El Congreso Life Hábitat analizó cómo afectan los espacios y entornos construidos a la salud y el bienestar de las personas
El Congreso Life Hábitat (Valladolid, 19 y 20 de febrero) reunió a más de 400 asistentes con el objetivo de establecer un diálogo imprescindible entre los sectores sociosanitario y edificación para mejorar la vida de las personas. Un evento que ha sido todo un éxito de contenidos y organización, que ha superado las expectativas y que ha servido para poner de manifiesto que queda todavía un largo camino por recorrer para conseguir que las personas sean los verdaderos protagonistas en el diseño y la construcción de los edificios. Este Congreso es una iniciativa del clúster de Hábitat Eficiente, AEICE, con la colaboración de los clústers de Salud (Biotecyl) y Bienestar (Sivi).
El Congreso ha establecido un diálogo entre profesionales de los diferentes sectores implicados en la construcción de edificios y la salud de las personas. Sin embargo, no se trata de un cierre, ya que Life Hábitat se configura como un primer paso en un largo camino de diálogo, proyectos y actuaciones que mejoren nuestros entornos construidos.
Representantes de la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León junto con el director y el presidente de AEICE.
Inauguración y apoyo institucional
El consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el presidente de AEICE, Ricardo Fortuoso, fueron los encargados de inaugurar el congreso y dar la bienvenida a los asistentes.
Óscar Puente, alcalde de Valladolid.
Óscar Puente quiso agradecer a los organizadores que pensaran en Valladolid para la celebración de un congreso cuya temática está ´de plena actualidad'. “Se habla de smart cities y espacios públicos, pero hay que mirar a los edificios como parte esencial del diseño de las ciudades y pensar en soluciones constructivas que hagan la vida más fácil a las personas”, indicó el alcalde.
Suárez-Quiñones, por su parte, destacó el carácter novedoso del evento, ya que “es distinto al darse un giro a la visión de la edificación, hasta ahora centrada en la calidad y el respeto al medio ambiente, para adentrarse en cómo puede ser la construcción más respetuosa con la calidad de vida y la salud de las personas y abordar el campo de la salud y el bienestar, un aspecto clave si tenemos en cuenta que pasamos dos terceras partes de nuestro tiempo dentro de edificios”. Según el consejero, los sectores de la construcción y la salud deben trabajar juntos ya que “se trata de reducir los consumos energéticos de los edificios, pero también de reducir y limitar los riesgos para la salud de los usuarios”.
Por último, el presidente de Aeice, Ricardo Fortuoso, insistió en que “es mucho mejor prevenir que luego curar” y por eso ha subrayado la necesidad de anticiparse a las enfermedades para “poder aportar soluciones al origen y causas que lo provocan”.
Los directores de AEICE, SIVI y Biotecyl presentando el Congreso.
A continuación, los directores de las instituciones organizadoras presentaron el congreso. Por el clúster de Hábitat Eficiente (AEICE) Enrique M. Cobreros, indicó que “este evento es una evolución dado que venimos trabajando en planes medio ambientales, en el BIM, en los edificios de energía casi nula, en la economía circular, hemos creado un centro ecodiseño, pero paralelamente con Sivi trabajamos en el envejecimiento de la población y hemos empezado a trabajar en entornos centrados en las personas. Tras una jornada sobre el radón con los aparejadores de Valladolid nos dimos cuenta de que había que abordar temas de acústica y calidad del aire y así nace este congreso, juntando el sector ´aecó al mundo sociosanitario…para mejorar la edificación, pensando en la mejora de la salud de las personas”. Cobreros destacó que la intersectorialidad tiene un enorme potencial y cómo su clúster es el primero que ha firmado el pacto mundial de los ODSs.
El compromiso del sector hábitat con el desarrollo sostenible
Ángela de la Cruz Mera, subdirectora general de políticas urbanas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana habló de la necesidad de que empecemos a hablar de hábitat, desarrollo sostenible, salud y ciudadanía. “Siempre he trabajado en el entorno urbano, donde confluye todo. Todo ha de girar en torno a la las personas; debemos tener presente el enfoque de los derechos, el compromiso es no dejar a nadie atrás, pensando en las personas de mayor vulnerabilidad, trabajando transversalmente. Hábitat es un concepto que ha evolucionado, de un techo adecuado (1948) a que lo abarque todo. Los 17 ODS tienen que ver con el hábitat, es un derecho, la base que inspira el desarrollo sostenible. Naciones Unidas trabaja en hábitat en las Conferencias, cada 20 años (76, 96, 2016) y en los foros urbanos, cada 2 años. Hace 40 años no había preocupación por la urbanización; tras 20 años se empezó a hablar de ciudades, como el principal hábitat del hombre contemporáneo y la última de Quito nace la Agenda Urbana Internacional. En 2050 el 68% de la población mundial vivirá en las ciudades, por lo que son básicos los compromisos medioambientales y hablar de lo social, de lo económico y lo ambiental.
