La CNE alerta de otra ‘burbuja’ en los huertos solares de 1.700 millones
Miguel Sebastián se enfrenta a la segunda burbuja fotovoltaica. La sustitución en los huertos solares de las placas antiguas por otras más modernas y eficientes está provocando que la potencia instalada sea superior a la inscrita en el registro. Lo que en la práctica supone un mayor número de horas de producción y más retribución. “Con supuestos moderados hay estimaciones de que, en el plazo de dos años, el incremento de coste así generado superaría los 1.700 millones de euros”, denuncia Luis Albentosa, consejero de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), en su voto particular al informe del supervisor al proyecto de Real Decreto sobre el régimen especial.
El fenómeno se denomina técnicamente ‘repotenciación’. Y los números cantan. Los huertos acogidos al real decreto 661/2007 tenían fijada una retribución para 1.358 horas. Sin embargo, el número de horas registradas por este tipo de instalaciones en 2009 fue 1.650, más de un 20% por encima. Un exceso de producción logrado por la mejora tecnológica. “Las placas nuevas estarían siendo retribuidas como si fueran de las antiguas, provocando un aumento considerable del coste del régimen especial”, subraya el voto particular, que estima que el Gobierno no debería modificar la retribución de estas energías sin cuantificar el impacto de esta “anomalía”.
La importancia de ese coste extra radica en que los subsidios a las energías renovables se repercuten en el recibo de la luz. Precisamente el Gobierno anunciaba el pasado miércoles una subida del 4,8% en la factura eléctrica a partir del 1 de octubre. El consejero de la CNE constata que, pese a los precios bajos de la electricidad en origen, el recibo de la luz está, “por primera vez después de mucho tiempo, por encima del nivel medio de los precios de los países de la UE”. Una evolución que tiene mucho que ver con que el 50% de la tarifa dependa de los costes de acceso, que incluyen las primas a las renovables. Sólo en 2009, ésta rúbrica se elevó a 6.125 millones de euros.
En la misma línea está el voto particular de otro de los consejeros. Jaime González recuerda que la realidad de 2009 ha demostrado que se han alcanzado horas medias aproximadas superiores a las estimadas, por lo que “la tarifa fijada en 2007 debería haber sido inferior. Al no haber sido así, las mayores horas de utilización resultantes llevan a una rentabilidad superior a la considerada como razonable”, que la tarifa original fijaba en el 7,9% y el 9,2%. En su planteamiento, el consejero estima que gracias al factor repotenciación las fotovoltaicas han cobrado 370 millones de euros anuales por superar el límite de producción estimado.
Un 50% más de retribución
El sector conoce la dimensión del problema y ha pedido a Industria una reunión monográfica para abordarlo. En una carta remitida al secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif) admitía a principios de septiembre que “ampliar la potencia pico de una instalación (…) permite aumentar sus horas de funcionamiento, su producción eléctrica y, consecuentemente, su retribución, en un orden de magnitud que puede superar el 50%”. Ecuación perfecta: tarifa alta, paneles baratos y rentabilidades mucho mayores sobre las originales.
Según admite Asif, el impacto en la tarifa eléctrica de esas repotenciaciones puede ser de “cientos de millones euros anualmente”. Eso sí, la patronal sostiene que la limitación de horas no soluciona el problema, ya que “no evitará que las instalaciones que operen con menos horas que las máximas fijadas aumenten su potencia pico hasta conseguirlas, aumentando con ello su retribución y su peso en la tarifa eléctrica”.
Incluso la propia CNE, en su informe sobre el nuevo marco planteado por Industria, en el apartado referido a las mejoras que incorpora la propuesta legislativa sobre la retribución de las instalaciones, el organismo supervisor considera que “no es eficiente la limitación de las horas de funcionamiento susceptibles de recibir prima equivalente o prima, según se recoge en la propuesta de Real Decreto con respecto a las instalaciones eólicas y solares termoeléctricas”, precisamente este planteamiento es el que contempla el Ministerio de Industria, que de acuerdo con la estimación recogida en el Plan de Energías Renovables (PER), baraja establecer 1.250 horas para las instalaciones fijas y 1.644 para las denominadas de seguimiento.