Patronales, sindicatos y asociaciones de discapacitados defienden las estaciones de servicio atendidas y seguras
La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) estuvo representada por Antonio Felices, vocal del Comité Ejecutivo de la organización y responsable del grupo de trabajo sobre gasolineras desatendidas.
Durante su intervención en sede parlamentaria, Felices realizó “una encendida defensa de las estaciones de servicio atendidas y seguras”, así como “un concienzudo repaso de las normativas que incumplen las gasolineras desatendidas”, informaron fuentes de la CEEES.
Con esta exposición, el vocal de la CEEES y presidente de la Federación Andaluza de Estaciones de Servicio “cumple una vez más con una de las líneas maestras marcadas en el Plan Estratégico de la confederación, consistente en la lucha contra la competencia desleal que gasolineras desasistidas y cooperativas hacen en el sector de la distribución minorista de carburantes”, informan desde la patronal presidida por Jorge de Benito.
“Luchar hombro con hombro”
“La mejor manera de plantar batalla a la proliferación de las gasolineras fantasma es que todos los integrantes de la confederación, unidos a otras patronales, sindicatos y asociaciones que representan a personas con discapacidad, luchemos hombro con hombro contra este tipo de instalaciones”, declaró Antonio Felices tras su intervención en Comisión de Industria del Congreso de los Diputados.
Felices estuvo acompañado por Zoilo Ríos, vicepresidente de la CEEES, quien reclamó que todos los actores del mercado de la distribución de carburantes “actúen siguiendo criterios de competencia leal y jueguen con idénticas exigencias legislativas y requisitos técnicos”.
Por su parte, Alejandro Ripoll, presidente de Aevecar, hizo especial hincapié en el incumplimiento de las medidas de seguridad que se produce en las gasolineras desatendidas, con el consiguiente riesgo para las personas y el medio ambiente.
Pérdida de empleos
Ángel Marinero y Andrés Muñoz, representantes de CC OO y UGT, respectivamente, pusieron el acento sobre la amenaza que las instalaciones desasistidas constituyen para el empleo. De hecho, en sólo dos años, la red española de estaciones de servicio se ha visto incrementada en 476 puntos de venta y en ese mismo periodo el sector ha perdido 2.700 empleos, “datos que evidencian que cada nueva instalación de suministro que se abre destruye seis puestos de trabajo”, cuantifican desde la CEEES.
Por su parte, Elena Antelo, directora gerente de Cocemfe, reclamó el derecho a la movilidad que asiste a todos los ciudadanos (con independencia de su condición), y advirtió que la proliferación de gasolineras fantasma “ya está provocando serias dificultades para repostar en algunas zonas de España a aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad”.
"Las gasolineras desatendidas ponen en entredicho la seguridad de los conductores, vulneran los derechos de los consumidores, atentan contra la igualdad de derechos de las personas discapacitadas y ponen en peligro los miles de empleos que genera el sector español de las estaciones de servicio y así se lo hemos hecho hoy saber a los miembros de la Comisión de Industria”, resumió Antonio Felices.