"Volver a competir", la opinión de Jaume Ferrer

"Volver a competir"
Editorial. Jaume Ferrer.
A punto de cerrar el año, es un buen momento para echar la vista atrás y hacer un breve balance de este complejo 2021. Y lo primero que debemos decir es que, en líneas generales, y a pesar de los problemas de suministro, este ha sido un buen año. Otro buen año. Después de un 2020 donde el Bike despegó, sobre todo en la segunda mitad del año (tras el encierro), en 2021 el bike se ha consolidado de nuevo al alza. A falta de las cifras definitivas, sí podemos confirmar un buen crecimiento. Y aunque las cifras no han sido las mismas, porque difícilmente se podían seguir manteniendo repuntes de hasta el 40% como los de 2020, sí que se ha logrado cerrar el año con un crecimiento de dos dígitos. Y eso, a pesar de que el ultimo trimestre no ha sido especialmente bueno. O, mejor dicho, no tan bueno como los anteriores.
A estas alturas todo el sector es consciente de que el ritmo que ha mantenido el Bike en estos dos últimos años no podría sostenerse por mucho tiempo. El mercado ya está a niveles donde cada vez es más complejo crecer y, a pesar de que algunas categorías aun tienen margen para ganar cuota -especialmente todo lo que tenga que ver con las bicicletas urbanas-, este 2022 debería de ser un año de asentamiento. De mantener el crecimiento y de recuperar ritmos más lógicos. En definitiva, podremos analizar, con mayor perspectiva, cual es la verdadera dimensión del mercado.
Y será, sobre todo, un año de normalización. De muchos procesos, pero sobre todo de la producción. Y del reabastecimiento. A partir de la segunda mitad del año y, sobre todo, de cara a 2023, la cadena debería de volver a funcionar con normalidad, poniendo fin a toda la incertidumbre que ha provocado la falta de producto de estos últimos meses.
El fuerte crecimiento de las ventas en estos dos últimos años ha maquillado un poco la necesidad de que el comercio especializado mejore su gestión.
Y en esta “nueva normalidad”, el sector tiene que asumir que las ventas, más pronto que tarde, bajarán el ritmo de crecimiento. Y volverán los impagados. Y los cierres. Y el boom de nuevas modalidades. Y la necesidad de que, entre todos, trabajemos para potenciar la práctica y, sobre todo, una movilidad más sostenible donde la bicicleta sea protagonista. En estos últimos meses hemos tenido que hacer muy poco para conseguir lo que hemos conseguido, pero a medida que las cosas recuperen cierta normalidad, nos tocará volver a ser parte activa y luchar para que la práctica siga al alza.
Y volverá a ser imprescindible, sobre todo, que el comercio siga la via de la profesionalización. El fuerte crecimiento de las ventas en estos dos últimos años ha maquillado un poco la necesidad de que el comercio especializado mejore su gestión, pero en cuanto esas ventas se estabilicen, y lo harán, será fundamental que se empiece a trabajar en la que, sin duda, es la gran asignatura pendiente del sector. Cuando la demanda y la oferta se equilibren, la supervivencia del comercio, su capacidad para competir, dependerá casi exclusivamente de que el negocio se gestione de una forma eficaz y profesional. Y en esta nueva gestión una de las claves será apostar, sí o sí, por la digitalización. En la venta, con la multicanalidad como meta, pero también en otros muchos aspectos.
A pesar de la madurez de las categorías más deportivas, el Bike sigue teniendo margen de crecimiento. Sobre todo en nuestro país, y en todo lo que tiene que ver con la movilidad urbana. Pero tenemos que ser conscientes que, con la normalización, todo debería volver a su cauce. Y, a partir de ahí todo volverá a depender exclusivamente de nosotros si queremos que el sector se consolide en la via del crecimiento. Tocará volver a competir. Y, sobre todo, habrá que hacerlo con las mejores herramientas posibles. Porque cuando el mercado crece, crece la competencia. Y la actual es mucha y muy fuerte…
Jaume Ferrer, editor de Tradebike