Argentina aprueba una reforma fiscal a medida para que Chevron invierta en Vaca Muerta
Revista Estaciones de servicio16/07/2013
Chevron 2068
El Gobierno argentino ha aprobado recientemente un nuevo régimen fiscal en virtud del cual las empresas extranjeras dedicadas a la extracción de gas y petróleo que hayan invertido al menos 780 millones de euros en el país sudamericano podrán exportar el 20% de su producción de estas materias primas sin necesidad de pagar impuestos.
Los expertos coinciden mayoritariamente en señalar que la reforma impulsada por Cristina Fernández de Kirchner está hecha a medida de Chevron, multinacional que está colaborando con el Gobierno argentino en la explotación del megayacimiento de gas y petróleo no convencional Vaca Muerta.
El gigantesco pozo constituyó el origen de la disputa que concluyó con la nacionalización de YPF, antigua filial de Repsol, en abril de 2012. Desde entonces, el Ejecutivo argentino busca desesperadamente socios industriales con los que aliarse para explotar el yacimiento y, pese a las amenazas e incluso la incoación de acciones judiciales por parte de Repsol, Chevron ha accedido a desempeñar ese papel y ha anunciado que próximamente invertirá 1.170 millones en el país americano.
El Decreto 929/2013 afirma que la exención fiscal es una herramienta para lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos, así como su exploración, explotación, industrialización y transporte”, cuestiones que han sido declaradas como “de interés público nacional”.
Mientras tanto, hace pocos días conocíamos que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid dirimirá la demanda por competencia desleal que Repsol interpuso contra YPF por ofrecer a otras petroleras la explotación de Vaca Muerta.
Además, el tribunal madrileño ha iniciado los trámites para unificar en el mismo procedimiento judicial las causas presentadas contra la estadounidense Chevron y la argentina Bridas, que han suscrito acuerdos con YPF para invertir miles de millones de dólares en la explotación del yacimiento.
Los expertos coinciden mayoritariamente en señalar que la reforma impulsada por Cristina Fernández de Kirchner está hecha a medida de Chevron, multinacional que está colaborando con el Gobierno argentino en la explotación del megayacimiento de gas y petróleo no convencional Vaca Muerta.
El gigantesco pozo constituyó el origen de la disputa que concluyó con la nacionalización de YPF, antigua filial de Repsol, en abril de 2012. Desde entonces, el Ejecutivo argentino busca desesperadamente socios industriales con los que aliarse para explotar el yacimiento y, pese a las amenazas e incluso la incoación de acciones judiciales por parte de Repsol, Chevron ha accedido a desempeñar ese papel y ha anunciado que próximamente invertirá 1.170 millones en el país americano.
El Decreto 929/2013 afirma que la exención fiscal es una herramienta para lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos, así como su exploración, explotación, industrialización y transporte”, cuestiones que han sido declaradas como “de interés público nacional”.
Mientras tanto, hace pocos días conocíamos que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid dirimirá la demanda por competencia desleal que Repsol interpuso contra YPF por ofrecer a otras petroleras la explotación de Vaca Muerta.
Además, el tribunal madrileño ha iniciado los trámites para unificar en el mismo procedimiento judicial las causas presentadas contra la estadounidense Chevron y la argentina Bridas, que han suscrito acuerdos con YPF para invertir miles de millones de dólares en la explotación del yacimiento.