La lana de roca actúa de aislante y mejora el confort acústico
La contaminación acústica provoca el fallecimiento de 1.000 personas en España
España es uno de los países más ruidosos del mundo, cuya contaminación acústica provoca la muerte de 1.000 personas y el ingreso hospitalario de 4.000 al año. A nivel europeo, los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente también revelan los efectos negativos que el ruido puede tener en la población. Los datos son preocupantes, uno de cada cinco europeos sufre niveles de ruido que los científicos y expertos consideran peligrosos.
Según la OMS, el ruido es uno de los riesgos ambientales más importantes. De hecho, la carga de enfermedad de ruido ambiental es la segunda más alta después de la contaminación del aire. Esta misma organización ha recogido en un listado las consecuencias que puede causar el exceso de ruido para nuestra salud: incremento del riesgo de sufrir enfermedades coronarias, reducción de la atención en los niños y otras enfermedades como el estrés. Y es que en Europa la contaminación acústica es la responsable de provocar la mortalidad prematura de 12.000 personas al año, de alterar el sueño a 6,5 millones, y de generar grandes molestias a 22 millones.
“Este tipo de contaminación es especialmente peligrosa porque es invisible al ojo humano. Sin embargo, esta se podría evitar si se procediera a un correcto aislamiento de cualquier instalación, especialmente en zonas urbanísticas con alto tráfico rodado”, explica Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de Rockwool Peninsular, fabricante de aislamiento de lana de roca.
El ruido, uno de los riesgos ambientales más importantes para la salud
Solo en Europa occidental se pierden al menos 1,6 millones de años de vida saludable, siendo el ruido del tráfico, la molestia con mayor impacto negativo en el sueño. Asimismo, el ruido es el responsable de 48.000 cardiopatías anualmente y está directamente asociado con un mayor riesgo de hipertensión, así como la diabetes y la obesidad; y afecta a la capacidad de aprendizaje y al rendimiento cognitivo de niños y adultos.
“No contar con un buen confort acústico puede reducir los niveles de concentración hasta en un 48%, aumentar los niveles de estrés en un 27% y disminuir la productividad en un 12%", añade Miguel Ángel Gallardo. En este sentido, la reducción del ruido ayuda a la concentración y las habilidades de memoria en los niños y una mejor acústica en las escuelas podría mejorar el rendimiento educativo entre un 3% y un 6%. En el trabajo, una mejor acústica, especialmente en las oficinas de planta abierta, reduciría la distracción y mejoraría la productividad en un 2% y un 3%.
Dado que la mayor parte del ruido se genera a raíz de factores del exterior, “es clave adoptar medidas para reducir el ruido en las actividades diarias y, en consecuencia, incrementar el bienestar y calidad de vida de las personas. Una solución es rehabilitar los edificios y construir nuevos usando lana de roca como aislante inherentemente sostenible, que reduce el ruido exterior y la generación de eco al mismo tiempo que contribuye al desarrollo de un modelo económico circular y a la creación de ciudades más saludables, seguras y sostenibles”, añade.
El aislamiento de lana de roca bloquea, absorbe y mejora los sonidos
El 50% de la población queda expuesta regularmente al ruido del tráfico a niveles perjudiciales para la salud. Por ello, la protección contra ruidos no deseados puede tener un efecto positivo, tanto en la capacidad de aprendizaje y comportamiento social.
La lana de roca presenta una estructura abierta y porosa que hace que los productos de Rockwool absorban el sonido de manera natural de un modo muy eficaz. En las escuelas que carecen de sistemas de absorción de ruidos, los estudiantes dejan de escuchar el 25% de las palabras pronunciadas por los profesores. Y en los casos de aquellas personas que viven cerca de un aeropuerto, el ruido que oyen en el interior de sus viviendas puede verse reducido hasta en un 40%, si el techo de la casa se aísla con lana de roca Rockwool.