La oferta de Vaca Muerta no resucita la relación entre Repsol y Argentina
Revista Estaciones de servicio28/06/2013
Ypf 2063
El Consejo de Administración de Repsol ha rechazado por unanimidad la oferta que le había hecho el Gobierno argentino como compensación por la expropiación de YPF. La propuesta de la Administración Kirchner consistía en dar entrada a la petrolera española en una sociedad conformada por activos de Vaca Muerta correspondientes al 6,4% de la superficie de dicho yacimiento en propiedad de YPF.
La compañía que se dedicaría a la explotación del megayaciento estaría controlada por YPF (51%), mientras que Repsol contaría con una participación del 47% y Pemex ostentaría el 2% restante. El Gobierno Argentino estimaba su oferta en 5.000 millones de dólares, distribuidos en 3.500 millones de dólares en participaciones en activos de Vaca Muerta y 1.500 millones de dólares de capital de obligada reinversión para el desarrollo de la citada sociedad.
Sin embargo, el Consejo de Administración de la petrolera que dirige Antonio Brufau ha tildado la oferta de insatisfactoria, por lo que ha decidido rechazarla tras haberla sometido a un exhaustivo análisis técnico y económico interno, apoyado además en informes de especialistas externos.
Desde la petrolera española afirman que oferta, cuyo valor nominal asciende a los 5.000 millones de dólares, no responde en su cuantía a la pérdida sufrida por Repsol. Además, considera que la propuesta está construida sobre activos sobrevalorados, alejados de valores de mercado según transacciones similares en Argentina y Estados Unidos.
Además, desde Repsol explican que la estructura de la propuesta dista mucho de representar los intereses declarados para un acuerdo (carece de compensación monetaria disponible o realizable, no cuenta con las mínimas garantías jurídicas y económicas necesarias, y requiere de obligadas y cuantiosas inversiones).
Sea como fuere, la petrolera que dirige Antonio Brufau se ha apresurado a matizar que se felicita por el interés del Gobierno argentino de alcanzar una solución negociada y esperan que mantenga una actitud abierta al diálogo, al igual que Repsol, a fin de intentar alcanzar un acuerdo, negociado a través de los cauces societarios, con la necesaria serenidad y equilibrio, y que represente la satisfacción de una justa compensación y la finalización de las reclamaciones por la expropiación.
La negativa de Repsol a la propuesta realizada por el Gobierno argentino enquista el conflicto suscitado tras la expropiación de YPF y pone en serios aprietos a la Administración de Cristina Fernández de Kirchner, que no logra encontrar un socio dispuesto a realizar inversiones astronómicas para explotar el yacimiento de Vaca Muerta.
La compañía que se dedicaría a la explotación del megayaciento estaría controlada por YPF (51%), mientras que Repsol contaría con una participación del 47% y Pemex ostentaría el 2% restante. El Gobierno Argentino estimaba su oferta en 5.000 millones de dólares, distribuidos en 3.500 millones de dólares en participaciones en activos de Vaca Muerta y 1.500 millones de dólares de capital de obligada reinversión para el desarrollo de la citada sociedad.
Sin embargo, el Consejo de Administración de la petrolera que dirige Antonio Brufau ha tildado la oferta de insatisfactoria, por lo que ha decidido rechazarla tras haberla sometido a un exhaustivo análisis técnico y económico interno, apoyado además en informes de especialistas externos.
Desde la petrolera española afirman que oferta, cuyo valor nominal asciende a los 5.000 millones de dólares, no responde en su cuantía a la pérdida sufrida por Repsol. Además, considera que la propuesta está construida sobre activos sobrevalorados, alejados de valores de mercado según transacciones similares en Argentina y Estados Unidos.
Además, desde Repsol explican que la estructura de la propuesta dista mucho de representar los intereses declarados para un acuerdo (carece de compensación monetaria disponible o realizable, no cuenta con las mínimas garantías jurídicas y económicas necesarias, y requiere de obligadas y cuantiosas inversiones).
Sea como fuere, la petrolera que dirige Antonio Brufau se ha apresurado a matizar que se felicita por el interés del Gobierno argentino de alcanzar una solución negociada y esperan que mantenga una actitud abierta al diálogo, al igual que Repsol, a fin de intentar alcanzar un acuerdo, negociado a través de los cauces societarios, con la necesaria serenidad y equilibrio, y que represente la satisfacción de una justa compensación y la finalización de las reclamaciones por la expropiación.
La negativa de Repsol a la propuesta realizada por el Gobierno argentino enquista el conflicto suscitado tras la expropiación de YPF y pone en serios aprietos a la Administración de Cristina Fernández de Kirchner, que no logra encontrar un socio dispuesto a realizar inversiones astronómicas para explotar el yacimiento de Vaca Muerta.