El aislamiento, clave en el ahorro energético de los edificios
¿Sabes cuánto pueden hacer las persianas por tu economía? Persax, fabricante de elementos de cerramiento desde 1976, lo tiene claro. Muchísimo. “Las persianas son un elemento clave para conseguir un buen aislamiento. Lo que supone evitar hasta un 50 % de fugas de calor, ya que este puede escaparse a través de ventanas y acristalamientos, marcos y molduras de puertas y ventanas, lamas y cajones de persianas, etc.”, explica Beatriz Ochoa, directora de Marketing de Persax.
Entre el 25 % y el 30 % de la energía que se consume en los hogares se destina a cubrir lo que se pierde por las ventanas, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), que también afirma que las medidas relativas a la envolvente y a elementos constructivos son fundamentales para conseguir el ahorro deseado. La utilización correcta de soluciones de control solar, como las persianas, constituyen un elemento viable para reducir el consumo energético y minimizar el uso de climatizadores en el hogar. Además, permiten una reducción de entre el 30 % y el 50 % del consumo eléctrico en la climatización de las estancias, según el estudio realizado por el Centro de Fomento de la Investigación Sostenible, de la Universidad de Minnesota. Tan fácil como abrir o cerrar una persiana para modificar la temperatura.
La envolvente de la fachada por tanto, es uno de los sistemas constructivos que mayor importancia cobra en el diseño sostenible por su función de filtro entre el exterior y el interior, estableciendo el espacio habitable. Su posición hace que en ella se produzca la mayoría del intercambio de energía que genera el edificio con el medio ambiente, y sirve de elemento de recolección de las aguas de lluvia, producción de energía renovable, control de la iluminación y ventilación natural, entre otras. Por su condición de fachada tiene un trato estético compositivo que representa la imagen del edificio, integrándolo en la ciudad, por tanto debe ser un elemento estético que busca una imagen atractiva, pero sin olvidar conseguir la mayor eficiencia del mismo.
Si además tenemos en cuenta que la factura de la luz, a pesar de la reciente bajada que anunciaba el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, sigue suponiendo un gran porcentaje del gasto eléctrico del hogar, contar con un óptimo aislamiento parece fundamental.
Mejorar el aislamiento
Para comprobar si nuestras persianas y cajones de persiana sufren filtraciones de corriente, ya que son en muchos casos el punto débil, dada la gran cantidad de energía que se escapa a través del cajón y la gran cantidad de frío que se filtra, no hay nada mejor que pasar una vela tras quitar el frontal del cajón. Para asegurarnos de evitar estas fugas y conseguir optimizar la energía de nuestro hogar, hay tres aspectos que juegan un papel fundamental: la lama, el cajón y el motor de las persianas. “Es clave para nosotros poder mantener la estancia cálida aprovechando la luz natural y evitando perder el máximo de energía, punto en el que el aislamiento se hace fundamental”, explica la directora de marketing de Persax.
Uno de los puntos elementales para conseguir un mejor aislamiento es el cajón de persiana, pero no todos los que existen en el mercado son iguales. Un aspecto fundamental para diferenciar los más eficientes es conocer cuál es su coeficiente de transmitancia térmica (U), que es el flujo de calor (W) entre la superficie (m2) y la diferencia de temperatura (K). De este cálculo se obtiene un resultado, y cuanto menor sea el valor resultante, mayor será su eficiencia. En una ventana de buena calidad, el coeficiente de transmitancia térmica es de 2W/m2K, por tanto el cajón tiene que tener, al menos, el mismo valor para que no se produzcan pérdidas de calor/frío en la vivienda y aportar así un mayor ahorro de energía, ya que se evita que el aire frío o cualquier inclemencia se adentre en el recinto.
Son ejemplos el cajón Energy de Persax, con valores de aislamiento térmico y acústico de los más altos que existen en el mercado (1,20 W/m2k), y el cajón túnel (< 1 W/m2K), especialmente indicado para persianas de grandes dimensiones, muy habituales en la arquitectura moderna, gracias a su capacidad de enrollamiento. Se integra en la pared, y queda totalmente oculto a la vista y mejora la estética del interior.
“Para la consecución de este coeficiente y de esta calidad en los productos, en Persax estamos en constante investigación con nuevos materiales que supongan una mejora térmica, y que permitan un mayor ahorro energético”, explica Beatriz Ochoa, directora de marketing de Persax.
La lama de persiana es otro aspecto que contribuye eficazmente a mejorar el aislamiento de la ventana. Con un simple gesto como abrir o cerrar una persiana se puede controlar la temperatura de la estancia en varios grados, así como la entrada de ruidos desde el exterior. En este sentido, desde Persax “aconsejamos lamas de aluminio perfilado rellenas de poliuretano, en especial los modelos de alta densidad, que se caracterizan por su alta resistencia y proporcionan a la ventana una excelente resistencia térmica y, por tanto, mayor eficiencia. Al igual que lo hace la utilización del motor como sistema ideal de accionamiento para subir y bajar la persiana, ya que su instalación dentro del cajón evita aperturas por donde se pueda filtrar el aire”, finaliza Beatriz Ochoa.