El carsharing, un ahorro del 75% frente al taxi
8 de enero de 2014
Esta fórmula, que está ganando cada vez más adeptos, ofrece que los vehículos sean utilizados por los empleados bajo demanda a través de un plan de reservas. Concretamente, se localiza ya en el 16% de las empresas españolas, cinco puntos por encima del pasado año, según datos del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval.
Con esta fórmula, los departamentos financieros tienen además una vía para reducir los gastos de movilidad de los empleados que utilizan su propio coche para desplazarse, ya que se ahorran los gastos derivados del pago por kilómetro. Pero las ventajas no se miden sólo en términos económicos, sino también en intangibles como la imagen de marca, ya que el carsharing permite a la compañía proyectar una imagen de modernidad, al tratarse de una iniciativa –que aunque puede adaptarse a cualquier modelo y marca- resulta idónea para incorporar gradualmente vehículos de tecnologías alternativas como la eléctrica.
Precisamente, este es el planteamiento la solución de carsharing profesional desarrollada por Arval. Según su consejera delegada, Cecilia Boned, “la probamos dentro de la propia compañía con eléctricos porque al conducirlo te das cuenta de que con los 150 kilómetros de autonomía tienes de sobra para circular los 36 kilómetros diarios que recorren de promedio más de la mitad de los conductores. Otra de las particularidades es la flexibilidad de uso del vehículo pudiendo utilizarse de manera mixta, combinando así la conducción en horario laboral con su disfrute durante los fines de semana".
Además, en contra de lo que piensa la mecánica de esta fórmula de compartición de coche es muy sencilla. El empleado gestiona su reserva a través de un calendario online y accede al vehículo con solo pasar la tarjeta de empleado por el lector. El sistema reconoce la reserva y abre automáticamente el automóvil, de tal forma que los conductores no necesiten coordinarse entre ellos para el intercambio del coche.