Más de un 95% quiere que las asociaciones se presenten como acusación particular
Los gasolineros quieren mano dura contra los implicados en el fraude del gasóleo
Revista Estaciones de servicio13/06/2014
Nehar 2160
Un sondeo elaborado por esta revista entre los gasolineros que utilizan Twitter desvela que más del 95% está a favor de que las asociaciones de empresarios de estaciones de servicio se presenten como acusación particular contra las, al menos, 47 instalaciones de suministro de carburante involucradas en en la Operación Nehar, por la que la Guardia Civil y Aduanas desarticularon una compleja trama criminal dedicada al lavado y adulteración de gasóleo B para venderlo posteriormente como diésel de automoción.
Quienes han contestado las preguntas que les planteábamos consideran mayoritariamente (más del 77%) que no existe control suficiente sobre el gasóleo B por parte de la Administración, por lo que abogan por un incremento tanto del número como de la intensidad de los controles que lleva a cabo la Agencia Tributaria para evitar este tipo de fraudes.
Más y mejores controles
Uno de los participantes en el sondeo afirma en este sentido que “es increíble que alguien compre tanto gasoil bonificado y no salten las alarmas”. En esta misma línea se manifiesta otro de los encuestados, quien se muestra partidario de que “se exija a las cooperativas mayor control de sus ventas de bonificado”.
Otros encuestados consideran, por el contrario, que “en este negocio esta todo inventado”, por lo que en realidad “no hacen falta más controles, sino que hay que poner más atención, porque los números de este negocio están muy claros, y cuando alguna cosa se sale de ojo es por algo, aquí no se ganan millonadas de un día para otro”.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de los gasolineros tuiteros que han colaborado en el sondeo es el hecho de que, tal y como ha desvelado la propia Guardia Civil, algunos de los implicados en la Operación Nehar son reincidentes, puesto que ya estuvieron involucrados en la Operación Toleum, que en 2009 desarticuló una trama criminal similar.
Transparencia
La encuesta tiene un campo en el que quienes contestan pueden añadir libremente su opinión. Resulta llamativo que más del 75% de quienes han rellenado el cuestionario soliciten que se levante el secreto de las diligencias, de manera que tanto el sector como la sociedad en general pueda saber quiénes han participado en este fraude.
“¿Qué más tienen que investigar después de cuatro años de pesquisas? Que den los nombres ya, que podamos señalarlos con los dedos”, reclama indignado un gasolinero, mientras que uno de sus colegas pide que se haga pública la identidad de las estaciones implicadas “porque los que trabajamos en otras no sabemos qué decir y (los consumidores) se creen que hacemos la mismo”.
Y es que el desmantelamiento de esta trama ha servido para que la inmensa mayoría de los empresarios de estaciones de servicio reclamen mayor transparencia para el sector en el que desarrollan su actividad.
En este sentido, uno de los tuiteros que ha participado en nuestra encuesta señala que “Repsol hace sus controles internos con toma de muestras en las estaciones de servicio” y subraya que “estaría bien” que la operadora “diese publicidad a esos resultados”. Otros, sin embargo, consideran que “se está demostrando que tener un abanderamiento no siempre es sinónimo de calidad, que hay personas sin ética”.
Consecuencias
En cuanto a las consecuencias que la Operación Nehar puede tener para las estaciones de servicio españolas, hay algunos que temen que, al menos hasta que se publique la lista de los defraudadores la imagen del sector puede verse resentida.
Por el contrario, otros piensan que la alarma social generada por la desarticulación de la trama podría influir positivamente en el segmento del carburante español, pues, es probable que, tal y como explicaba recientemente el presidente de la CEEES, Javier Bru, en este mismo medio, puede que sirva para que “los consumidores se den cuenta de que nadie vende duros a cuatro pesetas”.
Temerosos de que la salida a la luz del fraude pueda perjudicar a sus negocios, la cuarta parte de los participantes en nuestro sondeo cambiará su política de comunicación y marketing para desmarcarse de este tipo de prácticas, mientras que otro 60% continuará proyectando a la sociedad la misma imagen que hasta ahora y un 14% aún no ha decidido qué hará al respecto.
Situación del sector
Otros encuestados se centran en el análisis de las causas que han dado origen a la aparición de esta trama criminal y apuntan directamente a algunos de los empresarios que regentan gasolineras low cost. Según uno de los encuestados, para operar un negocio de este tipo se puede optar por la vía de la reducción de costes o por la del margen comercial, de manera que se pueda “ofrecer un PVP por debajo de la media con la finalidad de atraer más volumen”.
No obstante, el problema surge cuando “el empresario advenedizo al sector (que puede ser cualquier sector) ve que la reducción del margen no es suficiente y comienza a abaratar costes con el mismo criterio empresarial que le llevo a reducir su margen comercial (es decir ningún criterio)”.
El precio de reducir costes
Según este participante en nuestro sondeo, “la reducción de costes se realiza en ocasiones sobre una delgada línea que algunos no tienen escrúpulos en traspasar”, especialmente “en tiempos de crisis” o cuando se dan cuenta de que no se han hecho millonarios, tal y como pensaban cuando entraron en en el negocio.
Llegados a este punto es cuando se cruza la mencionada delgada línea y, con el único objetivo de reducir sus costes algunos incurren en prácticas poco deseables, entre las que cita empleados con condiciones salariales por debajo de convenio o sin contrato, venta de productos de baja calidad o incluso adulteración de los mismos.
Por eso, nuestro seguidor en Twitter afirma que “en cualquier sector es bueno que haya competencia y se permita la entrada de nuevos actores”, aunque matiza que “se deben regular las condiciones de entrada para que todos cumplan las reglas. El concepto barra libre sólo debe ser bodas”, bromea, a la vez que pide “reglas serias e instituciones garantes de su cumplimento”.
