Bioclimatización: una nueva forma de climatizar

En esta línea la bioclimatización se presenta como una alternativa, aún bastante desconocida, para la climatización en verano. Se basa en el estudio de la naturaleza y la forma que esta consigue rebajar las temperaturas manteniendo la calidad del aire.

Es importate tener en cuenta todo lo que conlleva el término de calentamiento global, cada vez más utilizado. La acumulación de gases resultantes de la actividad humana (industrias, vehículos, centrales, etc.), y especialmente del dióxido de carbono, impiden que la radiación que la tierra recibe el sol y que devuelve reflejada, atraviese la atmósfera: es el efecto invernadero.

El aumento de las temperaturas conlleva una mayor demanda de climatización. Pero el sistema convencional, el aire acondicionado, supone un incremento brutal en el consumo eléctrico. La generación de esta inmensa cantidad de energía eléctrica se hace en centrales que liberan toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera empeorando el problema. En conclusión: la refrigeración del aire por compresión, la base del aire acondicionado convencional, resulta un sistema caro y contaminante.

En resumen: el desarrollo industrial provoca grandes concentraciones de dióxido de carbono que lleva al efecto invernadero con el consiguiente calentamiento global causando el cambio climático que lleva a una mayor demanda de climatización, generando así más concentración de dióxido de carbono, etcétera. Y la bioclimatización puede ayudar a romper este círculo vicioso.

Los veranos cada vez más largos y cálidos han disparado la demanda de aire acondicionado. Es fácil de instalar y de precio asequible. Pero contribuye al calentamiento del planeta.

Sin embargo, el confort térmico es esencial para el bienestar de los ocupantes de un edificio, ya sea para uso residencial, de ocio o profesional. Diversos estudios muestran que el confort térmico se mantiene dentro de unos parámetros que van de 19 a 27 °C de temperatura y de 20 al 70% de humedad relativa. Y cabe recordar que en el confort térmico intervienen cinco elementos básicos: temperatura, humedad del aire, movimiento del aire, naturaleza de la actividad y tipo de ropa.

El aire acondicionado convencional actúa modificando la temperatura y la humedad. Pero el aire en movimiento al evaporar el sudor sobre nuestra piel produce una sensación térmica que puede ser de un par de grados en niveles de velocidad no molestos.

Por otro lado, cabe apuntar que uno de los problemas principales que plantea el aire acondicionado convencional es el elevado consumo eléctrico. En España se estima que el 11% del consumo de electricidad está asociado al uso del aire acondicionado en hogares y en el sector servicios. Y, además, para lograr bajar la temperatura de una sala debe tener las puertas y ventanas cerradas impidiendo la renovación del aire.

Otro inconveniente es la gran demanda de potencia eléctrica que produce el aire acondicionado en determinadas horas —origen de cortes de suministro eléctrico—. Además, la mayor parte de los equipos de aire acondicionado están basados en un sistema de comprensión mecánica de condensación por aire, menos eficientes que la condensación por agua. En pleno verano trabajan en condiciones extremas demandando un consumo enorme de energía.

Preguntas con respuesta

¿Qué temperaturas se pueden obtener con la bioclimatización?

El bioclimatizador actúa sobre el aire en circulación que absorbe del exterior e introduce en la vivienda desplazando el aire caliente del interior. Estas formas alternativas de climatizar varía según las condiciones climatológicas. No altera totalmente el ciclo de temperaturas diario sino que lo adapta a temperaturas de confort. Entre el efecto refrigerante del agua y la sensación térmica refrescante del aire se consiguen saltos térmicos de más de 12 °C.

¿Aumenta el consumo de agua?

El consumo de agua que precisa el Bioclimatizador durante un día de funcionamiento es de unos 150 litros. Para hacernos mejor la idea, basta saber que está al nivel de un lavavajillas de consumo eficiente y por debajo de una bañera medio llena (200 litros).

En una vivienda adosada de 150 metros cuadrados el ahorro en electricidad puede ser aproximadamente de 900 euros al año, evitando la generación de 560 kilos de dióxido de carbono.

En los equipos de bioclimatización existen pocas piezas mecánicas, lo que implica un riesgo bajo de producirse fallos. El mantenimiento de los filtros y los distribuidores de agua es muy sencillo.

La instalación carece de complejidad, independientemente de la aplicación. Los bioclimatizadores, ligeros por su estructura polimérica, no suelen requerir un soporte de fijación especial y se sujetan únicamente mediante el conducto. Aparte de eso, sólo se necesita una toma de agua y una fuente de energía eléctrica; no requerirá tuberías de refrigerante adicionales.

La bioclimatización es una solución ideal para un amplio abanico de aplicaciones domésticas, comerciales e industriales.

En especial está preparado para resolver problemas de calor en ambientes que se benefician de un flujo constante de aire fresco y frío; para lugares donde se genere calor o humo; zonas que precisen la evacuación de aire contaminado procedente del proceso de fabricación. En definitiva para conseguir un ambiente sano, fresco y saludable para los trabajadores.

Algunas de las aplicaciones no domésticas son:

• Almacenes
• Aplicaciones residenciales
• Clubes, bares y restaurantes
• Cocinas industriales
• Eventos en el exterior
• Fábricas, industrias y naves
• Hangares y talleres
• Lavanderías industriales
• Supermercados
• Torres bioclimáticas

También es la mejor solución para la industria textil, de artes gráficas, panadera, etc. que requiere una pequeña humedad adicional.

Además, aplicando la bioclimatización en naves industriales el estrés térmico se elimina completamente y se generan unas condiciones de trabajo acordes a la normativa laboral que rige la Ley de Prevención y Riesgos Laborales vigente y se consigue disminuir la accidentalidad. Además, mejorando las condiciones de trabajo se aumenta sensiblemente la productividad.