Ángela de la Cruz Mera, subdirectora general de políticas urbanas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La Agenda 2030, indicó de la Cruz, es un compromiso, un plan para las personas y compromete a los estados, con 17 objetivos y uno específico de ciudades más sostenibles, resilientes. Después han venido los compromisos particulares como el de Shandai para los desastres naturales. Esta Agenda habla de Smart living, Smart cities, incrementar la calidad de vida de las personas. Así, la visión del hábitat en España supone la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana que incluye el principio de desarrollo territorial y urbano sostenible (art. 3); se piensa en la ciudad mediterránea, bien equipada y que permite la cohesión social. En el art. 5 están los derechos del ciudadano (accesibilidad, paisaje, equipamientos, con participación ciudadana) y sus deberes (art. 6) que no se están respetando (seguridad, equipamiento, preservar el medio ambiente, vandalismo, preservando el patrimonio con cultura y educación).
La Agenda Urbana, prosiguió Ángela de la Cruz, es mucho más ambiciosa, es un documento estratégico que mediante compromisos voluntarios quiere pueblos y ciudades más humanos, un desarrollo urbano sostenible. La agenda contempla los retos: una concentración de la población en las áreas urbanas (80%), una población envejecida y pirámide de población desequilibrada, la dificultad de acceso a la vivienda (indicó que según datos de Cáritas, hay 40.000 personas en España sin hogar), la vulnerabilidad frente al cambio climático, la pérdida de espacios de uso ciudadano a favor del automóvil e instrumentos inadecuados para actuar (falta planeamiento, mecanismos de financiación, intercambiar conocimiento y evitar errores).
La Agenda define objetivos, un decálogo de soluciones: ordenar territorio, trabajar en la ciudad existente, prevenir los efectos del cambio climático, favorecer la movilidad sostenible, cohesión social, impulsar la economía urbana, el acceso a la vivienda, la innovación digital y mejorar instrumentos…”ciudades para andar, introducir la naturaleza y cohesión social, crear espacios de convivencia”, finalizó.
Salud y bienestar en entornos construidos. Hacia la necesaria transdisciplinariedad. Determinantes ambientales
Francisco Vargas Marcos, subdirector de sanidad del Ministerio de Sanidad recuerda lo que es la Salud Pública (recogida en una Ley de 2011), que hay voluntad de impulsarla. “Hemos avanzado pero lo fundamental son los determinantes sociales de la salud (estructurales e intermediarios). El ODS 3 es específico. Los factores ambientales influyen en la salud y están en el Plan de Salud y Medio Ambiente. Existe un Atlas Nacional de Mortalidad en España (que descubre las diferencias sociales). Así mismo hizo referencia a la estrategia nacional de equidad en la salud y la labor del Ministerio, con acciones para reducir las desigualdades sociales en salud. Además, abogó por coordinarse con otros y aplicar la intersectorialidad.
Las ciudades han de estar integradas (en el proyecto de ciudades saludables) y de ahí que se esté trabajando en un convenio con la FEMP. El Ministerio tiene unos criterios de diseño urbano (barrios para caminar, incremento de zonas verdes, rutas) y también ha hecho una intervención en la Calidad del Aire Interior (CAI): va a ser una parte importante del Plan de Salud y Medio Ambiente: es un concepto más amplio. “En edificación sostenible, queremos que no contamine, que los edificios sean saludables, confortables y deberíamos ser líderes en energías renovables. Según IDAE los edificios generan el 50% del CO2, por lo que esto hay que abordarlo desde un punto de vista integral.
Siempre es mejor prevenir que curar, que no haya tanta demanda asistencial. Existe una relación entre CAI/ Climatización/ mantenimiento sanitario y reclamamos un correcto mantenimiento de las instalaciones de climatización y el uso materiales adecuados. Hay que comprobar el radón, que genera alarma o el clima laboral”, indicó Vargas.
Así mismo siguió avanzando aspectos que quieren incluir en el Plan de Salud y Medio Ambiente en el que se está trabajando: contemplar, entre otras cosas, en relación a la CAI el incluir la variable salud en los procesos de construcción y el que se mejore la eficacia de los sistemas de inspección y control de la legislación (RITE), la normativa de salud laboral, las guías técnicas y normas UNE sobre CAI.
Ejemplo de viviendas tuteladas para mayores. El caso del cohousing de Lugaritz
Heitor G. Lantarón, arquitecto de la Fundación Matia expuso que este diseño de Lugaritz está vinculado a la experiencia europea. Este proyecto se basa en el modelo danés de alojamiento de personas mayores de viviendas tuteladas, con servicios. En 1980 estudiaron la forma de mantener el sistema una comisión que definió criterios para potenciar la independencia. Entonces, desde 1982, se sacó una ley en el país danés por la que no se pueden construir residencias para sustituirlas por viviendas con servicios externos. Así surgió el modelo ´cohousing´ con un modelo de vivienda a incorporar a las ciudades.
Heitor G. Lantarón, arquitecto de la Fundación Matia.
De esa experiencia aprendieron que no se está bajo servicios sociales (sino de Vivienda), y a separar entre servicios y alojamiento. Además se trataba de hacer un buen diseño y calidad, generar modelos (para diferentes usuarios) y así definieron 2 modelos de alojamientos.
