Otras dos gasolineras han tenido que echar el cierre desde enero
Las ventas de las estaciones extremeñas caen un 30% en lo que va de año
Revista Estaciones de servicio17/06/2013
Casto bravo ok 2058
Cuando parecía que las ventas de carburante en Extremadura no podían ir a peor, los datos de los cinco primeros meses del año han venido a confirmar que cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar. Y es que en el periodo comprendido entre enero y mayo, las estaciones de servicio extremeñas vieron cómo el consumo de combustible descendía un 30%.
Así lo ha explicado el presidente de la Asociación Regional de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), Casto Bravo, quien en declaraciones a Efe ha anunciado que otras dos gasolineras se han visto obligadas a echar el cierre en la región en lo que va de año.
En palabras de Bravo, el mal dato de consumo se debe, cómo no, a la crisis, pero el presidente de los gasolineros extremeños también responsabiliza de la pésima evolución de la demanda de carburantes al céntimo sanitario, que provoca que los precios de gasolina y gasóleo en Extremadura sean de los más altos de toda España.
Tanto es así que, según explica el representante de los empresarios de estaciones de servicio extremeños, ya no son tantos los conductores portugueses que cruzan la frontera para llenar sus depósitos en Extremadura, porque el encarecimiento del combustible en la región hace que cada vez sea menos rentable el turismo de depósito que practicaban muchos automovilistas lusos.
La fuga de conductores a otras regiones cercanas que, como Madrid, tienen un tramo autonómico del IVMDH menor y por tanto un PVP más competitivo está poniendo otro clavo en el ataúd de los gasolineros extremeños. Por eso, Casto Bravo lamenta que el Ejecutivo autonómico no haya suprimido el impuesto, que el propio presidente regional, José Antonio Monago, calificó cuando estaba en la oposición como una tasa que servía únicamente para pagar a altos cargos del Servicio Extremeño de Salud.
Así lo ha explicado el presidente de la Asociación Regional de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), Casto Bravo, quien en declaraciones a Efe ha anunciado que otras dos gasolineras se han visto obligadas a echar el cierre en la región en lo que va de año.
En palabras de Bravo, el mal dato de consumo se debe, cómo no, a la crisis, pero el presidente de los gasolineros extremeños también responsabiliza de la pésima evolución de la demanda de carburantes al céntimo sanitario, que provoca que los precios de gasolina y gasóleo en Extremadura sean de los más altos de toda España.
Tanto es así que, según explica el representante de los empresarios de estaciones de servicio extremeños, ya no son tantos los conductores portugueses que cruzan la frontera para llenar sus depósitos en Extremadura, porque el encarecimiento del combustible en la región hace que cada vez sea menos rentable el turismo de depósito que practicaban muchos automovilistas lusos.
La fuga de conductores a otras regiones cercanas que, como Madrid, tienen un tramo autonómico del IVMDH menor y por tanto un PVP más competitivo está poniendo otro clavo en el ataúd de los gasolineros extremeños. Por eso, Casto Bravo lamenta que el Ejecutivo autonómico no haya suprimido el impuesto, que el propio presidente regional, José Antonio Monago, calificó cuando estaba en la oposición como una tasa que servía únicamente para pagar a altos cargos del Servicio Extremeño de Salud.