BMW comienza la producción del coche eléctrico BMW i3
20 de septiembre de 2013
BMW comenzó el pasado 18 de septiembre la producción de su primer coche eléctrico, el BMW i3, en las instalaciones que el grupo tiene en Leipzig, Alemania. El BMW i3 representa una revolucionaria y sostenible forma de movilidad urbana no sólo por ser un automóvil libre de emisiones, sino también por el uso de nuevos materiales ligeros y procesos de fabricación innovadores y limpios.
Con el BMW i3, BMW hace historia al convertirse en el primer fabricante de automóviles en el mundo que produce en serie vehículos con fibra de carbono, material 50% más ligero que el acero y con la misma resistencia. Hasta ahora este tipo de proceso era excesivamente costoso y el uso de este material se limitaba a la Fórmula 1 y a súper deportivos fabricados de manera artesanal en unidades muy limitadas. Tras 10 años de investigación, BMW ha logrado optimizar los procesos para que sea posible la utilización de estos materiales eficientes en vehículos producidos en serie. Estos componentes de fibra no sólo han revolucionado la ingeniería del automóvil en términos de ligereza, sino que además ha influido de forma determinante en el diseño del coche.
Así, la nueva arquitectura del BMW i3 proviene del sistema denominado LifeDrive, formado por dos elementos: el módulo Drive de aluminio, que es la parte activa necesaria para la conducción (incluye el motor, chasis, acumulador y los componentes estructurales y de protección contra impactos); y el módulo Life, de polímero reforzado con fibra de carbono, que forma el habitáculo. Este sistema reduce a la mitad el tiempo necesario para la producción en comparación con la fabricación en los sistemas automovilísticos convencionales. Por otro lado, disminuye el peso del coche entre 250 y 350 kilogramos en comparación con otro automóvil de tamaño similar, lo que es fundamental en los eléctricos, ya que la autonomía depende, además de la capacidad de la batería, del peso del coche.
El BMW i3 garantiza una movilidad libre de emisiones. Pero el i3 es sostenible también en la fase de producción: la planta de producción de Leipzig ha logrado reducir el consumo de energía un 50% y el de agua un 30% en relación a otras plantas ya de por sí eficientes y toda la corriente eléctrica necesaria para los procesos de producción se genera en una planta eólica instalada en el mismo recinto; un sistema inteligente de ventilación con efecto de refrigeración renueva el aire varias veces al día, por lo que no es necesario un sistema de aire acondicionado adicional. En la fábrica se han reducido, además, las zonas iluminadas artificialmente gracias a la colocación de láminas blancas que reflejan la luz solar.