La alianza Eleva suma fuerzas para paliar las consecuencias del COVID-19

Eleva, la alianza de asociaciones conformada por Anagrual, Anapat, Aece y Anmopyc, ha celebrado el 7 de julio un webinar para informar a un centenar de asistentes de las numerosas iniciativas desarrolladas por esta entidad durante los meses de pandemia por COVID-19, analizar la situación de los diferentes mercados en los que actúan y desgranar las principales medidas que habría que acometer para seguir trabajando con seguridad y eficiencia. En el webinar participaron los presidentes, secretarios generales y gerente de las cuatro asociaciones, y el especialista en prevención de riesgos laborales Javier Valbuena. La periodista Macarena García fue la encargada de dirigir este encuentro virtual.

Como señalaba Antonio Casado, secretario general de Anapat, desde que se decretó el Estado de Alarma el 14 de marzo, las cuatro asociaciones que conforman Eleva manifestaron su voluntad de abordar de manera conjunta los numerosos desafíos que se avecinaban con la irrupción del COVID-19 en nuestro país. Y para ello, se crearon dos comités, uno diario en el que participan los secretarios generales de Anagrual, Anapat y Aece y el gerente de Anmopyc, y otro semanal al que se suman los presidentes de las cuatro asociaciones, vocales de las mismas así como algunos directivos de las empresas asociadas.

Participantes en el webinar de Eleva.

Bajo esta estructura de funcionamiento y con una disponibilidad de 24 horas los siete días de la semana, la actividad de Eleva en estos casi cuatro meses ha sido frenética, dando como resultado la elaboración de 130 circulares informativas, 10 informes, 24 modelos de documentación, 21 consultas ante la Administración y otros organismos, más de 30 comunicaciones en medios y la compra de 30.000 mascarillas sanitarias.

Con todo ello, y según confirmaba Antonio Casado, se ha podido minimizar el impacto de la bajada de actividad, se ha reducido en lo posible el coste económico de esta pandemia, se ha podido reaccionar con rapidez a las diferentes regulaciones legales, se han gestionado de forma adecuada las medidas de prevención, se ha canalizado correctamente la información, se ha transmitido al asociado “la seguridad de sentirse apoyado” y se ha puesto en marcha una forma de trabajar en el seno de Eleva que se quiere mantener en el futuro.

Como principales conclusiones de estos meses de trabajo, el secretario general de Anapat reseñaba que “la maquinaria de elevación es necesaria, que la especialización es eficaz, que la colaboración genera economías de escala, que unidos se superarán las dificultades planteadas por el COVID-19, y que el alquiler de maquinaria de elevación seguirá consolidándose y creciendo”.

En el caso de las grúas móviles, José Manuel García, presidente de Anagrual, estima que en el periodo de marzo a mayo, la caída general de actividad en el sector pudo estar en torno al 40-50%, si bien es cierto que dependía de la presencia que tuvieran las empresas alquiladoras en los proyectos que fueron considerados 'esenciales'. Lo que parece evidente es que las mayores dificultades para todas estas empresas llegaban a la hora de interpretar las diferentes normativas que iba sacando el Gobierno durante el Estado de Alarma, las cuales generaron mucha confusión, hasta el punto que muchas empresas no sabían si podían o no trabajar con sus grúas.

Desde Anagrual se estima que durante el periodo entre marzo y mayo la actividad de grúas móviles pudo caer entre un 40% y un 50%.

A partir de junio, el panorama para este sector ha mejorado, manteniéndose en un nivel de actividad que podría estar entre el 60 y el 75% respecto al año anterior por estas fechas. Y si no es mayor es, en parte, según señalaba José Manuel García, por la falta de suministro de componentes y materiales, los cuales vienen en muchos casos de China.

Como factores clave para la reactivación, desde Anagrual se apunta que las empresas no pueden quedarse con los brazos cruzados esperando el fin de la pandemia, sino que tienen que volver a invertir y tomar iniciativas para estimular al personal al que esta situación haya podido desmotivar.

Anapat estima que el alquiler de plataformas aéreas pudo caer en la fase crítica de la pandemia en torno a un 20%.

