La de Calahorra, una coliflor mimada en el campo y exquisita en la mesa
La Rioja atesora fama no solo por sus vinos, con Denominación de Origen Calificada; también por las 25 figuras de calidad agroalimentaria que aglutina la marca Rioja Capital. Desde las dulces y sabrosas Peras de Rincón de Soto, al Queso Camerano, ambas con D.O.P.; al Chorizo Riojano, el Espárrago de Navarra, el Pimiento Riojano, la Carne de Ávila y la Coliflor de Calahorra, amparadas por I.G.P., por citar algunos ejemplos. De esta última, se aprecia una hortaliza de hojas verdes, cabeza firme y compacta, color entre el blanco y el blanco cremoso, según la variedad. Una coliflor sin gránulos y de agradable sabor que se recoge “a mano”, con mimo y cuidado, según Mari Carmen Pérez del Notario, de la Asociación Profesional de Productores y Comercializadores de Coliflor.
En marzo del año 2003, se aprobó la Indicación Geográfica Protegida Coliflor de Calahorra de forma transitoria por el Gobierno de La Rioja y el Ministerio de Agricultura. Posteriormente, se inscribió, de manera definitiva, en el Registro de Denominaciones de Origen y Alimentos de Calidad de la Unión Europea en octubre de 2007. “Esta I.G.P. se creó a instancias de la Asociación Profesional de Productores y Comercializadores de Coliflor, con el fin de proteger un alimento que se cultiva en el este de La Rioja desde el siglo XIX, lo que otorgaba a los agricultores y almacenistas una gran experiencia, traducida en unas técnicas idóneas de cultivo y de recolección”, argumenta. Una zona de La Rioja, que comprende 11 municipios, y cuenta con unas características idóneas de suelo y de clima para el cultivo de la coliflor. “Con la aprobación de la I.G.P. –matiza– se reconocía la idiosincrasia de la Coliflor de Calahorra, lo que supone un atractivo para incrementar su presencia en los mercados”. Todas las coliflores amparadas por la I.G.P. Coliflor de Calahorra se cultivan siguiendo unas técnicas de cultivo y recolección basadas en la experiencia de agricultores y almacenistas. “La fertilización, el riego, el control de malas hierbas, de plagas y enfermedades y la reposición de plantas o aclareo son técnicas supervisadas y controladas en cada momento. Una vez recogida a mano, se entrega directamente en el almacén y la comercialización se realiza siempre en cajas o retractilada”. Se conservan pues, de forma obligatoria, las hojas verdes que cubren el producto para protegerlo durante el traslado y se entrega en el almacén antes de que transcurran 12 horas desde su recolección. Posteriormente, se conserva a una temperatura de entre 0 y 5 º, con alta humedad relativa.
Desde la aprobación de la I.G.P., se han desarrollado trabajos de investigación sobre el material vegetal utilizado y las variedades más adecuadas al clima y a las condiciones del suelo, de forma que se plantan variedades con distintos ciclos para que la producción sea escalonada. “Estas variedades, asimismo, varían en cada temporada, con el fin de conseguir la máxima calidad, homogeneidad, resistencia a enfermedades y rendimientos, en función de esas labores de investigación realizadas, sobre todo, en campos de ensayo”, añade.
La Coliflor de Calahorra se planta en las fértiles tierras bañadas por los ríos Cidacos y Ebro, al este de la comunidad autónoma de La Rioja. Una zona de inviernos suaves, veranos largos y altos índices de humedad, características climatológicas que favorecen la producción de frutas y hortalizas.
Además de en el municipio de Calahorra, que da nombre al distintivo de calidad, la coliflor amparada por la I.G.P. se produce en Aguilar del Río Alhama, Alcanadre, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedo, Autol, Cervera del Río Alhama, Pradejón, Quel y Rincón de Soto.
Se prevé comercializar 1,31 millones de Coliflores de Calahorra, solo en el mercado nacional
Como novedad, esta campaña la I.G.P. estrena logotipo que aporta un toque más cercano y divertido para los consumidores. Además se ha desplazado la sede de la Asociación a Rincón de Soto, donde residen los productores de coliflor actuales y la empresa comercializadora SAT Frutas y Verduras Valle de Rincón.
De cara a la próxima temporada, no descartan aumentar las plantaciones en función de las necesidades de sus clientes. “En estos momentos, la I.G.P. ampara 70 hectáreas pertenecientes a 31 agricultores y existe una empresa, Valle de Rincón, adscrita al citado distintivo de calidad. En esta campaña las plantaciones están certificadas bajo el protocolo de calidad GlobalGap (EurepGap) y más del 85% de las mismas se inscriben en el Registro de Producción Integrada de La Rioja”.