El árido reciclado resultante se reutiliza como granulado para bases y subbases de carreteras y caminos
Inaugurada la primera planta de reciclaje y tratamiento integral de residuos de la construcción de Catalunya
25/09/2007
25 de septiembre de 2007
El conseller de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat, Francesc Baltasar, inauguró el pasado 20 de septiembre la primera planta de tratamiento integral de residuos de construcción y demolición de Catalunya en las Franqueses del Vallès (Vallès Oriental). El conseller estuvo acompañado por el presidente de Tecnocatalana de Runes, Rossend Matas, y la gerente de l’Agència de Residus de Catalunya y presidenta de la Gestora de Runes de la Construcció, Genoveva Català. La nueva planta supone una inversión de 4 millones de euros, está gestionada por Tecnocatalana de Runes y es el resultado de la colaboración entre la iniciativa pública y la privada. La gestión que se lleva a cabo de los residuos es pionera, ya que sustituye los procesos manuales por otros de automatizados. Asimismo, es un modelo ambiental por lo que respecta al control del ruido y de las emisiones de polvo.
La planta de las Franqueses nace con la voluntad de conseguir elevados grados de valorización de residuos de la construcción y la demolición de la comarca del Vallés Oriental. De este modo, contribuirá al cumplimiento de los objetivos de reciclaje fijados por la Generalitat en el Progroc (Programa de gestió de residus de la construcció a Catalunya) y dará solución a la gestión de los residuos de la construcción de manera controlada. La instalación tiene una capacidad de tratamiento de 75 t/h y una capacidad de almacenamiento de 10.000 toneladas. En el proceso primario, tiene una velocidad de 100 t/h y en el proceso secundario, 75 t/h. Trabaja con una potencia instalada de 750 kW y produce 200.000 t/año. La planta tiene un régimen de trabajo de 40 horas semanales (un turno). El personal consta de 5 trabajadores por turno.
Inauguración. De izquierda a derecha: Rossend Matas, president de Tecnocatalana de Runes i del Gremi de Constructors del Vallès Oriental; Francesc Baltasar, conseller de Medi Ambient i Habitatge; Joan Castells, vicepresident de Gestora de Runes de la Construcció; Genoveva Català, gerent de l'Agència de Residus de Catalunya i presidenta de Gestora de Runes de la Construcció i Francesc Torne, alcalde de les Franqueses del Vallès
La planta trata 75 t/h y puede almacenar hasta 10.000 toneladas
Entre los aspectos innovadores de la planta de las Franqueses, destaca su capacidad de tratar el residuo bruto que hasta ahora se vertía, y la sustitución de los procesos manuales por otros de automatizados. De esta manera se abarata el coste del proceso de limpieza. Además, combina diferentes sistemas de trituración, cribado, limpieza y separación neumática y manual para clasificar los diferentes residuos en materiales pétreos, por un lado, y en hierro, madera, plástico o papel, por otro.
El proceso de tratamiento
La instalación acepta todo tipo de residuos procedentes de la construcción y demolición. El proceso comprende las siguientes fases: recepción y descarga de los residuos; primera zona de limpieza y zona intermedia de almacenamiento; limpieza y zona de fabricación de áridos. Los camiones entran a la planta y se pesan en una báscula para fijar la tarifa de entrada. A continuación, el camión descarga el material en una tolva que alimenta el proceso productivo. El material pasa a una gran cinta o plato de separación de 6 metros de largo, donde un brazo mecánico extrae los materiales voluminosos no pétreos como palets, madera o tubos, y los deposita en el contenedor correspondiente para su gestión externa. A continuación, los residuos pasan por un molino que los reduce por debajo de 250 mm y se acumulan en un silo intermedio. El material procedente de este silo pasa por diferentes procesos de clasificación, limpieza mediante aire (materiales volátiles), separación de impropios mediante agua (materiales con poca densidad) y la elección manual de los no-pétreos, hasta separar los materiales pétreos de plásticos, maderas, cartones, hierros y similares. Las diferentes fracciones pétreas obtenidas son la materia primera para la fabricación posterior del árido reciclado. El material ya limpio pasa a un molino secundario que lo tritura hasta obtener un árido de diámetro entre 0-80 mm. Posteriormente, este material es cribado para obtener las diferentes granulometrías a comercializar.
Interior de la planta de las Franqueses, tolva que alimenta el proceso productivo
El resultado: árido reciclado
El árido reciclado es un producto apto para reutilizarlo como granulado para bases y subbases de carreteras y caminos, en el nivelado de terrenos, en la formación de capas drenantes y en otros procesos constructivos de ingeniería civil. Su limpieza exhaustiva previa a la trituración garantiza un árido capaz de competir perfectamente en calidad con uno de natural.
El hecho de reincorporar un residuo, que de otra manera se destinaría al abandono, permite retornar los residuos de la construcción y la demolición al ciclo productivo, además de evitar el derroche de los recursos naturales. No en vano, el año pasado Catalunya generó 10.961.000 toneladas de ruinas de residuos de construcción y demolición y reutilizo y recicló 1.879.500 toneladas de ruinas.
La planta de residuos de las Franqueses del Vallés es un modelo ambiental, ya que ejecuta el proceso productivo en una nave cerrada que permite controlar el ruido y las emisiones de polvo, e incluye criterios de integración paisajística en el entorno industrial. Para evitar las emisiones de polvo, la planta dispone de sistemas de aspersión de agua a presión a las caídas y zonas de descarga de material. Además, la nave dispone de un sistema de aspiración de aire para evitar la expulsión de polvo al exterior. Por otro lado, los residuos no reutilizables que genera la planta se envían a un gestor autorizado.
La instalación es el fruto de la colaboración del Ajuntament de les Franqueses, el Gremi de Constructors d’Obres del Vallès Oriental, Àrids García y la Gestora de Runes de la Construcció (GRC), entre otros. La presencia de GRC en el accionariado de Tecnocatalana de Runes es la manifestación más clara de la conciliación de los intereses privados y los públicos, ya que la propiedad de la Gestora se reparte entre un 45 por ciento del sector público y un 55 por ciento del privado. Este carácter mixto satisface las necesidades del sector constructor privado y, a la vez, las líneas de actuación que marca el Departament de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat de Catalunya.
Parte posterior de la planta, distribución de materiales
Empresas o entidades relacionadas
Gremi de Constructors d'Obres del Vallès Oriental
Tecnocatalana de Runes, S.L.