En el caso del alquiler de plataformas elevadoras móviles de personal (PEMP), el presidente de Anapat, David Cagigas, valoraba una caída de actividad muy inferior a la sufrida en el mercado de las grúas móviles, alrededor del 20%. Pero es que además, este mercado se ha recuperado mucho antes de lo esperado, logrando alcanzar ya a finales de mayo niveles de actividad similares a los que había antes de la llegada de la pandemia.

Aún así el sector vive con incertidumbre lo que pueda pasar en las próximas semanas, cómo puede afectarle la estacionalidad habitual de meses como agosto, cómo evolucionan las diferentes actividades en las que se demandan habitualmente estas plataformas…

También será importante ver cómo se comporta la inversión en nueva maquinaria en este escenario de tanta incertidumbre ya que, como señalaba el presidente de Anapat, bajadas del alquiler de más del 10% suelen conllevar inversiones nulas en la renovación y ampliación de flotas con nuevas unidades, y una reactivación del mercado de equipos usados. Si bien es cierto, como destacaba el propio David Cagigas, que es de alabar el esfuerzo que están haciendo muchos fabricantes a la hora de facilitar la financiación de nuevas operaciones.

Según Aece, el sector de las carretillas elevadoras está en niveles del 60-75% de actividad respecto a otros años por estas fechas.

Respecto al sector de las carretillas elevadoras, Luis Manuel de Sancha, presidente de Aece, apuntaba que durante la fase más crítica de la pandemia se redujeron los pedidos a fábrica cerca de un 90%, registrándose también descensos muy notables (cercanos en algunos casos al 50%) en otras actividades como el alquiler o los servicios técnicos.

A día de hoy, desde el sector se apunta que éste puede estar en torno al 60-75% de los niveles habituales para estas fechas del año, aunque se mira al futuro con cierta preocupación ante lo que el propio presidente llamaba “tormenta perfecta para nuestra economía”, que se enfrenta ahora a cuatro grandes retos: inercia descendente del ciclo ecónómico que se apreciaba antes de la pandemia, crisis sanitaria desatada por el COVID-19, política económica del Gobierno y resurgimiento del conflicto autonómico.

“Los ERTE están camuflando la situación real de nuestra economía. Cuando estos se terminen tendremos a un millón de personas más en el paro, lo que supone menos consumo y menos actividad”, señalaba el presidente de Aece antes de concluir con una estimación de caída del 25% en la actividad y en los parques de carretillas elevadoras en los próximos meses a consecuencia de esta pandemia.

Anmopyc pronostica una caída del mercado de venta de maquinaria de construcción, obras públicas y minería en torno al 30% para este 2020.

Por último, Jordi Perramon, presidente de Anmopyc, ofreció datos concretos de cómo la pandemia ha afectado a la entrada de pedidos en su empresa, Ausa, para hacerse una idea de las consecuencias que está provocando esta situación entre los fabricantes y distribuidores de maquinaria. Así, mientras en los dos primeros meses del año la demanda se mantenía en niveles similares a los del 2019, en marzo los pedidos cayeron un 47% y en abril un 80%. A partir de mayo, la situación empezó a mejorar registrándose ese mes un descenso de pedidos del 54% respecto al mismo mes del año anterior, y en junio se iniciaba un escenario completamente diferente con una caída de apenas el 10%.

En cuanto a la facturación de Ausa, el descenso ha sido menos acusado que el sufrido en los pedidos y apenas se han dado pequeños retrasos en las entregas.

Por regiones, en Europa, su principal mercado, Ausa aprecia recuperación según se va controlando la pandemia; en EE UU, a pesar de la situación tan complicada que se vive allí actualmente, la compañía tiene incluso mejores números que en 2019; en Australia sigue disfrutando de un buen ritmo de pedidos; y donde se está apreciando la peor situación es en América Latina, pero incluso ya antes de la llegada del COVID-19.

Por tanto, como aseguraba Jordi Perramon, “la catástrofe que se intuía al inicio de la pandemia se ha ido disipando y el mercado se ha ido recuperando, si bien es cierto que será difícil mantener el nivel de mejoría que hemos tenido en el mes de junio”.

De cara al futuro, el presidente de Anmopyc se atrevía a pronosticar una caída del mercado en torno al 30% para este 2020, aunque esto también dependerá de cómo evolucionen los brotes de COVID-19 y del impacto negativo que puede tener para las empresas una previsible subida de impuestos.