El sondeo, cuyas conclusiones definitivas serán publicadas en la próxima edición impresa de Estaciones de Servicio, permanece abierto y es accesible desde este enlace. ¡Gracias por participar!
Quienes han contestado las preguntas que les planteábamos consideran mayoritariamente (más del 77%) que no existe control suficiente sobre el gasóleo B por parte de la Administración, por lo que abogan por un incremento tanto del número como de la intensidad de los controles que lleva a cabo la Agencia Tributaria para evitar este tipo de fraudes.
Más y mejores controles
Uno de los participantes en el sondeo afirma en este sentido que “es increíble que alguien compre tanto gasoil bonificado y no salten las alarmas”. En esta misma línea se manifiesta otro de los encuestados, quien se muestra partidario de que “se exija a las cooperativas mayor control de sus ventas de bonificado”.
Otros encuestados consideran, por el contrario, que “en este negocio esta todo inventado”, por lo que en realidad “no hacen falta más controles, sino que hay que poner más atención, porque los números de este negocio están muy claros, y cuando alguna cosa se sale de ojo es por algo, aquí no se ganan millonadas de un día para otro”.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de los gasolineros tuiteros que han colaborado en el sondeo es el hecho de que, tal y como ha desvelado la propia Guardia Civil, algunos de los implicados en la Operación Nehar son reincidentes, puesto que ya estuvieron involucrados en la Operación Toleum, que en 2009 desarticuló una trama criminal similar.
Transparencia
La encuesta tiene un campo en el que quienes contestan pueden añadir libremente su opinión. Resulta llamativo que más del 75% de quienes han rellenado el cuestionario soliciten que se levante el secreto de las diligencias, de manera que tanto el sector como la sociedad en general pueda saber quiénes han participado en este fraude.
“¿Qué más tienen que investigar después de cuatro años de pesquisas? Que den los nombres ya, que podamos señalarlos con los dedos”, reclama indignado un gasolinero, mientras que uno de sus colegas pide que se haga pública la identidad de las estaciones implicadas “porque los que trabajamos en otras no sabemos qué decir y (los consumidores) se creen que hacemos la mismo”.
Y es que el desmantelamiento de esta trama ha servido para que la inmensa mayoría de los empresarios de estaciones de servicio reclamen mayor transparencia para el sector en el que desarrollan su actividad.
En este sentido, uno de los tuiteros que ha participado en nuestra encuesta señala que “Repsol hace sus controles internos con toma de muestras en las estaciones de servicio” y subraya que “estaría bien” que la operadora “diese publicidad a esos resultados”. Otros, sin embargo, consideran que “se está demostrando que tener un abanderamiento no siempre es sinónimo de calidad, que hay personas sin ética”.
Consecuencias
En cuanto a las consecuencias que la Operación Nehar puede tener para las estaciones de servicio españolas, hay algunos que temen que, al menos hasta que se publique la lista de los defraudadores la imagen del sector puede verse resentida.
Por el contrario, otros piensan que la alarma social generada por la desarticulación de la trama podría influir positivamente en el segmento del carburante español, pues, es probable que, tal y como explicaba recientemente el presidente de la CEEES, Javier Bru, en este mismo medio, puede que sirva para que “los consumidores se den cuenta de que nadie vende duros a cuatro pesetas”.
Temerosos de que la salida a la luz del fraude pueda perjudicar a sus negocios, la cuarta parte de los participantes en nuestro sondeo cambiará su política de comunicación y marketing para desmarcarse de este tipo de prácticas, mientras que otro 60% continuará proyectando a la sociedad la misma imagen que hasta ahora y un 14% aún no ha decidido qué hará al respecto.
Situación del sector
Otros encuestados se centran en el análisis de las causas que han dado origen a la aparición de esta trama criminal y apuntan directamente a algunos de los empresarios que regentan gasolineras low cost. Según uno de los encuestados, para operar un negocio de este tipo se puede optar por la vía de la reducción de costes o por la del margen comercial, de manera que se pueda “ofrecer un PVP por debajo de la media con la finalidad de atraer más volumen”.
No obstante, el problema surge cuando “el empresario advenedizo al sector (que puede ser cualquier sector) ve que la reducción del margen no es suficiente y comienza a abaratar costes con el mismo criterio empresarial que le llevo a reducir su margen comercial (es decir ningún criterio)”.
El precio de reducir costes
Según este participante en nuestro sondeo, “la reducción de costes se realiza en ocasiones sobre una delgada línea que algunos no tienen escrúpulos en traspasar”, especialmente “en tiempos de crisis” o cuando se dan cuenta de que no se han hecho millonarios, tal y como pensaban cuando entraron en en el negocio.
Llegados a este punto es cuando se cruza la mencionada delgada línea y, con el único objetivo de reducir sus costes algunos incurren en prácticas poco deseables, entre las que cita empleados con condiciones salariales por debajo de convenio o sin contrato, venta de productos de baja calidad o incluso adulteración de los mismos.
Por eso, nuestro seguidor en Twitter afirma que “en cualquier sector es bueno que haya competencia y se permita la entrada de nuevos actores”, aunque matiza que “se deben regular las condiciones de entrada para que todos cumplan las reglas. El concepto barra libre sólo debe ser bodas”, bromea, a la vez que pide “reglas serias e instituciones garantes de su cumplimento”.
El sondeo, cuyas conclusiones definitivas serán publicadas en la próxima edición impresa de Estaciones de Servicio, permanece abierto y es accesible desde este enlace. ¡Gracias por participar!