Entrevista Carlos Albero, Market Area Manager de DNV
Paqui Sáez
20/04/2023Recientemente DNV ha publicado un estudio sobre la percepción del sector de la energía sobre la eólica marina a nivel mundial. Según los datos extraídos de este informe, más de la mitad de los encuestados consideran que de aquí a 2035 se conseguirá la plena comercialización de la eólica flotante. Conversamos con Carlos Albero, Market Area Manager de DNV en nuestro país, para analizar estos resultados y extrapolarlos al mercado español.
A la vista de los datos extraídos del estudio, ¿considera que son demasiado optimistas en sus predicciones o es una cifra factible a la vista de cómo se encuentra el mercado actual?
Creo que nosotros estamos muy en la línea de la opinión del mercado que se refleja en el estudio. En la referencia que nosotros damos de precios dentro del estudio, en LCOE de la eólica flotante posicionamos más o menos alrededor de los 60 € megavatio/ hora en el año 2035, lo cual en muchos mercados es algo relativamente razonable. Esa comercialización que se espera, entendemos que puede ser competitiva en distintos mercados eléctricos y que puede funcionar en esa modalidad. Con la inclusión de mecanismos de soporte al desarrollo de esta energía se puede conseguir un precio aun mas competitivo.
¿Qué requisitos, según el informe, han de darse para el crecimiento de esta tecnología? ¿Qué retos y barreras tiene por delante para lograrlo?
Lo primero que tiene que haber es un buen tamaño de mercado. Las entidades que han participado en este estudio consideran en un 21% que el tamaño de mercado es muy relevante posicionándolo como el primer requisito.
Lo segundo, es la estabilidad regulatoria. Países que tienen estabilidad regulatoria o que tienen un marco regulatorio definido, son los más atractivos a la hora de desarrollarse.
Un tema que también aparece en los desarrollos renovables y que hasta ahora no había surgido es la disponibilidad de la red. Para un parque eólico off shore es necesario que la red tenga una estabilidad y que pueda absorber esa generación.
Los dos últimos son la cadena de suministro local, que tenga fuentes de suministro de componentes para su operación y mantenimiento; y, por último, en el estudio aparece el subsidio, aunque tratamos de desvincular la energía renovable de esos subsidios, como ha ido sucediendo con otras renovables como la eólica terrestre o la fotovoltaica que han pasado a ser las fuentes de generación más económicas de los sistemas. Creo que con la eólica flotante es más acusado si cabe.
Estamos hablando de la situación en el ámbito internacional, pero ¿en qué situación nos encontramos en España?
Nuestra experiencia dentro del mercado de eólica flotante en España encaja perfectamente con el marco que estábamos comentando: el mercado y la regulación son fundamentales, la red es importantísima y la cadena de suministro local es un factor clave.
Creo que lo bueno del mercado español es que tiene esos cuatro puntos, que no están todavía desarrollados del todo, pero que ya se están dando pasos.
En cuanto al tamaño del mercado, tenemos los objetivos del PNIEC de tres gigavatios; tenemos un marco regulatorio en el que se está trabajando. Ya se sabe dónde van a ir los parques y eso ya es un primer paso. No obstante, falta la definición de la subasta, la definición de los parámetros que van a marcar cómo se va a hacer el rating de esa subasta y cómo se va a gestionar la interconexión a la red de esos proyectos. Este es un aspecto importantísimo ya que un parque eólico off shore tiene que tener definido el punto de interconexión y garantizado que al final de ese desarrollo va a poder interconectarse. En cuanto a la cadena de suministro, creo que la tenemos cubierta, entre los puertos, las infraestructuras de dique seco que tenemos o la experiencia en la construcción de componentes como jackets o monopiles que se han suministrado a proyectos del norte de Europa. A priori, por tanto, creo que tenemos los mimbres para ser uno de los mercados líderes en Europa.
Además, según nuestra experiencia directa con los principales actores del mercado, vemos un interés muy elevado por desarrollar proyecto de eólica off shore en España.
¿Qué perspectivas de crecimiento tenemos?
Se están dando pasos, pero posiblemente no todo lo rápido que el sector quisiera ya que la industria avanza mucho más rápido que la elaboración de la regulación. Percibimos que, dado el interés de muchas empresas y la tecnología que se está desarrollando, si hubiera una regulación ya tendríamos posibilidad de llevar a cabo proyectos de una forma sólida.
De momento, los PoEM han sido el primer hito, pero, sobre todo, hace falta la definición de las subastas, que será el hito que marque cómo de interesante va a ser el mercado. Quizás esas subastas no tengan la misma forma que las que hemos vivido hasta ahora, porque hay que asegurar muchos más elementos de lo que los que hace falta en otras subastas como de fotovoltaica o eólica terrestre.
¿Qué capacidad de eólica flotante podríamos disponer en nuestro país?
La primera restricción viene por el marco regulatorio. Los PoEMs definen las áreas disponibles que deberían acoger lo que viene definido por el Plan Nacional de Energía y Clima.
Evidentemente, el litoral español es muy amplio por lo que el potencial podría ser mucho más grande de lo que tenemos a día de hoy definido. Es una tecnología emergente que hasta ahora no se ha trabajado, con un marco regulatorio en un periodo iniciático, por lo que fácilmente creo que podría alcanzar diez veces más de lo que tenemos marcado en el Plan Nacional de Energía y Clima.
La eólica en tierra a día de hoy tiene 30GW prácticamente instalados, la fotovoltaica en tierra tiene más de 20GW, con lo cual la demanda no es infinita y, por tanto, es algo que habrá que equilibrar. Una cosa es el potencial que puedas tener en cuanto a espacio y recurso eólico disponible y otra poder conectar toda esa producción a la red.
¿Existen reticencias entre ciertos colectivos para la implantación de la eólica marina?
Por tanto, ¿es seguro invertir en eólica flotante en nuestro país?
Este marco que estamos desarrollando tiene que aportar certidumbre al inversor, a las partes a las que va a afectar el proyecto y al sistema eléctrico, que va a ver como una porción de toda esa energía renovable que hemos planificado a futuro, va a provenir de la eólica off shore.
La tecnología está disponible, los jugadores están prestos a invertir, tenemos un sector industrial, (astilleros, talleres, fabricantes de componentes, etc.) que puede dar servicio a este sector. Todo el tiempo que dejemos pasar va a ser tiempo que demos a países vecinos para dar servicio a este sector que a día de hoy podríamos hacerlo nosotros. Por tanto, cuanto antes podamos acelerar todos los desarrollos regulatorios antes podrán trabajar en eólica off-shore las empresas.
Para nosotros la eólica off shore es una oportunidad como país, ya no sólo para España, sino para, además, dar servicio a países vecinos como Portugal, Francia o Italia, que están desarrollando sus proyectos.
"Se están dando pasos, pero posiblemente no todo lo rápido que el sector quisiera ya que la industria avanza mucho más rápido que la elaboración de la regulación"