Jorge Cuartero, gerente de Anmopyc, aprovechó su intervención para hacer una radiografía de la situación que atraviesa el mercado de maquinaria a nivel internacional, el cual se caracteriza por lo que se ha llamado un entorno 'VUCA' (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad). La irrupción del COVID-19 no ha hecho más que sumarse a las numerosas incógnitas que ya había en la economía mundial: inestabilidad política en diversos países, guerra comercial EE UU - China, Brexit, incremento de la deuda pública, fluctuaciones monetarias, elecciones en EE UU (noviembre de 2020)…

Según los últimos estudios de la consultora IHS, la construcción experimentará este año en Europa una caída de 7,2 puntos respecto a las previsiones que había antes de la crisis.

En concreto, el impacto de la pandemia sobre el sector de la construcción está siendo muy notable. Según los últimos estudios de la consultora IHS, esta industria experimentará este año en Europa una caída de 7,2 puntos respecto a las previsiones que había antes de la crisis. Y para alcanzar el nivel pre-COVID-19 habrá que esperar hasta el año 2024 ya que el virus ha detenido un ciclo de cinco años de crecimiento.

Según otro estudio de Euroconstruct, la pandemia ha provocado que en 8 de los 19 países que analiza se hayan paralizado las obras temporalmente. Además, ha originado un brusco incremento del gasto público que está poniendo a prueba los mecanismos económicos a nivel nacional y comunitario, restando capacidad inversora a los promotores públicos. Sin embargo, no parecen estar amenazados ni los fundamentos de demanda (más allá de algunos nichos de mercado muy acotados) ni la disponibilidad de financiación.

Con todo ello, Euroconstruct señala que dos terceras partes del mercado europeo aspiran a recuperarse de esta “crisis inédita” en dos años.

Otro estudio interesante aportado por Jorge Cuartero en el webinar de Eleva es el realizado por la Asociación Europea del Alquiler (ERA) respecto al impacto del COVID-19 en este mercado. Así, por ejemplo, en el sur de Europa la pandemia ha supuesto caídas de actividad del 20 al 40% en el segundo trimestre del año, y se espera que en el tercer trimeste este descenso sea del 10 al 15%. Esto podría suponer una caída de las inversiones por parte de las empresas alquiladoras de hasta el 50%.

Por último, el gerente de Anmopyc aportó el último estudio de mercado de la consultora especializada Off-Highway Research, el cual prevé una caída en las ventas mundiales de maquinaria de construcción del 19% en todo el 2020, cuando la previsión antes de la pandemia era del -5%.

Jorge Cuartero terminaba su intervención mencionando los cuatro pilares sobre los que el sector español de maquinaria de construcción, obras públicas y minería, debería basar su lucha frente a esta crisis: exportación, diversificación de productos y sectores, I+D (implantación de nuevas tecnologías, digitalización, sensorización…) y contar con personal cualificado en las empresas.

David Ruiz, secretario general de Anagrual, centró su participación en las posibilidades de financiación que tienen ahora las empresas para afrontar esta crisis y en las medidas que contempla el Real Decreto Ley 24/2020 del 26 de junio a la hora de prorrogar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo vinculados al COVID-19 hasta el 30 de septiembre. Detalló las diversas exoneraciones de cuotas empresariales en ERTE de fuerza mayor total y parcial, así como de ERTE por causas ETOP.

Se abre un futuro incierto para las empresas ante las numerosas incógnitas que ha generado la irrupción del COVID-19.

David Ruiz recordaba además algunas condiciones importantes que hay que tener en cuenta a la hora de recurrir a los ERTE, como por ejemplo que en esta situación los trabajadores no pueden realizar horas extraordinarias, que no se pueden hacer nuevas externalizaciones de la actividad, que no pueden concertarse nuevas contrataciones, directas o indirectas, y que se mantiene la exigencia de mantenimiento de empleo durante seis meses para las empresas que se acojan a alguno de estos ERTE y se amplía a los que pasen de fuerza mayor a ETOP.

