La Construcción en España mantiene el crecimiento, aunque reajusta sus expectativas
Euroconstruct celebró su conferencia de invierno, organizada por Experian, el miembro británico del grupo, para dar a conocer el informe de invierno sobre cuál es la situación actual y futura de los mercados de la construcción. Franciso Diéguez y Josep Ramon Fontana, director general y jefe del Departamento de Mercados, respectivamente, del ITeC, representante español ante Euroconstruct, fueron los encargados de presentar los resultados de este informe a los medios y profesionales españoles.
La situación en Europa Estancamiento en Europa, aunque a unos niveles objetivamente altos
En el análisis de los datos en el ámbito europeo, Franscisco Diéguez indicó que el sector de la construcción se encamina a cerrar el ejercicio 2022 con un crecimiento del 3,0%. Este resultado puede calificarse de satisfactorio si se tiene en cuenta que antes de la invasión de Ucrania y el desencadenamiento de la crisis energética, se preveía un avance del 3,6%. Sin embargo, las inercias se van agotando progresivamente y, unido a la severa desaceleración económica (0,5%), la previsión del sector construcción para 2023 es de estancamiento (0,2%).
“Que la economía y la construcción detengan su crecimiento de forma simultánea entra dentro de lo esperable. Lo que llama la atención es que en 2024 se espera que el PIB europeo volverá a remontar (1,9%) mientras que la construcción entrará en el segundo año de estancamiento (0,0%). Hay dos motivos para no alarmarse. En primer lugar, durante este bienio sin crecimiento el sector europeo estará produciendo al nivel más alto de las últimas dos décadas, concretamente un 6,8% por encima del pico de 2007-08 (calculado sin la contribución de España). Y en segundo lugar, las primeras proyecciones para 2025 no anticipan un empeoramiento (1,1%)”, afirmó Diéguez.
Comparando país a país la producción prevista para los años de estancamiento (2023-24) con los años álgidos del anterior ciclo (2007-08) se observa cómo 11 de los 19 mercados del informe Euroconstruct se encontrarán produciendo a niveles superiores, e incluso claramente superiores en bastantes casos. Si nos fijamos en tres países de gran dimensión, como Alemania, Reino Unido o Países Bajos, vemos cómo tocarán techo a cotas por un 17%, 15% y 12% por encima de las de 2007-08 respectivamente. Así, con semejantes niveles de producción, la ausencia de crecimiento resultará mucho más llevadera.
En la nueva previsión por subsectores, la edificación de nueva planta será la que notará más la rebaja de expectativas con respecto al informe de seis meses atrás. En el caso de la edificación residencial, el anterior escenario contemplaba que tuviese continuidad el impulso de 2021 gracias al cual este mercado consiguió recuperar el valor de producción prepandemia en tan solo un año. Sin embargo, la inercia positiva durará solo un año, permitiendo cerrar 2022 con un avance del 2,6%. De cara a los años siguientes, la cartera de proyectos se está reponiendo con mucha cautela, a la vista de cómo aumentan los intereses, se ralentiza la venta y en algunos países se empieza a acumular un cierto exceso de stock que está forzando los precios a la baja. “En este contexto, se entiende que el sector reaccione a la defensiva, contraiga la producción en 2023 (-2,0%) y se mantenga en modo “esperar y ver” durante al menos 2024 (0,3%). La proyección para 2025 contempla una muy discreta salida de la atonía (1,1%)”, explicó el director general del ITeC.
La estimación de crecimiento de la edificación no residencial en 2022 es idéntica a la de la vivienda (2,6%) pero este subsector viene de sufrir un retroceso bastante más intenso en el 2020, seguido de un rebote también más débil en 2021. Por tanto, no solo arrancará el 2023 sin haber recuperado el nivel prepandemia, sino que no conseguirá alcanzarlo a lo largo del periodo de previsión, incluso contando con un 2022 (-0,1%) mucho menos recesivo que en la vivienda, seguido de dos años creciendo a un promedio del 1,4%. Por nichos de mercado, la construcción comercial es el que va más retrasado en la senda de la recuperación, lo cual es una mala noticia puesto que es responsable de un 17% de toda la producción no residencial. Asimismo, las oficinas aún continúan en el grupo pendiente de recuperación. Por otra parte, la construcción industrial va camino de sobrepasar las cifras del 2019, uniéndose así a la logística y los edificios de uso sanitario, que fueron los que requirieron menos tiempo para salir del bache del 2020.
La rehabilitación es el subsector que se encamina a cerrar el 2022 con un mayor crecimiento (4,5%). Sin embargo, este aparente buen resultado está muy influenciado por la contribución excepcional proveniente de Italia y más concretamente del éxito del programa ‘SuperBonus’ de estímulo fiscal a la rehabilitación. Si descontásemos a Italia del recuento europeo, el crecimiento estimado para 2022 quedaría reducido al 1,2%, que encaja más con la percepción de que muchos rehabilitadores potenciales estarían planteándose posponer sus decisiones hasta que la incertidumbre económica amaine. En las previsiones para los años posteriores, la contribución de Italia aún sigue pesando mucho, solo que ahora en negativo, debido al agotamiento del impuso extraordinario que proporcionan sus estímulos. Eso amplifica la sensación de bajada de ritmo, con un 0,1% previsto para 2023, seguido de un -1,6% para 2024. Descontando a Italia, el resto de Europa aún sería capaz de seguir creciendo a ritmos entorno al 1,2%
Finalmente, la ingeniería civil será el subsector más expansivo durante el periodo de previsión. Curiosamente, es el que tendrá un 2022 más discreto (0,6%) prueba de que es un mercado muy sensible a la actual situación de descontrol de costes y de tensión en los presupuestos públicos tras sufragar las medidas anticrisis. Sin embargo, hay una percepción generalizada de que ambos factores mejorarán del 2023 en adelante, y de que la mayoría de los países recuperarán el ritmo inversor en sus infraestructuras, sea por sus propios medios o gracias a medios extraordinarios como los fondos Next Generation. Por todo ello, la ingeniería civil conseguirá esquivar el bienio de estancamiento que se espera para la edificación, y la previsión contempla crecimiento tanto en 2023 (2,9%) como en 2024 (1,8%). Todos los nichos de mercado contribuirán positivamente, pero el impulso será particularmente potente por la parte de la infraestructura ferroviaria y energética, de acuerdo con las prioridades estratégicas de la UE.
