Hotel Ohla Eixample, Barcelona
Obra de Daniel Isern, del Estudi Isern Associats, el Hotel Ohla de Barcelona es una rehabilitación basada en conceptos como la tecnología, la estética y la ciudad y con una particular fachada de cerámica. Supone el cambio de uso de un antiguo edificio de oficinas en el centro de la ciudad, construido sobre las bóvedas del ferrocarril.
El encargo no era fácil. Un edificio anodino de oficinas de los años 70 del siglo pasado, con un altura libre entre forjados demasiado pequeña, mucho más alto de lo que el actual planeamiento permite, construido sobre la bóveda del ferrocarril que lo somete a un nivel de vibraciones del todo insufrible.
Fachada Hotel Ohla.
De hecho, fue calificado de “feo, demasiado alto, y a la vez, demasiado bajo, y encima, insufriblemente ruidoso… que más se puede pedir?”.
Conceptos de base
Con estos condicionantes de base, el proyecto desarrollado se basó en estos tres conceptos:
Fase constructiva.
La tecnología: que permite instalar unos amortiguadores sísmicos a cada pilar a nivel de planta baja activados mediante gatos hidráulicos. Este sistema divide al edificio en dos partes dejando toda la que queda sobre el nivel de calle del todo separada del sótano, consiguiendo el confort que un hotel demanda.
Piscina en la azotea del Hotel Ohla.
La estética: En el interior el proyecto establece un diálogo entre la estructura existente, que queda desnuda y expuesta, y el uso hotelero, que se manifiesta en materiales de gran calidad que nunca llegan a tocar los perímetros de cada habitación.
Entrada al hotel.
Así pues, en unos espacios con hormigón en el suelo, pilares metálicos y bovedillas en el techo el hotel, que se explica en el uso de maderas, cerámicas, y estucados, establece una discusión en el que el segundo nunca llega a tocar al primero, y entre esta, unas piezas de mobiliario atemporal muy seleccionadas y perfectamente iluminadas.
Habitación del Hotel Ohla.
La ciudad: La fachada, la manera en que un edificio se relaciona con su entorno, funciona como un filtro de un lugar que a pesar de ser muy céntrico, la presencia de la calle Balmes lo hace incómodo.
Fachada interior.
Fachada cerámica
Se plantea por lo tanto una fachada compuesta por elementos verticales y horizontales de gran profundidad que modulan un ritmo vertical desdibujado que dificultan entender el número de plantas que el edificio tiene, roto en 5 ocasiones por unas cajas de madera que hacen de balcones.
Detalle arquitectónico de la fachada.
Para su ejecución se eligió la cerámica, un material fuertemente vinculado a la historia de la ciudad, a la que se quiso dar un valor añadido, la música.
Con la ayuda de Cerámica Cumella y el IAAC, hemos inventado un algoritmo que basado en el sonido, crea un patrón que un robot graba en la superficie de la cerámica mientras se extrude. Este proceso permite crear un número infinito de piezas, cada una única y diferente pero todas con el mismo trazo.
Restaurante.
Para esta pieza, se ha elegido la composición musical “Vivaldi Recomposed” de Max Richter, que al igual que nosotros, toma de base algo del pasado, en este caso las 4 estaciones de Vivaldi, para darle un punto de modernidad. El mismo sistema se emplea para crear el gran mural cerámico que llena toda la planta baja, comenzando en la recepción y llegando hasta el fondo del restaurante.
Escalera interior.
FICHA TÉCNICA
- Situación: C/ Córcega, 289-291. Barcelona
- Propiedad: Espaitur BCN SL
- Inicio obra: 25/11/2014 Finalización: 30/03/2016
- Arquitectura Estudi Isern Associats. Daniel Isern Pascual
- Colaboradores Yaiza Diaz
- Aleix Naudo.
- Nuria Widmann.
- Laura Muñoz.
- Arquitecto técnico Albert Bordera Salvat
- Ingeniería acústica AV Enginyers
- Ingeniería de estructura Nolac Enginyers SA
- Ingeniería de instalaciones JG Ingenieros
- Proyecto lighting design consultancy
- Artec
- Fotografías Adrià Goula. Adrià Goula Sardà
- Constructor Luis Pares constructora