En cuanto a la financiación, el secretario general de Anagrual citaba la línea de avales ICO que se ha lanzado con prioridad para autónomos y pymes, cuyo último tramo concedido suma un valor de 15.000 millones de euros (7.500 millones de euros para pymes).

El plazo de solicitud vence el 30 de septiembre, se priorizan operaciones superiores a los 200.000 euros y el plazo máximo de concesión es de 60 meses.

La intervención de Juan Pablo Viniegra, secretario general de Aece, versó sobre las limitaciones generadas por la pandemia en el funcionamiento de las empresas del sector, en dos ámbitos: su propia actividad general (venta, alquiler y reparación de maquinaria) y en la formación.

La confusión generada por las diversas normativas lanzadas por el Gobierno desde la declaración del Estado de Alarma ha sido uno de los grandes problemas a los que se han tenido que enfrentar las empresas.

Según Aece, la publicación del RD 463/2020 sobre el Estado de Alarma infundió mucho miedo y confusión sobre las actividades que podían seguir operando, lo que conllevó que muchas empresas que no debían parar según una interpretación correcta de la normativa, sí lo hicieran. Eso hizo que la actividad durante las primeras semanas del Estado de Alarma fuera menor de la que correspondía.

El Real Decreto-Ley 10/2020, de 29 de marzo, por el que se regulaba el permiso retribuido recuperable ahondó en esa confusión legislativa de las empresas y, de hecho, no fue hasta el 13 de abril cuando la actividad cambió la tendencia y volvió a crecer en España.

En cuanto a la formación, Juan Pablo Viniegra diferenciaba entre la presencial que quedó completamente prohibida por el Artículo 9.1 del RD 463/2020, y la 'online' que, según señalaba este mismo artículo, se podía hacer “siempre que resulte posible”.

La formación presencial se habilitó el 23 de mayo a partir de la Orden/SND/440/2020 que modificaba la Orden/SND/414/2020, y que contemplaba para la Fase 2 un 30% de aforo en las clases, la adopción de diversas medidas de higiene y el distanciamiento de 2 m.

Desde el 21 de junio, con el fin del Estado de Alarma y la recuperación de las competencias por parte de las CC AA, cada una de éstas promulga sus condiciones, siendo generalizado el respetar el 75% del aforo, la distancia de 1,5 m o uso de mascarilla, y la toma de medidas de higiene.

Según Anapat, el sector del alquiler de PEMP ha recuperado muy rápidamente los niveles habituales de actividad para esta época del año.

El webinar de Eleva concluyó con la intervención de Javier Valbuena, quien definió la situación que vivimos actualmente no como "nueva normalidad" sino como”nueva anormalidad” por todo lo que está suponiendo a la hora de cambiar nuestras actividades habituales. Por ejemplo, los empresarios ahora han tenido que añadir a todas las labores que ya hacían, la de ser expertos en medicina preventiva para evitar los contagios tanto dentro de sus empresas como entre sus clientes.

“Es fundamental que las empresas hagan todo lo posible por evitar que surjan rebrotes en su propio entorno económico y que estos no supongan el cierre de su actividad”, indicaba. Y en esta labor preventiva, según señalaba Javier Valbuena, las empresas deben vigilar dos áreas con riesgo especialmente alto en sus instalaciones: los vestuarios y los comedores, donde habitualmente se concentra mucho personal y se descuidan las medidas de seguridad y el distanciamiento social.

Respecto a la conveniencia o no de que las empresas hagan test a sus trabajadores, Javier Valbuena señalaba que en el escenario actual lo conveniente es hacerlos de seroprevalencia y no de PCR, para conocer el grado de inmunidad al COVID-19 de la plantilla. Recomendaba además la desinfección con alcohol de las superficies como mejor método de higienización y finalizaba recordando que para intuir la evolución de la pandemia hay que tener muy presente su alta tasa de contagio y que será fundamental el desarrollo de una vacuna, algo que como mínimo no llegará hasta mediados de 2021.

Como colofón del webinar, fueron muy alabadas unas palabras de Luis Manuel de Sancha animando a todas las empresas del sector a formar parte de alguna de las asociaciones que conforman Eleva porque “si alguien piensa que su éxito viene del fracaso de su competencia, está equivocado; depende de su actividad diaria y de que siga habiendo competencia”.