Un buen aislamiento térmico puede reducir la factura de la luz en más del 50%
Como consecuencia de la borrasca Filomena, que ha azotado el país como no había sucedido desde hace más de cincuenta años, el precio de la luz y el gas se ha disparado hasta alcanzar récords históricos.
En la primera semana de 2021, hasta el 7 de enero, el kilovatio hora (kWh) con la tarifa regulada (PVPC) de la factura de la luz subió el 27%, alcanzando los 16,81 céntimos por kWh lo que, según el método de cálculo de Facua, que se basa en aplicar estas subidas en decenas de miles de facturas de viviendas habitadas, sitúa la factura eléctrica del usuario medio en 80,71 euros.
Ante esta situación, Afelma, Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes, quiere advertir de que un buen aislamiento térmico es la mejor forma de hacer un uso eficiente de la energía y rebajar así el recibo de la luz en más del 50% en muchos casos. En este sentido, la asociación destaca que las lanas minerales son un eficaz aislante térmico. El más usado en la UE, con normas térmicas más exigentes que la española.
Según comenta Oscar del Río, presidente de Afelma, “situaciones como la que hemos vivido estos días dejan de manifiesto que la eficiencia energética en edificios es un deber incuestionable para reducir la factura energética de los hogares a la vez que obtener confort térmico, combatir la pobreza energética y disminuir la dependencia energética del país. Sin duda, también es necesario para conservar el medio ambiente reduciendo las emisiones de gases ya que el parque de edificios es responsable de aproximadamente el 30% del consumo de energía final, y de un tercio de las emisiones de CO2 del país”.
La asociación incide en que la mayor parte del parque de viviendas existente en España es ineficiente. De hecho, consta de 25 millones de viviendas, un 90% de las cuales fueron construidas antes del último código técnico de la edificación, y casi un 60% antes de que existiera cualquier normativa de eficiencia energética. Además, el 92% de estos edificios seguirán en pie en 2050.
En este sentido, la recomendación de Afelma es que se aborde un plan de rehabilitación en profundidad y contemplando la construcción en su conjunto, desde la renovación de la envolvente del edificio hasta la consideración del ciclo de vida de los materiales utilizados, pasando por el confort y la salud de quienes residen o trabajan en su interior. Por este motivo, resulta clave la apuesta por materiales como las lanas minerales, que no sólo proveen de un eficaz aislamiento térmico a partir de materias primas naturales, sino que ofrecen un mejor aislamiento contra el ruido y refuerzan la seguridad frente a incendios.