Los ingenieros industriales proponen construir una central termosolar al año hasta 2025 para acercar los objetivos del PNIEC
El Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM), a través de su grupo de expertos de la Comisión de Energía, considera esencial poner en marcha lo antes posible un programa de subastas con cupo para energía termosolar que permita iniciar los proyectos de al menos una central (100 – 150 MW) por año en el periodo 2023-2025.
España es líder mundial en este tipo de generación eléctrica, tanto en potencia instalada como en capacidad tecnológica, contando con 50 centrales que suman 2.300 MW de potencia y que fueron instaladas entre 2007 y 2013.
El sector vive una situación de impasse en España desde entonces, hasta que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021–2030 (PNIEC) incluyó entre sus propuestas el despliegue de 5.000 MW de termosolar hasta 2030, lo que permitiría contar a nuestro país con unos 7.303 MW de potencia instalada de esta tecnología, el triple de la capacidad actual. "La razón principal por la que el PNIEC ha apostado por esta tecnología es por su capacidad de almacenamiento, pudiendo aportar electricidad al sistema incluso en horas nocturnas", destaca Jaime Segarra, experto del COIIM.
Las plantas fotovoltaicas pueden lograr una gestionabilidad similar mediante la instalación adicional de baterías con bastantes horas de capacidad, aunque esto conlleva un coste por unidad de energía eléctrica almacenada varias veces mayor que los almacenamientos de las centrales termosolares que se suelen llevar a cabo mediante almacenamiento de calor en tanques de sales fundidas.
Los expertos del Colegio indican que "es necesario potenciar la incorporación de innovaciones y diseños más eficientes y con un mayor margen de reducción de costes". Un ejemplo es la tecnología de torre central, que debería verse beneficiada por las mejoras de sus condiciones técnicas y económicas gracias al nuevo programa de subastas para centrales termosolares, haciendo así competitivo su coste en comparación con las mejores referencias internacionales.
Si el Gobierno quiere conseguir los objetivos de descarbonización del PNIEC en lo referido a la aportación de los 5.000 MW de potencia instalada termosolar con unos 50 o 60 GWh de capacidad de almacenamiento asociada, más allá de la propuesta del Colegio de construir nuevas centrales de esta tecnología, tendría que reemplazarse por otras soluciones equivalentes siendo la más similar la de una potencia equivalente de plantas fotovoltaicas con plantas adicionales de almacenamiento mediante baterías o bombeos, que compensarían la capacidad de almacenamiento termosolar no instalada.
"Esto supondría multiplicar la capacidad de almacenamiento prevista en el PNIEC mediante baterías y bombeos para 2030 –6.000 MW, sin detallar su capacidad en términos de energía- con costes específicos por unidad almacenada mucho más altos y costes finales de la electricidad generada en periodos sin sol seguramente más altos también, lo que elevaría los costes medios previstos de generación del sistema en 2030", apunta Segarra.
Otra opción sería dar más protagonismo en periodos sin sol a las centrales existentes de ciclo combinado de gas natural, con un coste de generación poco predecible, pero que puede llegar a ser muy elevado, y a lo que habría que unir las consecuencias del posible incumplimiento de los compromisos con la UE.