La actividad de la construcción disminuye y la recuperación completa no será antes de 2023
Más allá de todos los factores que han influido en el mercado de la construcción en los últimos años, los efectos de la crisis de la pandemia de Covid-19 han afectado de manera súbita. Según las últimas previsiones extraídas de la 90ª edición de la conferencia de Euroconstruct, celebrada el 24 noviembre en Múnich (Alemania), el volumen de construcción en la zona de Euroconstruct se espera que se reduzca en un 7,8% en 2020.
Estas cifras representan una segunda revisión al alza después del descenso del 11,5% en junio y del 9,1% en agosto. Para 2021, el pronóstico es bastante similar a la revisión de agosto y asciende a un crecimiento del 4,1%. Para los años 2022 (+3,4%) y 2023 (+2,4%) las perspectivas siguen siendo positivas. Hasta 2023 el total de la producción de la construcción en el área de Euroconstruct es probable que alcance los 1.73 billones de euros y supere la de antes del nivel de la pandemia de 2019 en 28.000 millones de euros o el 1,7%.
Las consecuencias individuales para cada país son significativamente singulares. Así, el rango va desde un pequeño crecimiento en Finlandia y el estancamiento en Portugal y Noruega a una fuerte disminución de casi una quinta parte en el Reino Unido en el año en curso. Otros pesos pesados como Francia o España también se ven fuertemente afectados, mientras que en Alemania el mercado se desarrolló sorprendentemente bien debido a que la actividad pudo continuar sin grandes obstáculos.
En lo que respecta a los distintos segmentos del mercado, cabe señalar que el sector de la ingeniería civil probablemente sea el menos afectado por las turbulencias de la pandemia. Los gastos en la creación de infraestructura disminuirán sólo el 3,8% este año y crecerán en un 5,2% el año que viene. Sin embargo, las consecuencias negativas para la construcción de edificios debería ser mucho mayor. La red Euroconstruct espera un descenso del 9,2% para la sector de la construcción no residencial, seguido de un moderado aumento del 2,5% en 2021. Incluso, es probable no alcanzar en 2023 el nivel de 2019.
Facturación total de la construcción por sector, entre 2017 y 2023, incluyendo construcción no residencial, construcción residencial e ingeniería civil; Índice 2017= 100.
Fuente: Euroconstruct, noviembre 2020.
Mejora del sector residencial en 2021
En lo que respecta al segmento residencial la situación es diferente. Después de una gran pérdida del 8,6% en 2020, el mercado recuperará un importante impulso en 2021 con un crecimiento previsto del 4,7%. Además, debido a las prohibiciones gubernamentales y las incertidumbres legales que se dieron durante la primavera, incluso durante semanas, muchos proyectos de renovación tuvieron que detenerse. Esto implica que, a diferencia de las acostumbradas crisis económicas, esta vez el sector de la renovación también se ha visto muy afectado. Mientras que la construcción de nuevos edificios probablemente caerá un 10,5% este año, las actividades de renovación también se debilitarán de manera preocupante en un 7,3%.
La evaluación del futuro desarrollo de la actividad de construcción se basa en el supuesto de que la economía de la zona Euroconstruct se reducirá un 8% en 2020 y crecerá un 4,9% en 2021. Pero en tiempos de fuertes restricciones de la vida pública y con la posibilidad de nuevos confinamientos en muchos países -cuya duración y consecuencias son actualmente difíciles de evaluar- estos pronósticos solo pueden ser orientativos. De hecho, el impacto directo sobre la industria de la construcción debería ser mucho menos severo que en primavera. La situación que experimentan empresas de la construcción, clientes y autoridades ya no es totalmente nueva y la mayoría de las obras continúan con su actividad porque, en comparación con el período marzo-mayo, se aplican ya muchas medidas de protección y se practican procedimientos de trabajo digitales. Pero los efectos negativos indirectos de la pandemia también deben tenerse en cuenta. El primer confinamiento causó daños económicos como el aumento del desempleo, pérdidas de facturación o de impuestos que se notará en los próximos meses. Mientras que estos todavía no sean claramente perceptibles, la economía europea está ahora amenazada por un segundo golpe, aunque posiblemente menos severo. Dependerá en gran medida de lo bien que funcionen los programas gubernamentales de ayuda/estímulo.
Más allá de la cuestión de la pandemia, es de esperar que a medio plazo factores positivos como la necesidad de vivienda en las regiones urbanas, la renovación energética y la modernización de las infraestructuras marcarán de nuevo la pauta.