España El sector español reajusta sus expectativas sin renunciar al crecimiento
“Las previsiones para la economía española continúan revisándose a la baja, pero no se espera una recesión y aún menos una que sea profunda o prolongada. En el sector construcción sucede algo parecido: los indicadores muestran menos ritmo productivo, pero no se interpreta como la antesala de una caída generalizada de la demanda. Tan solo se interpreta como una reacción lógica ante el estrés causado por la inflación y la subida de los tipos de interés”, manifestó Josep Ramon Fontana en su intervención. Puesto que los niveles de producción son bajos, no hay exceso de stock en el mercado inmobiliario y se cuenta con la red de seguridad que proporcionan los fondos Next Generation se sigue apostando por el crecimiento, aunque cada vez menos intenso: del 4,0% que Euroconstrut estimaba para 2022 se pasaría al 1,8% de la proyección para 2025.
Según el jefe del Departamento de Mercados del ITeC, “e mercado residencial respiró aliviado al comprobar lo bien que el inmobiliario resistió la pandemia y ahora confía en que vuelva a resistir ante el encarecimiento del crédito. Cabe esperar que la demanda experimente vacilaciones, pero probablemente sean temporales y, por lo tanto, continúa teniendo sentido ir reabasteciendo al mercado con los mismos criterios de selectividad y de control de riesgo que han dado buenos frutos en los últimos años. La cartera de trabajo se reforzará paulatinamente con las viviendas para alquiler social incluidas en los fondos Next Generation. Durante el periodo 2022-25, la media anual de crecimiento se sitúa en el 2,5%, y el ejercicio más crítico probablemente sea el 2023, para el cual se prevé solo un 1% de avance”.
La edificación no residencial ya contaba con unas modestas expectativas de crecimiento antes que la invasión rusa trastocase el clima de negocio. Si a esto se le suma una superior exposición al fenómeno del encarecimiento de costes de ejecución, más un cierto temor a que determinados nichos no ofrezcan suficiente rentabilidad para retener a los inversores, se entiende la actitud de extrema cautela que predispone poco al crecimiento. El ciclo de las oficinas, tras unos años intensos en los que se recuperó el tiempo perdido, parece agotado y tan solo queda el nicho de la logística como auténtico tractor. El crecimiento anual promedio para el periodo 2022-25 será en torno al 1,5% y, a diferencia del residencial donde se prevé bordear el estancamiento durante un año, aquí la incertidumbre se prolongará durante dos (2023-24)
Hay grandes expectativas depositadas en la rehabilitación, generadas por el estímulo sin precedentes de las ayudas Next Generation. Sin embargo, la inflación añade dificultades para aprovechar todo su potencial, porque significa pedir a las familias que hagan una inversión no desdeñable en un momento de erosión del poder adquisitivo. De hecho, en lo que se lleva de campaña ya se percibe una mayor demanda en los estratos más desahogados (vivienda unifamiliar) y en los proyectos promovidos desde la administración (rehabilitación de barrios). Si en la estimación de hace seis meses se contemplaba que la producción crecería un 15% a lo largo del periodo 2021-24, ahora se percibe como más realista rebajar el listón al 10%
En ingeniería civil, las condiciones del mercado definitivamente no son las óptimas (demasiado riesgo relacionado con los costes y los contratos públicos) pero la cartera de trabajo potencial ha mejorado tan claramente que, considerando que los niveles de producción base son bastante pequeños, se ve factible encadenar dos años de crecimiento intenso (2022 y 2023 en torno al 6,5% anual). “Para anticipar qué puede sucederle a la ingeniería civil en 2024-25 habría que saber si las administraciones harán un “sprint” para apurar al máximo los fondos Next Generation. Siendo medianamente conservadores al respecto, se puede esperar que se mantenga el tono expansivo, aunque a menor ritmo (2024 y 2025 entorno al 2% anual)”, concluyó Josep Ramon Fontana.
Euroconstruct
La siguiente reunión del foro Euroconstruct se celebrará el próximo junio en Ámsterdam, organizada por EIB, el miembro holandés del grupo. Como de costumbre, los expertos de los 19 países de la red Euroconstruct presentarán sus conclusiones relativas al seguimiento de la marcha del sector, junto con las perspectivas hasta el año 2025. El programa definitivo se dará a conocer en www.euroconstruct.org.
Eurocontruct es un grupo independiente de análisis formado por 19 institutos europeos que anualmente celebra dos conferencias, una en verano y otra en invierno, con la finalidad de presentar sus informes sobre la situación actual y futura de los mercados de la construcción, incluyendo la edificación residencial y no residencial y la ingeniería civil, tanto en lo referente a la obra de nueva planta como a la de rehabilitación. El ITeC elabora el informe de España para el grupo Euroconstruct.