Una tuneladora de 100 metros perfora Barcelona
7 de abril de 2010
La tuneladora Barcino ha arrancado la excavación en el pozo de ataque, situado en la confluencia de las calles Mallorca y Biscaia, desde donde recorrerá una distancia de 5.097 metros hasta el pozo de extracción, emplazado entre las calles Provença y Entença.
La construcción del túnel Sants-La Sagrera representa uno de los principales hitos en el desarrollo de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Barcelona-frontera francesa, que permitirá a España integrarse en el año 2012 en la futura red transeuropea de alta velocidad, y a la que da continuidad en su avance hacia dicha frontera.
En este sentido, el tramo Barcelona-Figueres de la LAV Madrid-Barcelona-frontera francesa cuenta con una inversión aproximada de 4.200 millones de euros, de los que más de 179,3 corresponden al túnel de conexión Sants-La Sagrera.
La nueva infraestructura ferroviaria, plenamente integrada en el entorno, sostenible desde las perspectivas socioeconómica y medioambiental, y más segura y fiable para el transporte y los ciudadanos, incorpora las tecnologías más avanzadas. Asimismo, dispone de unos elevados estándares de velocidad, regularidad, seguridad y confort, lo que la convierte en uno de los sistemas de transporte ferroviario más modernos y con mayores prestaciones del contexto internacional.
El ministro de Fomento, José Blanco, y el presidente de la Generalitat de Catalunya, José Montilla, presidieron el pasado 26 de marzo el acto de inicio de los trabajos de perforación del túnel. Blanco y Montilla, que han supervisado la tuneladora y han dado la orden de iniciar la perforación, estaban acompañados en su recorrido por la zona de obras por el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, y el presidente de Adif, Antonio González Marín.
Además de las múltiples ventajas y los beneficios que ofrece para el transporte ferroviario, la Línea de Alta Velocidad también representa un elemento de vertebración territorial, uniendo a Barcelona de una forma más rápida con las tres provincias catalanas, con Madrid, el resto de España y Europa.
Su construcción también generará nuevos espacios de desarrollo socioeconómico y nuevas oportunidades de expansión y transformación urbanística, gracias a la ejecución de la nueva estación de La Sagrera, que podrá acoger a 100 millones de viajeros del año.
Dentro del túnel
El túnel Sants-La Sagrera tiene una sección de 85 metros cuadrados y una longitud total de 5,6 kilómetros que discurren desde la estación de Barcelona Sants hasta la futura terminal de La Sagrera. Una vez completado el proceso de montaje y la fase de pruebas en La Sagrera, la tuneladora Barcino ha iniciado la excavación mecanizada en el pozo de ataque, situado en la confluencia de las calles Mallorca y Biscaia, a una profundidad aproximada de 20 metros, correspondientes a la cota inferior del túnel.
Desde este punto, avanzará en dirección noreste-suroeste por el eje central de las calles Mallorca, Diagonal y Provença, alcanzando una profundidad máxima de perforación de 41 metros y sin pasar en ningún punto bajo edificios, hasta el pozo de extracción, emplazado entre las calles Provença y Entença.
La tuneladora Barcino, bautizada con el nombre latino de Barcelona, se ha diseñado y y fabricado específicamente en la factoría que la empresa Herrenknecht tiene en Schwanau (Alemania) para la perforación mecanizada del túnel de conexión Sants-La Sagrera. Es del tipo EPB (Escudo de Presión de Tierras) y dispone, entre otros elementos, de una cabeza giratoria equipada con instrumentos de corte, una serie de aberturas por donde se extraen las tierras excavadas para su evacuación y unos cilindros hidráulicos que, apoyados en la estructura ya construida, empujan la cabeza giratoria contra el terreno, avanzando la perforación. Según va avanzando, la misma máquina va colocando las dovelas (piezas que encajadas entre sí forman la estructura circular de hormigón del túnel). La tuneladora tiene una longitud total de 105 metros, un peso de 2.300 toneladas, un diámetro de 11,5 metros y cuenta con 18 motores con un potencial total de 6.300 kW. Además, puede trabajar a una velocidad de giro de 3 rpm y a una velocidad de avance de 80 mm/min.
Para garantizar el óptimo funcionamiento de la máquina, a lo largo de la excavación se realizarán trabajos de mantenimiento y revisión de las instalaciones de la tuneladora en diferentes pozos, el primero de ellos situado en el cruce de las calles Mallorca y Trinxant, cuya ejecución ya se ha completado.
El segundo está situado en la confluencia de las calles Mallorca y Padilla, en el que ya se han acabado las pantallas y se está realizando el tratamiento del terreno previo a la excavación. La construcción del tercer pozo de mantenimiento, situado en las calles Provença-Bruc, se iniciará próximamente con la ejecución de las pantallas, mientras que el último estará ubicado entre las calles Provença y Enric Granados.
Durante el proceso constructivo se llevan a cabo continuos controles de seguridad mediante dispositivos de instrumentación. Hasta el momento, se han instalado más de 2.600 elementos de auscultación, consistentes en clavos de nivelación, primas, estaciones robotizadas o teodolitos, entre otros. A medida que avance la tuneladora, estos sensores se ampliarán hasta 7.000, aproximadamente.
A través de estos dispositivos, se realiza un profundo seguimiento de los posibles movimientos de las estructuras estudiadas y del terreno. Además, estos sistemas de control y auscultación son redundantes, ya que los dispositivos automáticos se complementan con lecturas manuales realizadas diariamente por técnicos especializados.
La seguridad como prioridad
El proyecto ha contado con exhaustivos informes previos sobre las condiciones del terreno, que ofrecen una completa radiografía de sus características y comportamiento. En este ámbito, se realizan estudios complementarios para determinar la ejecución de tratamientos adicionales que garanticen la integridad del terreno y de los edificios, consistentes en la ejecución de micropilotes o inyecciones de jet-grouting.
Para la construcción del túnel de conexión Sants-La Sagrera, Adif está desarrollando complejas actuaciones de ingeniería civil que permiten preservar el patrimonio arquitectónico y cultural de Barcelona. Una de estas actuaciones se ha desarrollado en el entorno de la Torre del Fang, un edificio histórico de Barcelona y cuya antigüedad data de mediados del siglo XIV. La solución técnica ha consistido en el mantenimiento de la estructura con un sostenimiento especial mientras se han realizado las pantallas, pilotes y micropilotes, la construcción de la losa de la cubierta y la excavación.
Por otro lado, con carácter previo al paso de la tuneladora, en el tramo de su recorrido junto al templo de la Sagrada Familia, y dada su singularidad estructural, se ha dispuesto una protección específica mediante una pantalla permeable de pilotes de 1,5 metros de diámetro y unos 40 metros de profundidad.