El Informe de Sostenibilidad 2010 alerta de la necesidad de construcciones que ahorren energía
Edificios insostenibles, nubes de dióxido
21 de enero de 2011
El calentamiento global es un problema que afecta a todos y, por ello, es necesario que se adopten decisiones políticas importantes. El 40% del consumo energético mundial está causado por los edificios. En su mayor parte, esta energía se utiliza para calentar, refrigerar o ventilar y, en la mayoría de casos, se malgasta innecesariamente. Son datos que pone de relieve la compañía en su Informe de Sostenibilidad 2010. El documento analiza la actualidad del sector de la eficiencia energética en el ámbito mundial y aporta datos tan relevantes como el consumo general de energía y todo lo que es posible ahorrar en cuestión de facturas y de emisión de gases contaminantes gracias a un correcto aislamiento.
Debido a la rápida urbanización, pero lenta rehabilitación de los edificios, los datos de consumo energético de los edificios van en aumento. Se estima que, de seguir así, las emisiones de CO2 se incrementarán hasta un 50% antes de 2030. Por ello, son necesarios los edificios de alta eficiencia energética, un factor fundamental para conseguir un futuro con bajas emisiones de carbono. Según la Agencia Internacional de Energía, estas emisiones se pueden reducir hasta un 56% gracias a la construcción de edificios sostenibles.
Estudios de Ecofys indican que realizar mejoras de rehabilitación en los edificios, de acuerdo a los estándares energéticos actuales, puede evitar la emisión de 460 millones de toneladas de CO2 y ahorrar hasta 70 euros por cada tonelada no emitida. Supondría, de esta manera, uno de los medios más rentables para frenar el cambio climático.
Los edificios pueden y deben ser sostenibles
E Informe de Sostenibilidad 2010 aporta las claves para conseguir que los edificios sean eficientes y poder ahorrar, según datos de Ecofys y la Universidad de Dinamarca, hasta un 80% del consumo energético de los mismos.
¿Cómo lograrlo? Para empezar, los edificios nuevos deben construirse como edificios de muy bajo consumo. Actualmente, el CTE (Código Técnico de la Edificación) exige una calidad mínima, pero vale la pena hacerla sobresaliente y apostar por una inversión adicional en aislamiento. Ello se verá reflejado en unos niveles más elevados de calidad y confort de la vivienda, y en el ahorro del consumo energético en el hogar.
Las viviendas enérgicamente eficientes permiten que la principal fuente de calefacción proceda de la energía pasiva, es decir, aquella energía gratuita que se desprende del efecto del sol, el calor corporal y el calor sobrante de los electrodomésticos. Los edificios que cumplen con estas características son los denominados ‘de consumo energético casi cero’. A finales de 2020, todas las construcciones nuevas de la Unión Europea se exigirá que sean ‘edificios de consumo casi cero’.
Por otro lado, los edificios ya construidos deben someterse a una rehabilitación en profundidad que les dote de los niveles adecuados de aislamiento y les haga cumplir con los estándares de eficiencia energética actuales. Esta rehabilitación debe ser exhaustiva, teniendo en cuenta, también, los estándares del futuro. De este modo, se conseguirán edificios sostenibles que pueden llegar a mejoras de hasta un 70% en los edificios antiguos.
Proyecto Envite
Promovido por el Ministerio de Ciencia e Innovación y coordinado por el Ciemat, el proyecto Envite trata de demostrar que, gracias a la edificación de alta eficiencia energética, se mejora el confort y la calidad de vida de las personas y se reduce la contaminación ambiental, además de generar dinámicas de empleo positivas.
La rehabilitación como generadora de empleo
Teniendo en cuenta los datos actuales de paro, cabe destacar que, además de todas las ventajas de ahorro, la rehabilitación también es fundamental para generar empleo. La organización europea para vivienda social (Cecodhas) ha determinado que, sólo en Europa, podrían crearse 340.000 puestos de trabajo si cada año se reformara un 4% de esos edificios para lograr un rendimiento energético óptimo.
En el marco de este proyecto Rockwool ha construido dos edificios bioclimáticos, equipados con los elementos necesarios para servir de demostración, análisis y difusión de las técnicas pasivas y activas de eficiencia energética en la edificación: una construcción residencial y un edificio taller de oficina.
Pasión por la lana de roca
Rockwool nació hace setenta años en Dinamarca, dedicándose exclusivamente a la fabricación de lana de roca, material base de una amplia gama de productos destinados a los mercados de la industria y edificación para resolver los problemas de aislamientos: térmico (frío y/o calor), acústico y contra incendios.
El grupo colabora como empresa patrocinadora en el certamen Solar Decathlon Europe, una competición en la que universidades de todo el mundo deben construir viviendas autosuficientes enérgicamente, funcionando solo con energía solar.
Rockwool Peninsular es la filial española del grupo y posee una fábrica propia de productos en Navarra.