¿Qué es el BIM?
Con el BIM, la arquitectura y la construcción hacen suya una tecnología de la industria náutica y de la aviación, entre otras, denominada ‘virtual prototyping’, basada en el diseño y validación del producto en un modelo virtual, antes de su fabricación material.
Con el BIM, el proyectista está de manera virtual frente a su obra, puede realizar cortes instantáneos, evaluar la repercusión de cada cambio o realizar una animación de recorrido para una mejor comprensión del proyecto; asimismo puede visualizar el proyecto en todas las modalidades de representación: en planos (plantas, vistas, cortes), en imágenes 3D, en planillas de datos, y en animaciones virtuales.
Un gran beneficio del BIM es que coordina toda la información del proyecto de forma coherente, de modo que, si se cambia por ejemplo la ubicación de una ventana, todos los accesos a la maqueta, plantas, imágenes 3D, planillas de carpinterías, etc. se actualizan inmediatamente.
Al integrar toda la información en una única base de datos, el sistema asegura la coincidencia de planos, planillas y representaciones en tres dimensiones de la obra.
La detección de interferencias es una de las cualidades más destacables del BIM, que facilita el trabajo de coordinación de las ingenierías al detectar y ubicar de forma inmediata y en todo el proyecto, las interferencias entre elementos constructivos.
Por último, cabe destacar que el BIM fue ideado para fomentar el diseño sostenible y posee por ello potentes herramientas de cálculo en ese ámbito, facilita enormemente la manipulación de la información en base a la cual, la obra es calificada por los distintos sistemas de evaluación de Green Building y elimina la necesidad de tener que ingresar miles de datos en un sistema de análisis.