Estados Unidos ocultó el impacto que la Deepwater Horizon tuvo sobre las ballenas
Revista Estaciones de servicio29/10/2012
EESS Digital.- Estados Unidos ocultó deliberadamente documentos y fotografías que reflejaban el impacto que tuvo sobre los cetáceos marinos el vertido provocado por la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon de BP en el Golfo de México, según ha denunciado recientemente Greenpeace en las páginas del periódico británico The Guardian.
La organización ecologista hace estas acusaciones tras tener acceso a un conjunto de fotografías tomadas en junio de 2010 (apenas dos meses después del desastre medioambiental) que muestran el cadáver de un cachalote joven, recubierto de petróleo y parcialmente devorado por tiburones, que flotaba en el mar a 123 kilómetros al sur de la plataforma accidentada.
Las fotografías fueron tomadas por agentes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en sus siglas en inglés), a bordo del buque de investigación Piscis. El hallazgo de este cachalote muerto dio pie a un intercambio de correos electrónicos entre los oficiales en tierra y los del buque, a los que se les ordenó mantener la información en secreto y obtener muestras del cadáver para determinar si murió a consecuencia del vertido. Greenpeace asegura que la NOAA llegó a publicar un comunicado de prensa sobre la ballena fallecida, pero poco después el texto fue editado y acortado con el propósito de minimizar el daño. Scott Mullen, portavoz de la NOAA, declinó aportar más datos sobre las causas del fallecimiento de esta ballena, ya que el litigio con BP continúa abierto.
La organización ecologista hace estas acusaciones tras tener acceso a un conjunto de fotografías tomadas en junio de 2010 (apenas dos meses después del desastre medioambiental) que muestran el cadáver de un cachalote joven, recubierto de petróleo y parcialmente devorado por tiburones, que flotaba en el mar a 123 kilómetros al sur de la plataforma accidentada.
Las fotografías fueron tomadas por agentes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en sus siglas en inglés), a bordo del buque de investigación Piscis. El hallazgo de este cachalote muerto dio pie a un intercambio de correos electrónicos entre los oficiales en tierra y los del buque, a los que se les ordenó mantener la información en secreto y obtener muestras del cadáver para determinar si murió a consecuencia del vertido. Greenpeace asegura que la NOAA llegó a publicar un comunicado de prensa sobre la ballena fallecida, pero poco después el texto fue editado y acortado con el propósito de minimizar el daño. Scott Mullen, portavoz de la NOAA, declinó aportar más datos sobre las causas del fallecimiento de esta ballena, ya que el litigio con BP continúa abierto.