El sector energético defiende actuar frente al precio del gas y el índice TTF

Madrid, 7 sep (EFE).- El alto precio del gas, especialmente el que marca el mercado holandés TTF, de referencia en Europa, es el principal problema en la actual crisis energética para el sector, que además considera que se debe actuar ya para frenar la especulación que hay.

Así lo han expuesto este miércoles durante el VII Foro de Energía de El Economista varios responsables de las energéticas mas importantes del país, en un momento en que la Unión Europea analiza si actúa en el mercado gasístico TTF de Países Bajos.

Francisco Reynés, presidente de Naturgy, la principal compañía de gas en España, ha dicho que es lógico que el TTF deje de ser referencia «en muchas cosas», ya que está perjudicando la competitividad de la industria y los precios domésticos del gas.

Según Reynés, el TTF no responde ya a un equilibrio de oferta y demanda, sino a las restricciones físicas de descarga de gas natural licuado (GNL) en Europa, por lo que ha considerado «lógico» que deje ser referencia «en muchas cosas» y ha defendido que se actúe, aunque ha precisado que «el problema es cómo actuar» para acabar con la «especulación» que se está produciendo por la congestión física para descargas de GNL en el norte de Europa.

En su opinión, la UE debería buscar un mercado líquido de referencia que se construya con oferta y demanda, por lo que ha expresado su esperanza en que se avance en esta dirección en el consejo extraordinario de ministros de Energía de la UE de este viernes.

Para el consejero delegado de Endesa, José Bogas, hay un problema con el precio del gas y con el índice de precios TTF como referencia, por lo que las medidas que se adopten deben ir dirigidas a limitar la volatilidad del precio del gas, al tiempo que ha señalado que el precio del TTF «no es representativo y tiene mucha especulación».

Sin embargo, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que el gas no solo se ha encarecido por la guerra de Ucrania, si no también por una transición energética que se está haciendo mal en Europa y España.

Ha recordado que en España la Ley de Cambio Climático prohibió la exploración de gas en el país, cuando lo hay y hay empresas que lo tienen que pagar muy caro.

Para Imaz, en Europa hemos hecho una transición energética «ideológica», en la que se ha rechazado invertir en determinadas fuentes de energía y que ha aumentado la dependencia energética, y la consecuencia ha sido que los consumidores pagan más por la energía y el CO2 aumenta.

Según el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, si en algo está mal planteada la transición energética es en su velocidad, ya que hay ir más rápido porque urge.

Ha dicho que cada kilovatio de renovables es un kilovatio de gas que no hay que comprar al exterior y que España hubiera tenido que importar un 20 % más de gas para quemar y generar electricidad si no hubiera tenido renovables.

El consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, ha pedido que las inversiones en transición energética no bajen por la crisis, pues es una necesidad y «vamos extremadamente atrasados».

En el foro, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha recordado que se han movilizado más de 30.000 millones de euros para ayudar a las familias y empresas en la crisis, y que España ha sido el país que más recursos públicos ha dedicado a este objetivo.

Ha destacado que, desde que se aplica el tope al gas para generación eléctrica, los españoles se han ahorrado 2.000 millones de euros en la factura y que en agosto España tuvo el menor precio medio mayorista de electricidad entre los grandes países europeos.

Un tope al gas que al consejero delegado de Repsol le parece bien en esta coyuntura extraordinaria y siempre que se aplique de forma medida y limitada en el tiempo; pero no así el impuesto a los beneficios extraordinarios de las energéticas que se comenzará a aplicar el año que viene.

EL IMPUESTO A LOS BENEFICIOS DE LAS ENERGÉTICAS

Imaz ha denominado este tributo el de las «tres mentiras», empezando por que no grava beneficios, sino las ventas; mientras que el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha vuelto a negar que las eléctricas estén teniendo beneficios extraordinarios con la subida de la luz.

El presidente de BP en España, Andrés Guevara, ha advertido de que el impuesto pone en riesgo el plan de inversión de la compañía en España, donde no se pueden desgravar las inversiones en renovables, a diferencia de Reino Unido.

También se ha hablado en el Foro de la construcción del gasoducto Midcat, una interconexión con Francia que defienden varios países europeos y a la que Francia se opone.

El consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, ha dicho que esta infraestructura, que formaría parte de la futura red troncal europea de hidrógeno verde, resolvería el «cuello de botella» que hay actualmente en las dos interconexiones gasistas que existen entre España y Francia.

También ha defendido esa interconexión el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, quien la considera necesaria para que España sea líder en hidrógeno verde, además de un «asunto de vital importancia» también para Alemania y Holanda que, a futuro, importarían hidrógeno verde de España.