El sector energético y el financiero lideran la recuperación
El sector energético, junto con el financiero, abrieron ayer las sesiones de trabajo de la cumbre empresarial de CEOE Empresas Españolas: Liderando el Futuro, cuyo objetivo es proponer soluciones para ayudar a acelerar la reactivación de la economía y el tejido empresarial. De esta manera, entre el 15 y 25 de junio, representantes de las principales empresas españolas expondrán su visión sobre la situación actual y sobre la estrategia de salida de la crisis del Covid-19. «Nuestro objetivo es la reconstrucción económica y social del país”, afirmó el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, en la apertura de la sesión. “Venimos con ganas constructivas y a sumar, con lealtad institucional, con independencia y sentido de estado. Queremos trasladar nuestro compromiso con España», añadió.
Que esta cumbre empresarial tan singular haya comenzado por el sector financiero no es casual, pues está llamado a liderar la recuperación económica. Más significativo, en cambio, es la relevancia del sector energético, cuyo papel también es definitivo, no solo por las oportunidades que representa, sino por su importancia para la sostenibilidad que se quiere impregnar al proceso de recuperación.
El sector energético contó con la intervención de José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola; José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona; José Bogas, consejero delegado de Endesa; Antonio Brufau, presidente de Repsol; Francisco Reynés, presidente de Naturgy; y Miguel Antoñanzas, presidente de Viesgo y del Club Español de la Energía.
En primer lugar, Sánchez Galán destacó que “vamos a dejar una deuda pública gigantesca como herencia a las generaciones futuras”. “Dejémosles también un país mejor, con reformas que lo hagan más competitivo”, ha añadido. Sánchez Galán pidió “acelerar el proceso” de reformar, porque, “no podemos llegar tarde a esta nueva revolución industrial cuyo tren está ya en marcha”.
Por su parte, José Manuel Entrecanales afirmó que “Europa, con el Pacto Verde y el plan de recuperación Próxima Generación, se coloca a la cabeza del mundo en el esfuerzo por acometer de manera simultánea y única la crisis climática y la sanitaria. España puede ser parte de ese liderazgo con la aplicación decidida de medidas como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en trámite”. También aseguró que “nuestra ventaja competitiva en el sector de la sostenibilidad social y medioambiental es indiscutible en el mundo. Hagamos de ello el vector de crecimiento más importante de nuestra economía”. Además, el presidente de Acciona cree «que no hay duda de que es imprescindible la participación del sector privado –nacional e internacional– para salir adelante en la gran crisis que nos acecha, tanto por el enorme esfuerzo inversor necesario, como por la gran contribución empresarial a la financiación de lo público”.
José Bogas también incidió en el ámbito de la sostenibilidad, al asegurar que “podemos acelerar e incrementar un 30% las inversiones, y con ello generar 12.000 empleos”. En su opinión, “economía y medio ambiente ya no caminarán nunca más por separado. La sostenibilidad será la que nos saque de la crisis”.
Para Brufau en la respuesta a la crisis “ser rápidos es fundamental” y, por tanto, “tenemos que centrarnos en las medidas que tengan impacto en la recuperación económica y sobre todo en el empleo”. El presidente de Repsol pidió “apoyar y promover la industria de España”, porque “los países que cuentan con un mayor peso de la industria son más resilientes ante las crisis”. En este sentido, aclaró que “debemos crear industria nueva, desde luego, pero sumando esta a la ya existente”, que es “uno de los más valiosos activos estratégicos de España en estos momentos”. Sobre la energía y el cambio climático, afirmó que “el reto de la descarbonización es planetario, es tan colosal que vamos a necesitar todas las tecnologías disponibles”, y advirtió que “el determinismo tecnológico nos ha hecho cometer muchos errores en el pasado”.
En su intervención, Francisco Reynés aplaudió el plan de transición energética, que calificó de “atractivo como catalizador de la inversión”. Asimismo, pidió “impulsar la calidad de las infraestructuras del país, sobre todo de distribución eléctrica y transporte, y mantener la apuesta por la digitalización”. Pero también abogó por el papel que deben jugar las empresas: “Velar por el interés económico, la creación de valor, la mejora del bienestar y el compromiso con la sociedad”.
Miguel Antoñanzas cerró la mesa de energía, asegurando que la compañía “se compromete con la recuperación económica del país ofreciendo duplicar sus inversiones en redes de electricidad hasta los 1.000 millones de euros durante los próximos 10 años en torno a tres ejes de apoyo a la transición energética, a la resiliencia frente al cambio climático y al desarrollo económico inclusivo en el reto demográfico”. Asimismo, Antoñanzas pidió al Gobierno “eliminar el límite de inversión fijado en el 0,13% del PIB. Los planes de inversión deben ser desarrollados junto a las Comunidades Autónomas”.
La primera jornada de la cumbre empresarial concluyó con una mesa centrada en las operadoras del sistema y compuesta por Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Red Eléctrica; Antonio Llardén, presidente de Enagás; y José Luis López de Silanes, presidente de CLH. Corredor apostó por consolidar un modelo económico que se asiente definitivamente en el crecimiento y el desarrollo sostenibles: “El desafío que afrontamos es grande, pero las oportunidades que se abren ante nuestro país, también. La trascendencia del momento nos exige tomar medidas coordinadas y comprometidas para salir de esta crisis de una forma sostenible, solidaria y ecológica. Ninguna institución, corporación o empresa puede eludir su responsabilidad en esta respuesta global. Debemos reforzar nuestras alianzas con todos los agentes económicos y sociales, de todos los sectores, para, en colaboración con las administraciones públicas, transitar este camino con esperanza y fortaleza. Y debemos hacerlo juntos”.
Antonio Llardén consideró que “la innovación nos llevará a nuevas actividades industriales, deslocalizadas dentro de nuestro país, que favorecerán la diversidad de suministros y una reindustrialización basada en el proceso de descarbonización”. “La transición energética -añadió- es una palanca de crecimiento en la que tiene que asentarse el nuevo modelo económico y social”. Llardén afirmó que “los acuerdos políticos y económicos que nuestro país necesita solo será posible lograrlos con la colaboración de la sociedad civil y las empresas. Es un momento de diálogo y de colaboración por una recuperación sostenible y duradera, sin dejar a nadie atrás”.
En la última intervención de la jornada, José Luis López de Silanes afirmó que esta crisis ha llevado consigo “reducciones de consumo histórico, del 85% de caída en el caso de la gasolina, 70% en el del gasoil y prácticamente del 95% en el del queroseno”. Según López, la crisis ha dejado también algunas lecciones, como el uso del teletrabajo, “una experiencia exitosa” en su opinión, o los nuevos hábitos de consumo en el transporte. El presidente de CLH valoró positivamente el proyecto de Ley de Cambio Climático en el Congreso, siempre que “se garantice la neutralidad tecnológica”, para lo cual sugirió algunas modificaciones al texto legal.
Mesa financiera
Pablo Isla de Inditex y Juan Roig de Mercado, fueron los encargados de abrir la sesión, tras la intervención de Garamendi, un guiño no solo al sector de la gran distribución, sino al papel que ambas empresas han jugado socialmente durante la crisis del Covid-19. Después, la primera mesa de la jornada fue la del sector financiero, protagonizada por Ana Botín, presidenta del Banco Santander; Carlos Torres, presidente del BBVA; Jordi Gual, presidente de CaixaBank; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; Josep Oliú, presidente del Banco Sabadell; y José Luis Aguirre, presidente de Ibercaja.