Gestión de la energía y mantenimiento en grandes instalaciones, en clave sostenible
Xavier Rodriguez. Digital Power and Channel Transformation Manager de Schneider Electric
01/04/2022La transformación digital y la energética han transformado completamente nuestro mundo, y la gestión y mantenimiento de edificios y grandes instalaciones no es ninguna excepción. La razón: las nuevas tecnologías ayudan a los gestores y propietarios de edificios a alcanzar mayores eficiencias, al mismo tiempo que aseguran el cumplimiento de unas regulaciones y unas directrices ambientales europeas que han llegado para guiarnos en todo los que hacemos.
Edificios e infraestructuras ya no solo deben estar centrados en las personas y apoyar la resiliencia de las empresas, además deben ser sostenibles e híper-eficientes.
En este sentido, ya no basta con instalar dispositivos y recopilar datos: éstos deben convertirse en acciones tangibles para obtener su verdadero valor.
Para abordar todos estos retos, tanto los propietarios como los equipos de mantenimiento de grandes instalaciones necesitan disponer de toda la información necesaria para gestionar sus activos de forma eficiente, segura y alineada con los objetivos de negocio. Pero también deben ser capaces de monitorizar las condiciones de las operaciones para saber cómo se comporta el entorno y cómo afecta a los equipos y gestionar de forma eficiente el mantenimiento de la instalación. El objetivo: conseguir saber dónde, por qué y cuándo consumimos, y qué hacer para reducirlo.
1. Cómo diseñamos las instalaciones
2. Adopción de energías renovables
En función de las capacidades y del espacio del que disponen, teniendo en cuenta su algo consumo energético, en grandes instalaciones, tanto nuevas como existentes, es prácticamente mandatorio adoptar las energías renovables on-site, que pueden ser fotovoltaicas o biomasa, eólica, etc. en función del caso. Las energías renovables son fundamentales para avanzar en el camino hacia la neutralidad en carbono, que es uno de los principales objetivos ambientales actualmente, y especialmente en Europa.
En España, gracias a las ayudas y debido a la volatilidad de los precios, estamos en un momento perfecto para que invertir en soluciones de este tipo, como las microgrids, que resultan especialmente relevantes en grandes instalaciones. Una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es que, a diferencia del autoconsumo, una microgrid tiene inteligencia y capacidad de control de todo el sistema de la energía local. Pongamos el ejemplo de un importante complejo constructivo como un campus universitario o empresarial: contar con una microgrid le permitiría gestionar y optimizar de manera inteligente sus recursos de almacenamiento y de generación de energía on-site, así como gestionar sus cargas flexibles, tomando decisiones sobre su energía, convirtiéndose en prosumidores.
La capacidad de control de la microgrid garantiza en cada momento la optimización de los costes energéticos de un edificio y su factura eléctrica, maximizando la sostenibilidad al tener en cuenta múltiples parámetros, como las necesidades de la instalación, la previsión meteorológica, el precio de la energía u otros.
Un ejemplo de este modelo se encuentra en la fábrica de Puente La Reina de Schneider Electric, en el que se ha instalado una microgrid as-a-service junto con Acciona. Es una de las primeras en España y la primera en una fábrica española. Incluye 852 kWp de energía fotovoltaica, cinco puntos de recarga de vehículo eléctrico y 80 kWh de almacenamiento en baterías, todos ellos controlados mediante el software EcoStruxure EMA de Schneider Electric. De esta manera, se consigue la máxima autonomía energética de la fábrica y se optimiza el consumo de red, con la consiguiente reducción de costes energéticos y de la huella de carbono.
Otro ejemplo de gran instalación, que sigue este modelo es el complejo empresarial IntenCity de la ciudad Grenoble, en el corazón de los Alpes franceses. Este parque de oficinas inteligentes de 26.000 metros cuadrados, que alberga también oficinas de Schneider Electric, quiere consumir sólo 37 kWh/m² al año, casi 10 veces menos energía que la media de los edificios europeos. Los paneles solares en el tejado, dos turbinas eólicas on-site y las soluciones tecnológicas inteligentes implementadas permiten que el complejo sea autónomo desde el punto de vista energético, al tiempo que comparte y coordina la energía con la comunidad de los alrededores a través de un conjunto único de microgrids.
3. Monitorización constante de la energía
Las grandes instalaciones son ecosistemas complejos. Una vez que estén en funcionamiento, todos los sistemas dentro de los mismos mismo, incluidos los sistemas de distribución eléctrica y de calefacción, ventilación y aire acondicionado, deberán ser lo suficientemente flexibles para reaccionar a conjuntos complejos de condiciones y permitir analizar y controlar tanto las oportunidades de ahorros como los riesgos. Este cálculo sólo puede realizarse si disponemos de suficientes datos y niveles granulares de control para poder reequilibrar y optimizar continuamente las operaciones.
Disponer de datos y analíticas es un importante elemento diferencial para optimizar las operaciones, ya que permite atender a las causas de los fallos incluso antes de que ocurran. Adoptar un enfoque predictivo en la gestión de edificios permite ir un paso más allá. Al acceder a datos ya analizados en tiempo real es posible identificar y evitar potenciales amenazas a la continua operación del edificio, gastos energéticos o problemas de mantenimiento. Todo esto puede traducirse en ahorros potenciales. Eso sí, los datos deben ser relevantes: información en tiempo real de parámetros básicos, documentación técnica, documentación relativa al fabricante con procedimientos específicos de los activos, recomendaciones sobre el estado y uso de los dispositivos a mantener, etc.
Aquí es donde el control y la monitorización de la energía necesitan fundamentalmente de un sistema de supervisión y control energético, como EcoStruxure Power, la plataforma IoT de distribución eléctrica de Schneider Electric para baja y media tensión, diseñado específicamente para ayudar a maximizar el tiempo de actividad y la eficiencia operativa de las instalaciones críticas y electro intensivas. El objetivo de este tipo de sistemas es extraer información valiosa sobre el estado del sistema eléctrico y de su eficiencia energética, hacer un seguimiento de los indicadores de energía y fiabilidad, y aplicar análisis avanzados de calidad de la energía.
En definitiva, los edificios de hoy deben ser inteligentes, conectados, resilientes y eficientes, y las grandes instalaciones siguen esta misma tendencia, apalancándose en las nuevas herramientas digitales que permitan tomar decisiones fundamentadas para mejorar el rendimiento y asegurar la fiabilidad, a lo largo de todo su ciclo de vida.