La Federación de Cooperativas Agrarias de la Región de Murcia (
Fecoam) insiste en reclamar que se aceleren las compensaciones del IVA para no perjudicar al sector agropecuario. Como ya ha explicado en otras ocasiones, las cooperativas agrarias deben de soportar el desajuste que se produce entre lo que entregan como compensación en las adquisiciones a sus socios (12%), y lo que recaudan en sus ventas (4%), o cero en el caso de las exportaciones. Las empresas recuperan esa diferencia cuando presentan sus liquidaciones a Hacienda. Sin embargo, si la Administración Tributaria se retrasa en el pago de estos importes adelantados de IVA, el coste financiero para las empresas puede ser enorme por la diferencia que se produce entre el 4 y 12%. Fecoam señala que todavía hay cooperativas que tienen cantidades pendientes desde septiembre, lo que supone un retraso “altamente perjudicial” de seis meses. La organización se lamenta de que la Agencia Tributaria, pese a que dispone de un tiempo holgado para proceder a estas devoluciones, no las realiza con celeridad, por lo que se ‘asfixia’ a unas empresas que deben enfrentarse a la falta de crédito financiero, a una competencia cada vez más feroz de terceros países y a unos costes de producción que se incrementan día a día.
Fecoam ya remitió el pasado mes de enero sendas cartas al presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel; el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá; el delegado del Gobierno en Murcia, Joaquín Bascuñana, y el delegado especial del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, Justo Parejo, a nivel regional, y a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, a nivel nacional, para que realicen “cuantas actuaciones consideren oportunas y cuantas gestiones estén en su mano para agilizar los trámites de las compensaciones del IVA de todas las empresas afectadas”.
El presidente de Fecoam, Santiago Martínez Gabaldón, destaca que las cooperativas agrarias desarrollan una labor económica y social “incuestionable” en la Región. Con la actividad que llevan a cabo en los diferentes municipios, no solo frenan la despoblación, sino que generan puestos de trabajo (cerca de 60.000 empleos, entre socios y trabajadores en los almacenes de manipulación y explotaciones), contribuyen a la modernización del sector y evitan la deslocalización de la actividad económica. Además, juegan un papel clave en el crecimiento de las exportaciones regionales. “Debemos exigir a las distintas administraciones que nos dediquen el esfuerzo y los medios que merecemos y que no nos pongan trabas para que podamos contribuir a relanzar la economía a nivel regional y nacional”, indica.