Aprendices de la compañía Ziehl-Abegg apadrinan a dos niños del sur de África
Durante el seminario ‘Youth and Trainees Council (JAV)’ de jóvenes y alumnos, los aprendices y miembros del consejo de Ziehl-Abegg, Jennifer Zürn y Marlen Geißler tuvieron una idea. “Falta algo de compromiso social”, afirmaron durante la celebración del seminario. Motivados y llenos de ideas volvieron a la empresa y discutieron con los otros jóvenes empleados dicho aspecto. La respuesta fue muy positiva, quedando únicamente una pregunta en el aire: ¿cómo hacerlo? “En el JAV consideramos proyectos que tienen sentido y que nos convienen”, explica Zürn. Tras mucho debate, finalmente el comité decidió apoyar el programa de apadrinamiento infantil de World Vision.
Jennifer Zürn (izquierda) y Marlen Geißler (derecha) durante la firma del documento para apadrinar dos niños en Swazilandia.
“Queríamos llevar a cabo un proyecto permanente”, explica Geißler. Es por esto que la asociación con World Vision les pareció buena idea después de que los miembros del JAV se informaran sobre la transparencia y la economía de la organización. Los aprendices acordaron donar 30 euros al mes por cada niño. A cambio, los niños reciben comida, atención médica y educación escolar. “Y por supuesto podemos enviar un pequeño regalo de cumpleaños o algo de dinero para los libros de ejercicios para toda la clase”, dice Geißler. En cuanto a regalos adicionales, World Vision recomienda enviar cosas que beneficien a toda la comunidad. “También podemos donar dinero para un pollo que será compartido en toda la familia”, explica Zürn, quien también apadrina a un niño por su propia cuenta.
Entre otras razones, los jóvenes empleados de Ziehl-Abegg eligieron Swazilandia porque el inglés es uno de sus idiomas oficiales, además de Swazi. “Tal vez en el futuro, podríamos invitar a un niño a venir a las instalaciones de Ziehl-Abegg en Alemania o para puestos de trabajo”, añaden los representantes de JAV. Con el fin de ganar dinero para el proyecto, los aprendices establecerán proyectos de recaudación de fondos en las futuras celebraciones de la empresa. “Por ejemplo, vamos a organizar una lotería o vender bebidas”, dice Geißler. La fundación para financiar el proyecto se estableció cuando los aprendices vendieron camisetas de la empresa con el viejo diseño que habían recibido de la compañía.