La Fundación La Casa que Ahorra aborda los efectos de la rehabilitación en la economía, la salud y el medio ambiente
El Círculo de Bellas Artes de Madrid acogió el pasado 22 de noviembre la jornada titulada ‘Una visión integral de la rehabilitación: sus efectos en la economía, la salud y el medio ambiente’ organizada por la Fundación La Casa que Ahorra. El objetivo del encuentro fue la presentación de cuatro estudios, realizados conjuntamente por organismos de reconocido prestigio como son Cener, ITeC e Irec, sobre los efectos de la rehabilitación en los sectores económico, medioambiental y salud.
En una rueda de prensa previa a la celebración de la Jornada, Pedro Luis Fernández Cano y Albert Grau, presidente y gerente, respectivamente, de la Fundación La Casa que Ahorra, se encargaron de realizar un breve repaso por cada uno de los cuatro estudios que Cener, ITeC e IREC han realizado conjuntamente con el objetivo de mostrar la importancia que supone la rehabilitación de edificios dados los múltiples beneficios que se obtendrían en diversos ámbitos como la economía, la salud o el medio ambiente. El contenido de los estudios se presentó posteriormente a cerca de 80 personas procedentes de la Administración Pública, de Asociaciones, Fundaciones y otras instituciones.
“Nuestro fin es la consecución de la rehabilitación de los edificios. A partir de aquí hemos trabajado en diferentes frentes y hoy presentamos cuatro estudios que demuestran, desde distintos puntos de vista, la importancia de rehabilitar los edificios”, aseguró Fernández Cano en rueda de prensa. A continuación, Albert Grau explicó brevemente el contenido de cada uno de estos trabajos de investigación así como algunos datos llamativos que se desprenden de los mismos.
‘El impacto de la rehabilitación energética en el sector residencial en la consecución de los objetivos ambientales de España’, realizado por María Fernández Boneta, research project manager en Cener, fue el primero de los estudios del que habló Grau, el cual versa sobre la estrategia a largo plazo de España para llegar a cumplir con los compromisos COP21 (pendientes en España todavía por la eventualidad del gobierno hasta hace poco). Para ello, según informó Grau, tenemos que llegar a la rehabilitación de más de más de 300.000 viviendas al año.
Para la realización del estudio se han establecido tres niveles: de reforma base, medio y ambicioso. En concreto, en el escenario ‘medio’, tal y como indicó Grau, hablamos de una media de 250.000 viviendas que habría que rehabilitar al año puesto que si no se rehabilita, la reducción de emisiones no llega a los objetivos esperados. “Hemos pedido a Cener que estableciera una media de lo que habría que rehabilitar hasta el año 2050 y se obtiene un ritmo de rehabilitación superior a 350.000 viviendas para rehabilitar anualmente. España ahora se encuentra en una media de 50.000 viviendas rehabilitadas y, si no llegamos a esas 350.000 viviendas para rehabilitar, no conseguiremos al objetivo. La rehabilitación se tiene que equiparar a las viviendas de consumo casi nulo, si no, no llegamos a los objetivos”, señaló el gerente de la Fundación La Casa que Ahorra.
Estas conclusiones demuestran que hay que establecer un ritmo de rehabilitación mucho más ambicioso -multiplicando por más de seis el actual-, así como una exigencia muy superior por lo que hace referencia a eficiencia energética. En definitiva, para llegar a cumplir con los compromisos COP21, hay que dar un enorme salto tanto cuantitativo como cualitativo y habrá que legislar adecuadamente en medidas de fomento y acompañamiento, y a su vez, equiparar la vivienda rehabilitada a un NZEB (Edificio de Baja Demanda de Energía).
Con el segundo estudio, titulado ‘La rehabilitación energética planteada como inversión’ y que fue analizado posteriormente de manera más exhaustiva por Licinio Alfaro, responsable del Departamento de Construcción Sostenible en ITeC, la Fundación La Casa que Ahorra propone una discusión tan simple como “el dinero mejor en el banco” o “como en casa en ningún sitio” para abordar el impacto de la rehabilitación en la economía (tanto desde la visión macro como microeconómica). El hecho de invertir en una rehabilitación de fachada con criterios de eficiencia energética ambiciosa o hacer una aportación a un Plan de Pensiones por parte de una persona de 50 años no admite comparación. Con esto, Grau aseguró que se puede afirmar que una inversión en la mejora de las prestaciones térmicas de la fachada se convierte en un plan de pensiones vitalicio, cosa impensable para un plan de pensiones habitual. “Hemos pensado en la manera de invertir en jubilación: si se rehabilita se obtienen beneficios en la jubilación. La hucha de las pensiones se agota, pero la hucha de la rehabilitación energética crece”, afirmó el experto.
El tercer trabajo de investigación plantea los ‘Costes de oportunidad en el mercado de la rehabilitación de fachadas’, otro estudio elaborado por el ITeC que permite abordar el impacto de la rehabilitación en la economía. En este trabajo se expone la realidad actual sobre la pérdida de oportunidad que se produce cuando se instala un andamio: tan sólo en el 15% de las obras se actúa sobre la mejora de las prestaciones térmicas de la fachada.
“Nosotros siempre pedimos que no haya ningún andamio sin el aislamiento asociado ya que el no actuar te deja en unas condiciones económicas penosas. Planteamos la rehabilitación como una inversión. Tenemos que pensar que alguien que no rehabilita se queda con una hipoteca energética durante los próximos 30 años. En cambio, si se rehabilita con criterios de eficiencia energética se conseguiría un ahorro superior al 40%. Asimismo, si se hubiera rehabilitado adecuadamente en los últimos 5 años, el ahorro que ello hubiese significado en combustible equivaldría a un mes de calefacción gratis para toda España”, reivindicó Albert Grau destacando algunos de los llamativos datos que se desprenden de este estudio.
Con el cuarto y último estudio titulado 'Estimación del efecto de la rehabilitación energética en la salud de las personas. Visión Económica' se pretenden abordar los efectos que la rehabilitación tiene en la salud. Presentado posteriormente por el director de Energía Térmica y Edificación en Irec, Jaume Salom, este estudio demuestra cómo los diferentes problemas o patologías de las viviendas pueden llegar a tener una gran influencia sobre la salud, llegando incluso a aumentar la mortalidad. Según afirmó Grau, existe un 30% de personas mayores de 65 con problemas cardiovasculares debido al estado de su vivienda.
Además, el experto indicó el coste sanitario y laboral que implica para la Administración la escasa calidad de vivienda en algunos tramos de la población. “Rehabilitar una vivienda supone un coste de unos 11.000 euros por vivienda. En costes sanitarios, la Administración ahorraría 150 euros anuales por vivienda, más otros 200 euros adicionales asociados a costes laborales. Asimismo, si el Estado subvencionase un 50% de las obras de rehabilitación energética de los 1,5 millones de viviendas que gastan más del 10% de sus ingresos en energía (pobreza energética), se recuperaría la inversión en 16 años”, señaló Albert Grau.
Para finalizar, Grau habló de una de las 12 propuestas ganadoras que han establecido desde la Fundación para conseguir los objetivos: el Plan de rehabilitación por fases. Para ello hay que capitalizar el uso al CEEE -que no sea un simple trámite-, hay que establecer una propuesta del Plan de Actuación Integral a largo plazo y desarrollar incentivos para la implementación del Plan: comprobar resultados, subvenciones comprometidas, etc. “Esto resume las propuestas de la Fundación”, sentenció Grau.