El sector del EPI pide una distinción clara respecto a los casos de contratos de mascarillas con agentes oportunistas
Las más de cien empresas representadas por Asepal, la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual, condenan cualquier operación comercial que pueda haber perjudicado al interés general durante la pandemia de la covid-19 y quieren marcar distancia con quienes se hayan podido lucrar coyunturalmente con la venta de mascarillas, guantes o batas.
La entidad está particularmente preocupada por las informaciones que hacen referencia a la posible no conformidad técnica de los productos que se introdujeron en el mercado español como por el afán de lucro y la falta de control que se afirman indiscriminadamente. Desde la Junta Directiva de Asepal piden que los escándalos actuales se limiten a empresas y acciones bien delimitadas y no generen desconfianza hacia el sector en general.
Sobre los precios no guarda la asociación un registro de datos verificable, pero el responsable técnico recuerda que “los precios FOB [el de la mercancía llegada a puerto español] se multiplicaron por diez, y aun así no se explicarían los precios que se rumorea que algunas administraciones llegaron a pagar, al menos no se parecen a los precios que nuestros asociados estaban contratando”.
“La relación del sector del EPI con las administraciones públicas siempre se ha encuadrado en el respeto absoluto a las normativas vigentes”, reiteran desde la Junta Directiva. Juan Pedro Barrios, vicepresidente de la entidad, aclara: “Nos gustaría que las autoridades nacionales y autonómicas de Consumo fueran a puntos de venta, tomaran muestras y determinaran si algún producto no cumple la normativa vigente para evitar su comercialización. Queremos pedir que Trabajo haga una labor proactiva de control del cumplimiento del EPI que utilizan los diferentes usuarios. Necesitamos estadísticas de uso de EPI y siniestralidad. Queremos que en los puertos europeos se exijan controles de la calidad que se exigen en los puertos españoles. En definitiva, queremos que se haga cumplir la ley más y más porque es importante que el trabajador o trabajadora sepa que se ha de poner su EPI porque es importante y porque le va a proteger la salud de verdad, para garantizar la máxima seguridad de todos los trabajadores”.
En este nuevo periodo en el que nos adentramos posiblemente los EPI perderán el protagonismo social que han tenido hasta ahora, sin embargo Asepal quiere recordar a los poderes públicos que no pueden dejarse de lado los nuevos desafíos a los que se ha tenido que enfrentar durante la pandemia y que marcan el futuro del EPI en España:
- Acortar la cadena de suministro y la reducción de la dependencia de terceros países.
- La implantación de proyectos integrales de reciclaje y economía circular.
- La innovación como eje de adaptación a nuevos contextos de demanda para ser un actor clave en cualquier emergencia futura.