La nueva piel de los edificios

Existen actualmente en el mercado un gran número de soluciones constructivas y materiales empleados en la construcción de la envolvente de un edificio con las que se consigue mejorar la eficiencia energética, aislamiento térmico y acústico etc., pero que pierden muchas de estas propiedades con el paso del tiempo. Es importante indicar que la sostenibilidad de una solución constructiva tiene que tener muy en cuenta la durabilidad, vida útil y mínimo mantenimiento del elemento.

La durabilidad es un factor determinante a la hora de evaluar la sostenibilidad de cualquier edificación. En el caso de la edificación, se traduce en su capacidad para soportar, durante el ciclo de vida, las condiciones a las que está expuesta, y que pueden provocar un gran número de patologías. La durabilidad es un atributo esencial en construcciones sostenibles, debido a que garantiza la disminución en las tasas de renovación y reemplazo de materiales en una edificación así como su mantenimiento. La durabilidad, también otorga seguridad en entornos urbanos y condiciones climáticas adversas, como las provocadas últimamente por el cambio climático.

En líneas generales, durante los últimos años se ha intensificado el estudio y análisis en términos de durabilidad y sostenibilidad de los materiales empleados en las fases de diseño y construcción. No obstante, no se ha considerado de igual manera la fase de explotación, relacionada con la vida útil de la edificación. Solo hay que ver como edificios relativamente nuevos y considerados ‘sostenibles’ están sufriendo distintas patologías por la falta de protección en su envolvente.

Conscientes de este problema y fruto de una intensa labor de I+D+I entre CSL silicones y Aplein Ingenieros, nace una nueva tecnología de revestimientos diseñados específicamente para proteger cualquier tipo de elemento frente a la agresión ambiental, contaminación, vandalismo, etc.

Todos los sistemas actuales, no protegidos en superficie, comienzan a sufrir un gran número de patologías que conducen a la perdida de las propiedades iniciales y donde en muchos casos el proceso de reparación y/o mantenimiento es muy complicado y costoso.

De fácil y rápida aplicación, las superficies tratadas con SI Coat quedan protegidas durante años. No se necesita mantenimiento y la limpieza se realiza solo con agua, consiguiendo ahorros que pueden llegar al 80%.

SI Coat consigue que las partículas contaminantes queden adheridas a la superficie. El agua de lluvia arrastra estos compuestos dejando la superficie limpia. La limpieza de las ciudades no es solo una prioridad estética sino también higiénica y de protección ambiental.

La radiación ultravioleta procedente de la luz solar y otros agentes presentes en la atmosfera son muy agresivos y tienden a romper las uniones químicas de los recubrimientos. Este daño implica un fallo de los recubrimientos ya sea desde su aspecto funcional o estético.

Las uniones carbono-carbono características de los compuestos orgánicos de los recubrimientos actuales son más sensibles al ataque que las uniones silicio-oxigeno típicas de compuestos inorgánicos como los polisiloxanos. La diferencia es que se requiere menos energía para romper una unión orgánica que una inorgánica.

La alta hidrofobicidad del SI Coat actúa como barrera contra la humedad, impidiendo la absorción capilar del agua y sus contaminantes. Pero al igual que la piel humana, permite la transpiración, evitando de esta manera las condensaciones.

De esta manera se eliminan muchas de las patologías que tienen su origen en la acción nociva del agua. Cuando la humedad penetra en un elemento provoca diferentes problemas tales como: disminución de la protección térmica, degradación de los materiales, aparición de hongos y mohos, eflorescencias, corrosión en los metales, problemas estructurales, retracciones y contracciones, etc.

Único producto del mercado, donde la limpieza reiterada de graffitis se realiza solo con agua. Puede aplicarse sobre cualquier tipo de soporte sin necesidad de imprimación previa y sobre el cual no se adhiere prácticamente nada (graffitis, pegatinas, chicles, etc.). En la actualidad, las ciudades gastan elevadas sumas de dinero al año en limpieza. Gran parte de esta limpieza se realiza con productos tóxicos, agresivos y muy contaminantes, provocando un elevado riesgo para la salud y para el medio ambiente.