"El papel de los instaladores se ve reforzado por el aumento de las obligaciones de los controles de fugas"
Valoración general del reglamento
El Reglamento supone un cambio sustancial en el panorama actual del sector del clima y la refrigeración, dado que se pasa del uso generalizado de refrigerantes fluorados a una reducción gradual y muy importante de los mismos, hasta la desaparición total de su producción y consumo a 25 años vista.
Valoramos positivamente la apuesta que hace por la certificación de las personas que manipulan gases refrigerantes, y el compromiso que demuestra con el uso eficiente de los recursos y el cuidado de medioambiente, pero al mismo tiempo advertimos que la reducción de cuotas a la importación de gases fluorados va a incrementar el precio de adquisición, con lo que eso supone para la empresa instaladora y se puede generar un tráfico ilegal que a nadie de la cadena de valor interesaría. Reclamamos por parte de las autoridades competentes un mayor control de las fronteras de la Unión Europea para evitar el comercio ilegal de gases fluorados.
¿Cómo va a afectar a los instaladores?
El Reglamento, por las novedades que introduce en el sector de la climatización y refrigeración, representa un reto para los instaladores, pero también una oportunidad. En lo que al mantenimiento de las instalaciones respecta, el papel de los instaladores se ve reforzado por el aumento de las obligaciones de los controles de fugas. Al mismo tiempo, la limitación al uso de determinados gases refrigerantes y el empleo de otros alternativos siempre que sean reciclados o regenerados, incidirán en el alza de los costes para las empresas instaladoras.
En cuanto a las nuevas instalaciones, los instaladores nos vamos a encontrar en el mercado equipos que utilicen refrigerantes con bajo PCA y un uso muy limitado en la actualidad pero que acabarán teniendo una gran implantación por esa condición. Estos refrigerantes podrán venir con restricciones de instalaciones ligadas a las condiciones de seguridad.
La nueva realidad va a necesitar instaladores formados en la manipulación de los gases fluorados, por lo que los programas y esquemas formativos que se impartan tendrán que estar adaptados a las novedades que el Reglamento introduce y a las que el propio mercado fije.
¿Qué echan en falta o consideran que no debería haberse incluido?
Echamos en falta una mayor definición en determinados términos, como por ejemplo en la autorización de uso de refrigerantes fluorados si éstos permiten cumplir las condiciones de seguridad del emplazamiento.
Este aspecto genera confusión a los instaladores porque no está claro ni definido cómo se va a evaluar ni quién será el responsable de hacerlo. También consideramos que la estructura sobre la cual se ha articulado el control de uso, es ciertamente compleja en su redacción, y se podría haber expresado de una forma más clara y sencilla.
“Advertimos que la reducción de cuotas a la importación de gases fluorados va a incrementar el precio de adquisición, con lo que eso supone para la empresa instaladora y se puede generar un tráfico ilegal que a nadie interesaría”