Unió de Pagesos cifró la caída de las ventas de pepinos mallorquines en 80%
01 de junio de 2011
El sindicato ha asegurado de esta manera que “se ha actuado de forma irresponsable y se debe rectificar" y ha reclamado que se acometa una campaña informativa que restablezca la confianza de los consumidores en los productos hortícolas después de que la crisis ha producido una caída del consumo interno en España del 25% según el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Unió de Pagesos señala que si bien las pérdidas se calculan en 200 millones de euros semanales en todo el país, con 70.000 puestos de trabajo en peligro sólo en las zonas exportadoras de Andalucía, "los daños económicos en Mallorca también son importantes”.
En opinión del sindicato, aunque la crisis es europea y su tratamiento debe ser europeo, “el comportamiento responsable de los consumidores isleños es importante para hacer que esta absurda crisis no provoque más perjuicios a los agricultores y comerciantes”.
“Las producciones hortícolas son alimentos frescos que se deben consumir en su momento. Paralizar el consumo y comercialización normal de la horticultura en plena campaña tiene unos efectos desastrosos”, señaló la nota del sindicato.
Unió de Pagesos ha lamentado “el comportamiento de las autoridades responsables de Hamburgo y Alemania que han difundido informaciones no probadas, causando perjuicios graves a familias y empresas" y ha calificado de "sorprendentes la confusión y la falta de rigor" que se han dado en esta crisis.
El sindicato advierte de que la responsabilidad no se limita a las autoridades alemanas ya que la Comisión Europea ha sido incapaz de coordinar la crisis e impedir actuaciones arbitrarias como han sido las prohibiciones de comercializar productos hortícolas españoles en determinados países, infringiendo la normativa comunitaria.
“Los agricultores, como casi siempre, se han llevado una bofetada injusta”, critica Unió de Pagesos, que se pregunta cómo se van a recuperar tanto los cientos de millones de pérdidas como los daños a la imagen comercial de la horticultura española. “Los pepinos son inocentes, pero el daño ya está hecho”, recogió la nota.