El caso de Lugaritz es proyecto que se está desarrollando: son viviendas para toda la vida, una nueva forma de alojamiento alternativo a la residencia tradicional de mayores, pensando que en el futuro todas las viviendas sean así. Son viviendas en régimen de alquiler cuya novedad reside en trasladar el modelo al contexto español y a Guipúzcoa. En la Fundación Matia implantan tecnologías a través de un living lab, garantizan un proyecto de ciudad (con actividades participativas) y generan conocimiento para el futuro de la atención asistencia dado que no entienden el proyecto como un edificio sino un proyecto para mejorar el espacio urbano.
Se trata de una actuación de 14.400 m2, (7.300 m2 para 52 viviendas). De las 52, 44 viviendas son de 2 habitaciones y la media es de 65m2/persona. Estas viviendas incorporan el factor cuidados, es también el lugar de trabajo de los cuidadores, se diseñan pensado en los cuidados e incluyen ambas demandas.
Lantarón expuso que cuentan con 7 residencias con una superficie mínima en las que se da importancia a las interacciones visuales (relación con el exterior) y espaciales, con un segundo dormitorio que tiene muchas utilidades y todas con terraza y sin obstáculos.
En las zonas exteriores les interesa la relación con los vecinos, colonizar un espacio, las zonas comunes (puente, plaza y salas de uso semi privado y semi público).
El bienestar y la salud en entornos urbanos, las enfermedades asociadas a las ciudades, las soluciones basadas en la naturaleza, el desafío demográfico, los entornos amigables, el envejecimiento de la población, el cambio climático, los modelos de teleasistencia y atención sanitaria, la despoblación rural o el diseño de las ciudades sostenibles fueron otros aspectos abordados en la primera jornada del Congreso Life Habitat con la intervención de prestigiosos ponentes (José Fariña, Rodd Bond, Alicia Alonso, Yolanda Benito, Rosario del Caz y María González) en conferencias y mesas redondas.
Hall anexo al Congreso.
Condiciones de salud de las personas asociadas a los edificios. Arquitectura sociosanitaria
En la segunda jornada del Congreso Life Hábitat las condiciones de salud de las personas asociadas a los edificios cobraron especial protagonismo. Iluminación, acústica, confort térmico y calidad del aire interior son aspectos claves para nuestra salud que fueron analizados por expertos en arquitectura, ingeniería, salud y bienestar. En este mismo bloque, Petra Jebens-Zirkel, presidenta del Instituto Español de Baubiologie, abordó los problemas que afectan a los edificios, como son la toxicidad interior, la contaminación y el uso de materiales inadecuados.
Los edificios son nuestros hogares, pero también los lugares en los que trabajamos. Por ello, Life Hábitat expuso los beneficios de mejorar nuestros centros de actividad pensando en nuestra salud y bienestar, a través de dos casos de éxito en un edificio de oficinas y un colegio. El asunto se trató pormenorizadamente en una de las mesas redondas que contó con la participación del prestigioso investigador del CSIC Xavier Querol.
Ya por la tarde, se ha trató otro aspecto fundamental si hablamos de salud y edificios, como es la arquitectura sociosanitaria. El objetivo sigue siendo convertir a las personas en las protagonistas, en este caso de los hospitales y del resto de edificios sociosanitarios. Para ello se habló de hospitales inteligentes y de la necesaria convergencia entre la arquitectura y la política sociosanitaria.
Premios Life Hábitat. Conclusiones y clausura del congreso
María Ángeles Cisneros Martín, directora general de infraestructuras y tecnologías de la información de la Junta de Castilla y León, fue la encargada de clausurar Life Hábitat tras la exposición de las conclusiones por parte de Rosario Heras y Cristina Linares. En dichas conclusiones se establece la necesidad de atender a nuestros entornos construidos desde la salud y el bienestar, ya que es un mercado poco explorado todavía que ofrece oportunidades de diferenciación a los profesionales del sector, pero sobre todo porque nos afecta a todos como personas que habitamos esos entornos.
Previamente, se entregaron los Premios Life Habitat, con los que la organización ha querido dar a conocer y poner en valor aquellas soluciones tecnológicas innovadoras que contribuyan a mejorar la salud y el bienestar de las personas en edificios y entornos.
Entrega de los Premios Life Habitat.
En la categoría de Innovaciones Tecnológicas el premio fue para el proyecto Gradio, de I Más D y Empleo Serviconsulting S.L., mientras que Absotec ha sido reconocido con un accésit por su proyecto Confort y Salud Acústica. El proyecto Life-My Building Is Green, de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas Real Jardín Botánico recibió el premio en la categoría de Desarrollos Tecnológicos, donde el accésit recayó en el proyecto Edificios y Salud, del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España. El Premio Especial a la Labor de Difusión fue para el Programa Escala Humana de RTVE, dirigido por Nuria Moliner, mientras que Cruz Roja Española fue galardonada con el Premio Especial a la Trayectoria.