorio español para producir combustibles bajos en carbono, todas ellas protagonizadas por el Grupo Repsol, hizo referencia a la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles, que reúne a productores y a consumidores de combustibles líquidos y de la que forman parte 22 asociaciones, 320.000 empresas que generan más de tres millones de puestos de trabajo.
Martín remarcó que el objetivo de descarbonización para mediados de siglo es más que un reto generacional, “es un reto mayúsculo para el que no valen soluciones únicas. No hay una bala de plata, como dicen los anglosajones. La contribución acumulativa complementaria de todas las alternativas con potencial de reducción de emisiones será la que permita lograr ese objetivo. Además, de esta forma, en cada momento cada alternativa podrá maximizar su aportación para reducir el coste de cumplimiento que tendrá que asumir la sociedad para lograr el equilibrio climático. Para nosotros esto es lo que supondría respectar la neutralidad tecnológica”, apostilló.
El director general de CEEES, Nacho Rabadán, preguntó a Martín qué necesitan los operadores para producir en masa estos combustibles bajos o neutros en carbono, cuestión a la que Martín respondió que es necesario contar con certidumbre reguladora. “Para escalar estos proyectos es necesario realizar inversiones muy importantes. Y para poder comprometer los recursos financieros necesarios se requiere un entorno temporal suficiente para así poder competir en el mercado y recuperar las inversiones realizadas”.