Entrevista a Mariano Herranz, presidente de Atef
“La flexografía está en disposición de ser la técnica con el mejor ratio calidad-precio-servicio”. Así de contundente se muestra Mariano Herranz, presidente de la Agrupación Técnica Española de Flexografía (Atef), una asociación técnica con más de 60 miembros activos que engloba a todos los sectores de la flexografia, desde los impresores hasta cualquier tipo de proveedor de maquinaria, clichés, rodillos, tintas o software. Herranz destaca los avances de la flexografía en los últimos años en cuanto a calidad y fiabilidad, que hacen de ella una técnica “tremendamente competitiva”.
Usted está en contacto directo con las empresas de flexografía de nuestro país. ¿Qué situación vive hoy el sector?
El sector, que ha incorporado muchas mejoras técnicas en los últimos años, está muy activo porque su principal cliente es el sector de la alimentación y embalaje flexible, al que la crisis, pese a la reducción del consumo, le ha afectado en menor grado que a otros sectores.
Háblenos de los puntos fuertes
El principal punto fuerte es que es una técnica económicamente competitiva con una calidad que poco tiene que envidiar a otras técnicas de impresión. Hoy día podemos competir con otros sistemas de impresión sin que nuestro cliente final perciba ningún cambio en la impresión final del envase. Otro punto importante son las tiradas cortas que existen hoy en las grandes áreas de distribución y que son adecuadas para realizarlas en un proceso flexográfico.
¿Por qué?
Por su flexibilidad, rapidez, servicio, calidad y precio.
Y en cuanto a los puntos débiles, ¿en qué cree que se puede mejorar?
En la percepción que ofrece de una peor calidad y en que no es competitiva para tiradas muy grandes. Otro aspecto a tener en cuenta y mirar por el retrovisor es la aparición de nuevas técnicas que hoy por hoy no son significantes pero que tienen un crecimiento anual muy elevado.
¿Por ejemplo?
La impresión digital, una técnica por la que las grandes marcas de maquinaria están apostando fuerte por el auge del packaging alimentario. También debemos mejorar aún más en la rentabilidad final del producto respecto a las mermas del proceso y en la reducción de tiempos de preparación de los equipos.
Dice que el sector ha incorporado muchas mejoras técnicas en los últimos años. ¿En qué ha mejorado la flexografía?
Sobre todo en la calidad y la fiabilidad. Hace algún tiempo te podían decir que la flexo estaba bien pero sólo para ciertos trabajos. Hoy en día este argumento no es válido ya que las calidades de las diferentes técnicas de impresión están muy a la par. Como desarrollo destacaría la alta definición que ha hecho que la flexografía diese un salto de calidad. Otro aspecto en el que ha evolucionado la flexografía es en la flexibilidad con respecto a otros sistemas de impresión.
Y en materia de soportes y materiales, ¿hacia dónde se dirige el sector?
Principalmente hacia el envase flexible y al sector alimentación, sobre todo porque cada vez las tiradas son más cortas y el precio es un factor determinante. Otro segmento muy importante —que cada vez lo será más por la normativa europea y la tendencia global— es la impresión de bolsas de papel, que utiliza la técnica de la flexografía y que irá adquiriendo más importancia. La flexografía sustituirá a otros sistemas de impresión gracias a su calidad, flexibilidad, competitividad y velocidad.
Un gran reto…
Sin duda. También quiero decir que hay otros sectores de impresión que se están poniendo las pilas y se están acercando a la flexografía en precio y tiraje con una mejor calidad. Por ello, tenemos que seguir evolucionando e invirtiendo en I+D+i para ser competitivos. Pero este no es nuestro único reto.
Dígame.
Tenemos que vencer el conformismo para ser cada día más exigentes y pedir a nuestros proveedores que nos ayuden a evolucionar lo más rápidamente posible.
Háblenos de las tendencias. ¿Cómo será la flexografía del futuro?
Buena pregunta. Deberá ser medioambientalmente sostenible, por lo que los proveedores de materiales y tintas tendrán que seguir esforzándose por cumplir con las diferentes normativas europeas, cada vez más exigentes en este ámbito. Por otro lado, deberán aparecer nuevos soportes y nuevas aplicaciones para cubrir las necesidades de los nuevos tiempos y los nuevos mercados de la era digital. Por último, los equipos y consumibles deberán ser mucho más eficientes para así conseguir reducir los costes actuales.
IV Jornada Técnica de Flexografía
El pasado mes de diciembre Atef organizó la cuarta edición de la Jornada Técnica de Flexografía, en la que se presentaron las novedades y evoluciones técnicas de los proveedores de la industria. “La jornada viene del antiguo congreso y es un formato dinámico que está funcionando muy bien; el balance es extraordinariamente positivo”, explica Herranz. “Cada edición supera a la anterior en el número de participantes, lo que quiere decir que las empresas envían a sus representantes a participar porque creen que es un valor añadido”, apunta.
Las conclusiones
Para Herranz, la jornada sirvió para evidenciar dos realidades. La primera es que la flexografía es “tremendamente competitiva” y que su la calidad está a la altura de la de cualquier otra técnica de impresión. La segunda es que para el cliente del sector de la alimentación y el cliente en general no le importa la técnica que se emplee. “Lo que quieren es que sea un trabajo de alta calidad, a un buen precio y recibir un buen servicio, independientemente de cómo se imprima; en definitiva, que les ayude a vender más y les resuelvan los problemas. La flexografía hoy en día está en disposición de ser la técnica con el mejor ratio calidad-precio-servicio.