Domoticus transforma un hotel en ecoeficiente implantando un sencillo sistema domótico

El Hotel Ripoll es un hotel-restaurante familiar situado en Sant Hilari Sacalm, cerca del macizo del Montseny, en la provincia de Girona. Dispone de 28 habitaciones distribuidas en los tres primeros pisos del edificio, una sala de reuniones y una gran sala comedor en la planta baja.

El hotel se gestiona mediante un programa específico. En la base de datos del programa se recoge la información del estado de las reservas de las habitaciones, días de ocupación, etc. La calefacción central disponía de una programación horaria que calentaba por tramos horarios las diferentes plantas, estuvieran ocupadas o no. Manualmente se podía cerrar la calefacción de cada planta. Una habitación ocupada implicaba calentar toda la planta.

El sistema dispone de dos calderas de gasoil, dos acumuladores de agua sanitaria y se utilizan radiadores de pared. Cada planta del hotel tiene centralizadas las válvulas de accionamiento manual de los diferentes circuitos de calefacción.

El objetivo principal del propietario del hotel era doble: en primer lugar necesitaba racionalizar el gasto de calefacción y del agua sanitaria del hotel y en segundo lugar combinar la información del programa de gestión del hotel con la gestión automatizada de la climatización.

El propietario, además, puso algunas condiciones: no quería cambiar los circuitos actuales ni colocar termostatos en las habitaciones y quería trabajar con su instalador de confianza. También pedía saber en todo momento la temperatura del agua sanitaria y recibir avisos en caso de producirse alguna incidencia en calderas y acumuladores.

La propuesta de Domoticus es una solución KNX que tenía que competir con una propuesta con PLC de otra empresa instaladora. Domoticus plantea sustituir las actuales válvulas manuales de los circuitos de calefacción de cada habitación, por válvulas eléctricas. Estas válvulas se controlan por módulos KNX de salidas (relés). Se deberá captar la temperatura del agua de los acumuladores así como captar las señales de alarma de las calderas y acumuladores.

Según Jordi Auladell, ingeniero informático y diseñador de este sistema, se propuso controlar automáticamente todo el sistema accediendo directamente a la base de datos mediante una aplicación táctil que permite visualizar el estado del sistema, actuar manualmente, cambiar configuraciones y parámetros. También se daba la posibilidad de controlar el sistema remotamente desde cualquier ordenador conectado a Internet.

Después de diseñar la solución domótica para conseguir satisfacer correctamente las necesidades del hotel y su posterior aprobación, se inició la instalación. Los módulos se programaron en las oficinas de Domoticus y se entregaron al instalador. En un trabajo conjunto se realizó el cableado y se instalaron los módulos domóticos a los cuadros centralizados que ya tenía cada planta. Se aprovechó que los cuadros estaban uno encima del otro y que ya tenían tubos pasados para hacer llegar el cable bus (unos 30 metros) para comunicar las tres plantas y la sala de calderas.

De la primera planta se pasó más cable de bus hasta la sala del servidor. En cada cuadro se sustituyeron los grifos manuales de los circuitos por válvulas eléctricas que también se conectaban directamente a los módulos de salidas KNX. En la sala de calderas se acoplaron las sondas a los acumuladores y estos, al cable de bus KNX.

Se hizo un puente entre los cables que accionaban la alarma de las calderas y acumuladores con el módulo de cuatro entradas y este al bus. Finalmente también se puenteó el módulo de ocho salidas con el accionamiento de las calderas, acumuladores y bombas de impulsión. Una vez estuvo todo conectado y cada módulo se programó individualmente solamente quedaba la aplicación que debía generar las órdenes al sistema en función de los datos de la base de datos o mediante el accionamiento manual.

La aplicación lee la hora y el día de llegada de los huéspedes y activa la calefacción unas horas antes. Al dejar libre la habitación, la calefacción se apaga, en caso de no ser ocupada por otro cliente. El sistema dispone de algunas habitaciones libres que funcionan igual que las ocupadas por si hay ocupaciones de última hora.

También se controlan de forma independiente los radiadores de las zonas comunes: sala de reuniones, vestuarios, pasillos y comedor. Cada grupo dispone de tramos horarios de funcionamiento independiente y completamente configurables por los responsables del hotel. En función de la cantidad de habitaciones ocupadas se accionará un acumulador o los dos. También aumenta el período previo de calentamiento si el incremento de ocupación del hotel es importante. A través de Internet se puede acceder remotamente al servidor para ver y actuar sobre la aplicación.

La instalación se terminó a principios de noviembre de 2009. Desde entonces, hasta finales de abril (seis meses) el sistema ha funcionado correctamente, facilitando la gestión, el control y la visualización del sistema de calefacción. El paso siguiente es verificar el ahorro efectivo desde el cambio de sistema y comprobar que las previsiones de ahorro se corresponden con la realidad.

Se necesitaron tres módulos KNX ABB de 12 salidas para controlar los circuitos de radiadores de las tres plantas. Un módulo KNX ABB de ocho salidas para controlar las dos calderas, las cuatro bombas de los circuitos de las plantas y los dos acumuladores.

Para instalar dentro de los acumuladores se utilizaron dos sondas de temperatura Argus. Y finalmente, un módulo ABB de cuatro entradas para captar las señales de alarma en calderas y acumuladores.

Para crear la aplicación que debía comunicar la base de datos con los módulos KNX se utilizó el programa KNX ELVIS de la marca Jung. Esta aplicación se ejecutó directamente sobre el servidor con el que ya trabajaba el hotel, y para establecer la comunicación se utilizó un módulo KNX-USB ABB. El sistema necesita una fuente de alimentación para KNX de 320mA ABB.

El propietario del hotel tenia claro que necesitaba una reducción del gasto energético por razones económicas y ecológicas: “en esta zona la ocupación varia mucho igual que las temperaturas. Antes para que un cliente se encontrara la habitación caliente tenía que calentar toda una planta y ahora sólo caliento las habitaciones que se van a ocupar. La intención de domotizar me vino de la necesidad de optimizar el gasto energético y había oído que la domótica era ideal para esto, así que me puse en contacto con mi instalador para que buscara una respuesta a esta necesidad”.

El propietario se estudió una oferta con PLC, pero al final optó por la oferta de Domoticus: “escogí la oferta de Domoticus por que necesitaba combinar el programa de gestión del hotel con el de la calefacción y ellos lo podían hacer mientras que la otra oferta no”. Su valoración de todo este proceso es del todo positiva: “estoy muy satisfecho, es muy positivo, además creo que hay que ir por ahí, es más práctico, más maniobrable, más seguro, se optimiza el gasto y el cliente también está más sensibilizado sobre estos temas”.

Gracias a la reducción del gasto, ahora se pueden dedicar más recursos a otras necesidades: “en nuestro caso, el cliente no percibe el beneficio, el confort es el mismo, o un poco superior pero el gasto es mucho menor. De todos modos, a la larga esto revierte en el cliente por que podemos ofrecerle más servicios, cosa que de no haber hecho la inversión en domótica sería imposible ofrecer”.