Las tecnologías de protección solar, claves para lograr los objetivos de eficiencia energética
La rueda de prensa organizada por Messe Stuttgart en Estambul para presentar su próxima edición de la feria R+T, contó con la participación de Peter Winters, presidente de la Organización Europea de Protección Solar (ES-SO), quien analizó la gran importancia que van a tener las tecnologías de protección solar a la hora de poder cumplir con los objetivos de eficiencia energética marcados por la Unión Europea.
ES-SO es una organización europea en la que están integradas las diferentes asociaciones nacionales de protección solar, representando actualmente a 18 países. Este sector da trabajo en los 27 países de la UE a cerca de 400.000 personas y ofrece una cifra de ventas de más de 35 billones de euros.
Desde la ES-SO se esgrimen tres argumentos principales para fomentar las tecnologías de protección solar. En primer lugar, la necesidad de fomentar la gestión inteligente de la luz natural para reducir las necesidades de consumo de electricidad destinada a la iluminación.
En segundo término, las tecnologías de protección solar se han confirmado como una fórmula muy eficiente a la hora de reducir las necesidades de refrigeración artificial en las épocas de calor, permitiendo ahorrar una notable cantidad de energía primaria.
Y por último, pero no menos importante, este sector se muestra como un aliado perfecto a la hora de disminuir el consumo de calefacción en las épocas de más frío, apostando claramente por la energía solar renovable.
En resumen, lo que busca ES-SO es promocionar un entorno sostenible, natural y de calidad en el interior de los edificios, combinado con una expansión de la vida en el exterior, es decir, una mejor habitabilidad. Según un estudio de esta organización, mientras nuestros abuelos, hace 50 años, pasaban el 90% de su tiempo en el exterior, a día de hoy ese 90% lo pasamos en entornos de interior. Y este cambio de tendencia exige claramente una modificación de la forma de concebir los edificios.
Olli Seppänen, secretario general de la Federación Europea de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado (Rehva), manifestaba recientemente que las tecnologías de protección solar supondrán uno de los primeros pasos en el diseño de los nuevos sistemas de HVAC, y que la integración de aquellas tecnologías será cada vez más importante para optimizar las inversiones y los costes operativos.
No hay que olvidar que los edificios consumen el 41% de la energía de la UE (frente al 33% del transporte y el 26% de la industria) y que dos terceras partes de esa energía empleada en los edificios va destinada a los sistemas de calefacción y refrigeración (el 80% del consumo de energía en vivienda se emplea en edificios de menos de 1.000 m2).
Vista general de la rueda de prensa.
Por tanto, desde la UE se tiene claro que hay que trabajar intensamente en los modelos de construcción y rehabilitación para mejorar la eficiencia energética de los edificios y lograr sustanciosos ahorros de energía. Desde la administración europea se han marcado como uno de sus grandes objetivos que a partir de 2020 todos los edificios sean de consumo energético casi nulo, lo que supone una revolución no sólo en materias como el aislamiento sino también un impulso a avanzadas tecnologías como las de protección solar que contribuyen a reducir este consumo energético.
Los elementos exteriores de protección solar, una apropiada orientación de los edificios para aprovechar la luz solar y un control dinámico de la iluminación natural se van a convertir en elementos estándar a la hora de construir una nueva vivienda o de reformar una ya existente. Sólo así se podrá hacer frente a grandes desafíos como el que presenta la refrigeración: según la Agencia Internacional de Energía, se espera que el consumo de energía para refrigeración crezca de media casi un 150% en 2050, y entre un 300% y un 600% en los países desarrollados.
Habitabilidad
Al margen de los beneficios que aportan en materia de eficiencia energética, los sistemas de protección solar se muestran también como grandes aliados a la hora de mejorar el confort de vivienda. Se ha comprobado que una buna habitabilidad permite, entre otras ventajas, mejorar la función mental, la memoria, entre un 10% y un 25%, los procesos de telemarketing se hacen hasta un 12% más rápidos, que las estancias en los hospitales se acorten en un 8,5%, que los estudiantes aprendan entre un 20% y un 26% más rápido y que los trabajadores sean un 18% más productivos. Además, mejora considerablemente el ritmo cardiaco de las personas y tiene otros muchos efectos beneficiosos para la salud.
Por tanto, el futuro de la edificación, tanto de nueva construcción como de rehabilitación, pasa por incorporar modernas soluciones automáticas y dinámicas de protección solar tanto interiores como exteriores, que permitan usar la energía solar en las temporadas de calefacción y mantener fuera este calor en las estaciones en las que habitualmente se emplea el aire acondicionado.
Todo ello hace que el futuro para el sector de la protección solar se presente con grandes expectativas. Baste un dato: según las estimaciones de ES-SO, en los próximos años será necesario reemplazar más de 3.000 millones de ventanas por haberse quedado obsoletas. Si todas estas ventanas que hay que reemplazar usaran conceptos de control solar inteligente, el sector tendría que multiplicar por diez su capacidad productiva, una oportunidad que la industria no puede dejar pasar.