Nuevas orientaciones de la UE para el despliegue seguro de la infraestructura de vehículos eléctricos
La Comisión Europea ha publicado dos documentos de orientación que buscan garantizar la seguridad y optimizar la planificación de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos de batería (BEV). Estas directrices, elaboradas por el Foro de Transporte Sostenible (STF), abordan riesgos de incendio en aparcamientos y procedimientos de licitación para estaciones de carga pública.

Las nuevas orientaciones forman parte de los esfuerzos de la Comisión Europea para consolidar un ecosistema de movilidad eléctrica seguro y eficiente en los Estados miembros.
La primera guía se centra en la seguridad contra incendios en estacionamientos cubiertos con infraestructura de carga para BEV. El documento recomienda evaluaciones de riesgo específicas, instalación de sistemas avanzados de detección de incendios, rutas de evacuación optimizadas y empleo de materiales ignífugos. Asimismo, subraya la necesidad de contar con equipos especializados de extinción de incendios adaptados a incidentes con baterías de litio. Estas directrices están dirigidas a autoridades públicas, operadores de estacionamientos, diseñadores, evaluadores de riesgos, cuerpos de bomberos y fabricantes de equipamiento.
El segundo documento establece criterios para la planificación y gestión de licitaciones en infraestructuras de recarga pública destinadas a automóviles y furgonetas. En línea con el Reglamento de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR), la guía promueve estrategias de movilidad y energía a largo plazo, como los Marcos de Política Nacional (PNB) y los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (SUMP). Además, enfatiza la importancia de la colaboración temprana con operadores de sistemas de distribución eléctrica y otras partes interesadas para asegurar un despliegue eficiente y compatible con la red.
Las nuevas orientaciones forman parte de los esfuerzos de la Comisión Europea para consolidar un ecosistema de movilidad eléctrica seguro y eficiente en los Estados miembros. Al proporcionar herramientas técnicas y regulatorias, la UE busca facilitar la expansión de la infraestructura de carga y mitigar riesgos operativos en un contexto de creciente electrificación del transporte.