Llega el invierno, ¿Qué hacer con los neumáticos?
Cuando llega el invierno, los neumáticos de bici se ven sometidos a dura prueba. Una suma de factores da lugar a que las carreteras se presenten sucias y resbaladizas y a un aumento notable del riesgo de pinchazos: elegir un producto adecuado para la estación y el uso que se quiere hacer de él, así como tomar algunas medidas antes, durante y después de la actividad ciclista, puede contribuir a mantener en óptimas condiciones el único punto de contacto entre el medio mecánico y la calzada.
¿Qué neumático es el más adecuado?
Escoger un neumático para la temporada de invierno a menudo supone dar prioridad a la protección respecto a factores como la ligereza y la fluidez. Efectivamente, el primer aspecto sobre el que concentrarse es la banda de rodadura, que debe tener más surcos o un dibujo más agresivo, ofreciendo un agarre y una estabilidad mayores sobre mojado o, en cualquier caso, cuando la calzada resulta resbaladiza por la presencia de residuos, hojas y/o suciedad. La anchura es también un factor determinante para la estabilidad en carretera: cuanto más ancha sea la superficie de contacto con la calzada, mayor será la estabilidad. Para quienes se lanzan a la aventura abandonando la carretera con una Gravel o una bici de montaña, llevar tacos más agresivos es casi una necesidad si se desea una mayor tracción sobre los tramos de terreno poco firme.
En último lugar, pero no por ello menos importante, está la elección de un neumático con una protección mayor y más espesa contra los pinchazos. Sal, piedras, trozos de cristal, residuos metálicos y espinas pueden ocasionar pinchazos en un neumático no reforzado adecuadamente. Además, el agua, en forma de lluvia torrencial o incluso de humedad y rocío invernal, hace de lubrificante, facilitando los pinchazos por cortes y la penetración de cualquier residuo puntiagudo en la banda de rodadura: el catálogo Pirelli ofrece, en función del tipo de modelo y disciplina, protecciones de alto rendimiento que reducen notablemente la posibilidad de toparse con este tipo de inconvenientes.
Mantenimiento en invierno
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el mantenimiento. Ya se trate de una bici de carretera, de una Gravel o de una MTB, la cuestión no cambia: el invierno es la estación en la que los neumáticos necesitan mayores cuidados antes, durante y después de las salidas en bicicleta.
Debido al descenso de la temperatura, la presión disminuye más rápidamente que en verano, por lo que es oportuno llevar un control constante de la misma. Naturalmente, antes de inflar la rueda, es importante consultar las tablas donde se indican las presiones de inflado recomendadas por Pirelli, además de tener en cuenta el peso corporal de quien se sube al sillín y la carga global de la bici en caso de llevar equipaje. Asimismo, no hay que olvidar que, cuando el frío aprieta, disminuye también la presión atmosférica, motivo por el cual la comprobación de la presión interna del neumático a fin de equilibrarlas resulta aún más importante. No hace falta decir que, si el objetivo es tener más agarre, además de seleccionar la banda de rodadura más adecuada, una ligera disminución de la presión del neumático (0,3 bar) –siempre respetando los valores mínimos de presión indicados para cada goma– permitirá una mayor adherencia gracias también a la mayor huella sobre la calzada. Por último, no hay que olvidar que una presión menor contribuye además a reducir el riesgo de pinchazos por corte y penetración, ya que permite que el neumático se adapte en mayor medida al cuerpo externo antes de ceder a la perforación. No obstante, esta operación hay que efectuarla con cuidado de no reducir demasiado la presión de inflado y sin superar el valor mínimo de presión establecido para cada neumático; de lo contrario, el otro tipo de pinchazo, el de pellizco, podría convertirse en el nuevo problema.
Desinflado y cómo guardarlo
Una vez terminada la vuelta en bicicleta, una rápida comprobación del estado del neumático, con especial atención a los cortes, pequeñas grietas o la presencia de objetos externos que hubieran podido quedar encajados en la banda de rodadura, es obligada. Eliminar la suciedad y la sal de la superficie del neumático, además, ayuda a alargar la vida útil del mismo, también a nivel químico.
En la temporada de invierno, es posible que el mal tiempo nos obligue a tener la bicicleta parada durante un largo periodo, así que, para que los neumáticos puedan conservarse de la mejor manera, he aquí algunas medidas que es posible tomar: despresurizar los neumáticos hasta la mitad de la presión normal; guardar la bicicleta en un lugar fresco y seco y, naturalmente, no a la intemperie; evitar la exposición a la luz solar directa, puesto que también los rayos UV pueden debilitar el neumático; colocar las ruedas sin que toquen el suelo y, sobre todo si son tubeless-ready, es decir, con líquido sellador por dentro, hacerlas girar de vez en cuando; además, evitar que el neumático entre en contacto con sustancias químicas y disolventes y, en el caso de los de recambio, llevar un mantenimiento cuidadoso, mejor teniéndolos desplegados, en su forma "redonda", y no doblados en el envase original, y siempre lejos de superficies húmedas (como las paredes del sótano).
Propuestas para la temporada de frío
La amplia gama de neumáticos de Pirelli ofrece distintas soluciones para quienes desean afrontar la temporada de invierno en condiciones de seguridad sin tener que renunciar a las altas prestaciones.
Por lo que respecta a la carretera, el neumático eficiente en todas las estaciones es el P ZERO Race 4S, disponible ya sea como cubierta o como TLR, el cual, gracias a la mezcla SmartEVO Compound, suma de la experiencia en las competiciones de más alto nivel en el automovilismo y la colaboración con los equipos de World Tour de Pirelli, hace posible el equilibrio entre dos características opuestas: el agarre y la fluidez. Un producto cuatro estaciones para la carretera y el gravel ligero es el CINTURATO Velo, un neumático ideal en las calzadas difíciles, el cual, gracias a la mezcla con SmartNET Silica de la banda de rodadura y a su estructura Armour Tech, consigue favorecer la protección, la seguridad y la manejabilidad de la bici sean cuales sean las condiciones de la calzada o meteorológicas.
CINTURATO Gravel S es un neumático ecléctico, pensado por Pirelli para poder pedalear con la gravel sobre terrenos blandos y fangosos. Estudiado dando prioridad al agarre y a la protección, en lugar de trabajar únicamente la fluidez, este neumático gravel permite optimizar la conducción tanto en condiciones meteorológicas adversas como en recorridos técnicos que rozan el ciclismo de montaña. El barro y el frío son también las principales insidias para quienes practican ciclismo de montaña durante los meses invernales. La gama de neumáticos SCORPION de Pirelli, en todas y cada una de las familias (XC, Trail, Enduro, Race Enduro o DH, E-MTB) dispone de la banda de rodadura S. El nombre del dibujo de la banda de rodadura está relacionado con el tipo de terreno: la S (Soft Terrain), fruto también de la experiencia acumulada por Pirelli en el mundo del motocross, es la opción más esculpida y más idónea para un uso sobre barro, hierba mojada o terrenos poco firmes. Por último, para quienes se mueven por la ciudad con una bici eléctrica o una bici urbana, la elección más idónea es el Angel DT Urban, inspirado en el Angel Scooter: su banda de rodadura extremadamente esculpida y la carcasa con protección HyperBelt de hasta 5 mm, ofrecen agarre, seguridad y una excelente estabilidad en una gran variedad de calzadas urbanas.