Claves del viaje hacia la ciudad inteligente
“Convertirse en una Ciudad Inteligente conlleva visión, voluntad política, colaboración con accionistas, recursos financieros apropiados e inteligencia colectiva, además de una gestión de los proyectos y programas sólida y, por supuesto, un gobierno competente”, apunta Rafael Achaerandio, director de Análisis de IDC España. “El interés por las ciudades inteligentes sigue creciendo en todo el mundo, y de manera muy especial en España. Por eso, en este informe nos centramos en cómo llevar a cabo este viaje hacia la inteligencia; de hecho, esta segunda edición del informe incluye en el título lo que venimos a llamar el viaje hacia la ciudad inteligente y en él ahondamos en los retos, oportunidades y modelos de gestión para seguir avanzando”.
Ranking 2012 de Ciudades inteligentes españolas
Sobre la base del estudio realizado en la edición anterior, IDC ha actualizado el análisis de las 44 ciudades participantes (con más de 150.000 habitantes), tomando en consideración las iniciativas, madurez y desarrollo de las áreas predefinidas del estudio. El ranking está encabezado por las denominadas Top Five, las cinco ciudades con mejor puntuación en el ranking y con proyectos “inteligentes” ya en funcionamiento. Estas son, por orden de clasificación, Barcelona, Santander, Madrid, Málaga y Bilbao.
Las cinco ciudades que las siguen de cerca en el ranking, denominadas ‘Aspirantes’, son aquellas urbes que han tomado decisiones significativas y han llevado a cabo acciones concretas en su viaje hacia la inteligencia. Estas son: Valladolid, Zaragoza, Vitoria-Gasteiz, Donostia-San Sebastián y Pamplona/Iruña.
Las 34 ciudades restantes se han dividido en dos grupos, por un lado las denominadas ‘Jugadores’, 20 ciudades que están avanzando en el camino adecuado aunque todavía a distancia de las diez primeras. Y por otro, las 14 ‘Seguidoras’, que se encuentran a distancia de sus homólogas en su visión de transformarse en ciudades inteligentes o, posiblemente, todavía no lo han considerado.
Para esta clasificación, IDC se ha basado en el modelo de evaluación puesto en marcha en la primera edición del estudio de Ciudades Inteligentes.
El viaje hacia la ciudad inteligente
En esta nueva edición de su estudio, IDC ha fijado las claves del viaje hacia la ciudad inteligente. En este itinerario, el enfoque de la receta única no resulta viable, ya que se trata de un proceso de transformación con múltiples facetas en las que se enmarcan iniciativas en áreas tan diversas como gobierno, arquitectura, movilidad, energía y medio ambiente o servicios. Además, el nivel de coordinación entre las iniciativas existentes y planificadas variará en función del grado de madurez de dicha transformación.
“Actualmente, las ciudades se encuentran en la primera fase del modelo de madurez, que se inicia con la implantación de proyectos dispersos, como sistemas de gestión del tráfico, de e-Administración, etc. con carácter parcial y aislado. El segundo nivel sería el integrado, e incluiría, entre otras cosas, un gobierno participativo, edificios y contadores inteligentes. Por último, se alcanzaría el tercer nivel de madurez, el conectado, en el que la información es ubicua, el gobierno inclusivo, habría edificios de nulo consumo que aporten a la red, sistemas de movilidad cero emisiones, redes inteligentes de transporte energético y sistemas de seguridad predictivos y ubicuos”, explica Rafael Achaerandio.
IDC ha identificado igualmente las cinco áreas críticas para el éxito en el itinerario y la gestión de una ciudad inteligente. Estas son: desarrollar una estrategia propia de financiación; establecer alianzas público/privadas; involucrar a los ciudadanos y las empresas; desarrollar procesos internos eficientes; y estimular la innovación.
Recomendaciones para las ciudades
• Crear un ecosistema colaborativo: Llevar a cabo un proyecto de ciudad inteligente conlleva que empresas de servicios, universidades, reguladores, gobierno local, organizaciones, ciudadanos, compañías tecnológicas o centros de investigación trabajen juntos. Sin embargo, tan sólo el 15,9 % de las ciudades entrevistadas colabora con entidades privadas.
• Definir un plan de trabajo evaluable: El itinerario de una ciudad inteligente ha de ser gestionado como un conjunto de proyectos, con la metodología, técnicas y herramientas que permitan controlar y valorar su evaluación y consecución.
• Mantener un compromiso constante: Un proyecto de ciudad inteligente requiere un liderazgo constante y comprometido, capaz de llevar a cabo acciones para superar los obstáculos y eliminar las barreras que pudieran retrasar el mismo.
• Prestar la atención necesaria a las TIC: Las TIC desempeñan un papel vital en el itinerario de las ciudades inteligentes. Resulta imprescindible desarrollar un plan TIC bien articulado que se adecue a la visión y objetivos generales de la ciudad.
• Definir un enfoque holístico del itinerario: IDC recomienda a los responsables municipales desarrollar un plan holístico para la ciudad inteligente. Las iniciativas aisladas funcionan bien con un objetivo sencillo, pero no contribuyen a la inteligencia de la ciudad si no están conectadas.
En el estudio de IDC han participado las 44 ciudades españolas con más de 150.000 habitantes. En el mismo se ha evaluado su grado de “inteligencia” actual y la “inteligencia” de sus planes de futuro tomando como índices para su análisis un total de 94 indicadores clave y 23 criterios de evaluación agrupados en dos conjuntos de variables: Dimensiones de inteligencia y Fuerzas habilitadoras.
Fuerzas habilitadoras son las características de la ciudad que pueden facilitar o dificultar su transformación en una ciudad inteligente, como la población, la economía y las TIC. En cuanto a las Dimensiones de inteligencia, se han considerado los proyectos y políticas puestos en marcha por los distintos organismos involucrados en gobierno, edificación, movilidad, energía y medio ambiente, y servicios para la evolución futura de una ciudad inteligente.