Entrevista a Josep Solé, Director Técnico de Ursa Aislantes

“Con esta Directiva, por primera vez, se hace partícipe al usuario final de los edificios mediante una información comprensible para él”

14/02/2008

14 de febrero de 2008

El pasado 31 de octubre se puso en marcha la nueva Directiva de Eficiencia Energética aplicable a todos los edificios de nueva construcción. Josep Solé, activamente involucrado en esta temática y miembro del grupo de expertos que han realizado el seguimiento del desarrollo de las funciones de redacción del Código Técnico de la Edificación (CTE) y la calificación energética, desgrana para Interempresas toda la información acerca de dicha normativa.

La Directiva de Eficiencia Energética entró en vigor el pasado 31 de octubre. ¿Qué balance puede hacer de estos dos meses desde la puesta en marcha de la norma?

En estos primeros meses obviamente no se ha detectado todavía ningún impacto real en el sector, pero sí se han empezado a notar acciones por parte de algunas administraciones autonómicas para empezar a poner en marcha los procedimientos de registro, así como algunas acciones de sensibilización y formación a nivel de colegios profesionales, y muy poca cosa más. En general, podemos decir que el procedimiento avanza, aunque con mucha lentitud y dificultad.

Háblenos un poco de dicha normativa. ¿En qué consiste? ¿A qué o quién va destinada?

La normativa establece que todos los edificios de nueva construcción, además de cumplir los requisitos mínimos establecidos por el Código Técnico (imprescindible para que un edificio sea legal), deben disponer también de una evaluación y calificación desde un punto de vista de la eficiencia energética (mediante una escala gráfica desde la ‘A’, más eficiente, hasta la ‘G’, menos eficiente). Esta evaluación se efectúa en dos fases: la primera es a nivel de proyecto y es confirmada o modificada después con el Certificado Final de Obra.

Esta iniciativa va dirigida principalmente a los usuarios para que dispongan de una información clara, objetiva y discriminante sobre la eficiencia energética de los edificios que pretenden comprar. Por este motivo, la información es obligatoria en todos los documentos promocionales, ofertas, contratos, etc. En segunda instancia, la normativa pretende favorecer la transparencia del mercado inmobiliario y ser un elemento diferenciador de las diferentes promociones. En último lugar, implica a los técnicos que proyectan y construyen edificios en el proceso de consecución de construcciones más eficientes desde un punto de vista energético.

¿Qué beneficios para el medio ambiente aporta la directiva?

Una mayor eficiencia energética de los edificios supone una disminución neta de la energía consumida por los mismos y, consecuentemente, una disminución de los efectos ambientalmente perjudiciales del despilfarro energético, principalmente sobre las emisiones de CO2 responsables del efecto invernadero. No hay que olvidar que a nivel europeo los edificios consumen del orden de un 40 por ciento de la energía total consumida (más que el sector industrial o el transporte).

¿Qué supone para el sector de la construcción la aplicación de este tipo de legislación?

Aparte de los efectos de mejora de la calidad de edificación y el impacto sobre el medio ambiente, la implementación de esta Directiva Europea supone que por primera vez se hace partícipe al usuario final de los edificios mediante una información comprensible para él.

Los edificios representan el 40 por ciento del total de la demanda energética europea. ¿ Qué papel juega la construcción en el equilibrio medioambiental?

Está claro que los edificios juegan un papel clave ya que son los mayores consumidores de energía (más que la industria o el transporte). Por otra parte los edificios son bienes de ciclo de vida muy largo por lo que la no consideración hoy de los aspectos ambientales conlleva una 'hipoteca ecología' inasumible para los años futuros.

La nueva Directiva de Eficiencia Energética complementa al CTE. ¿Qué ventajas ofrece el código Técnico de la Edificación para el sector?

El CTE supone el nivel mínimo de referencia para la calificación energética de edificios. Está suponiendo un revulsivo para el sector de la edificación que en España se fundamentaba en reglamentaciones de los años 70 y 80. Está propiciando el inicio de un proceso de análisis y de actualización del sector que debería tender hacia una mejora de los sistemas y procesos de construcción. El camino iniciado es largo y no exento de dificultades pero absolutamente imprescindible.

¿Qué papel debe tener la administración en este tipo de normativas?

Las administraciones central, autonómica y local deben garantizar e impulsar estas iniciativas para que se implementen y desarrollen adecuadamente. En este sentido, deben poner todos los medios y recursos para que esto sea posible. Además, deben ser exquisitos en las edificaciones en las que intervienen, ya sea directamente como promotores o a través de ayudas, subvenciones, planes de actuación, convenios, etc. Desgraciadamente, en muchos casos las administraciones suelen adoptar un papel 'pasivo' en vez de ser ‘proactivos’ y 'ejemplares' para el resto del sector.

¿Cómo ve la situación del sector de la construcción hoy en día? ¿Cuáles son los principales problemas y demandas a los que se enfrenta el sector?

El sector de la construcción es un sector profundamente inmovilista, con unas inercias técnicas muy fuertes. Uno de los principales retos es conseguir que el sector sea tan dinámico y ágil como exigen los tiempos actuales y que incorpore los nuevos retos de la sociedad (calidad, aspectos ambientales, industrialización, competitividad, etc.). Por otra parte, uno de los retos que se presenta en España a corto o medio plazo es adaptar un parque de viviendas enorme (construido en el 'boom edificatorio' de estos últimos años) a los requerimientos de los usuarios actuales, puesto que cuando se construyeron ya no daban satisfacción a los mismos. Desgraciadamente para los usuarios y el medio ambiente, estas iniciativas (CTE, Eficiencia Energética, etc.) se han retrasado tanto en su implementación que no han llegado a tiempo para incluir los varios millones de viviendas que se han construido en estos últimos años.

Como Director Técnico de Ursa Ibérica Aislantes, ¿cuáles son los objetivos a conseguir a partir de ahora?

Ursa pretende constituirse como la 'referencia técnica' en el ámbito de la protección térmica y acústica de los edificios y empezar a profundizar con rigor en el ámbito del impacto ambiental de los productos de construcción para pasar a ser, también en este ámbito, una de las empresas líderes del sector.