Avances en el desarrollo de envases biodegradables
En la actualidad, el consumidor desea productos que se puedan consumir de forma rápida, que no contengan raciones extremadamente grandes, evitando así el desperdicio del alimento, en envases sostenibles para reducir la generación de residuos, y aportando beneficios tanto económicos como ambientales, en línea con la estrategia de economía circular. Un nuevo paso en este camino es el trabajo colaborativo llevado a cabo entre el grupo Biomat de la Universidad del País Vasco y la empresa Yon Mikel Janariak, comercializada bajo la marca Xumuxua, a través del proyecto Sospack-Desarrollo de packaging sostenible, el cual ha sido financiado por el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco.
En los últimos años el mercado de platos preparados y precocinados ha crecido considerablemente. De hecho, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Informe Mercasa 2019), el mayor porcentaje del consumo de platos preparados se concentra en los hogares seguido de la restauración comercial. Durante los últimos cinco años, el consumo de platos preparados ha aumentado 2,3 kg por persona, y el gasto ha experimentado un incremento de 11,7 € per cápita. Estos productos crecen a un ritmo 2,5 veces, más alto que el resto, es decir, los ciudadanos comen en casa platos preparados. Respecto a los lugares de compra, los consumidores adquirieren mayoritariamente los platos preparados en los supermercados (74,1% de cuota de mercado), seguido de los hipermercados (14,6%) y de los establecimientos especializados (3,1%).
“En general” -subraya Pedro Guerrero, investigador del grupo Biomat- “cada vez disponemos de menos tiempo para preparar la comida y estamos más dispuestos a comprar productos de rápida preparación para mayor comodidad. Aún más, las habilidades culinarias de nuestros mayores no se han incorporado, por regla general, en las nuevas generaciones, por lo que han contribuido a la demanda creciente de platos preparados, que se adaptan al actual estilo de vida de los consumidores y a la tipología de su hogar y familia. Por tanto, entre las causas de este auge están la rapidez y facilidad en su elaboración y la gran variedad de productos precocinados que podemos encontrar”.
En este contexto, el reto del proyecto realizado ha estado en presentar la amplia variedad de productos elaborados por Xumuxua en envases biodegradables. Para ello, se ha desarrollado una metodología de producción que se adapta a los nuevos envases, que mantienen la calidad y frescura de los alimentos, y se ha analizado la vida útil de los mismos. “Una vez desarrollada la metodología de producción para usar los envases compostables y presentar raciones adecuadas, el trabajo se centró en alcanzar la vida útil necesaria para poder comercializarlos en los diferentes puntos de venta, buscando un equilibrio entre la demanda de los consumidores y de los distribuidores. Así se estableció una vida útil de 14 días. Para ello, se ha teniendo en cuenta que los consumidores priman la calidad del producto sobre los criterios de duración y vida útil, debido a que están preocupados por su salud”, aclara el profesor Pedro Guerrero.
Una de las conclusiones que se han extraído del proyecto Sospack es que “hay una alternativa real al uso del plástico y que los consumidores pueden demandarla y encontrarla en los lineales de los supermercados”, aclara el investigador del grupo Biomat.